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Descansaderos de muertos, cruces e iconos capitalinos, entre las nuevas 138 fichas etnográficas del Cabildo

Los descansaderos de muertos, aquellos lugares en los que el cortejo fúnebre tomaba respiro camino del cementerio, así como cruces e iconos capitalinos abundan entre las 138 nuevas fichas incorporadas a la carta etnográfica de Gran Canaria, informó hoy la consejera de Artesanía del Cabildo grancanario, Minerva Alonso.

La base alcanza los 10.000 registros tras las incorporaciones realizadas desde octubre de 2015, cuando el Cabildo restauró la base de datos informática, durante dos años dañada, y reactivó la introducción de nuevos bienes hasta casi 140 en tres remesas, la primera de ella realizada por universitarios en prácticas y a instancias de diversos municipios.

En la primera remesa de fichas destacan los ‘descanseros’ de muertos –como eran conocidos popularmente-, situados en Arucas, Tejeda y La Crucita en Artenara, que se suman a los que ya estaban registrados de los Moriscos en Agüimes o Tejeda. Eran lugares que se remontan a cuando los entierros, féretro al hombro, necesitaban un lugar para poder parar y descansar en los largos caminos al camposanto sin más transporte que los pies de la comitiva.

Una tienda de instrumentos musicales de Teror, varias cuevas en Ayagaures, dos eras –en Umbría y Bentayga-, el muelle viejo y hornos de cal en Arinaga y una cruz conmemorativa en El Toscón, son otras de los bienes recogidos.

Una segunda remesa de 75 fichas fue introducida con la colaboración del cronista oficial de La Aldea, Francisco Suárez, quien realizó el trabajo en torno a casi 50 minas de agua, acueductos, hornos de cal, aljibes, eras y canteras, entre otros bienes ubicados en el municipio y en localidades vecinas.

También incluye fichas de Santa Lucía, San Bartolomé, Agüimes e Ingenio hechas por dos maestros de Primaria ya jubilados y el cronista de Ingenio, Rafael Sánchez, sobre los acueductos de Gando y Las Tuneras, el barranco de Tirajana y la cantonera de La Chorrera, entre otros bienes que enriquecen los archivos de la Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac) del Cabildo.

Una tercera remesa es la compuesta por las 43 fichas elaboradas por un especialista en patrimonio etnográfico contratado por la Fedac para bienes localizados en Las Palmas de Gran Canaria, entre los que están descritos la Casa de Suecia, el Muro Marrero de Las Canteras, la antigua Casa de Socorro del Puerto, el Real Club Naútico de Las Palmas, Ñoño Bosmediano y la Fábrica de Hielo de La Isleta.

Visitas a la web

Los años en los que la carta etnográfica estuvo inhabilitada surtieron un efecto negativo sobre las consultas a la página web cartaetnograficagc.org, que vio reducido el número de visitantes a 5.000 al mes de las 8.000 que registraba de media hasta entonces, si bien la reactivación de la carta y su actualización online han hecho posible la recuperación paulatina de la consulta a través de internet.

Después de esta recuperación, la página web ha llegado a registrar récord de visitas hasta situarse desde el pasado año en una media de 10.000 entradas mensuales, ya que conocer estos bienes supone un gran atractivo para la población.

Por otra parte, el Cabildo, a través de la Fedac, continúa su trabajo de recuperación del patrimonio intangible de Gran Canaria, como es el caso de las obras teatrales de ámbito popular, entre los que destaca el Auto de Reyes Magos de La Aldea, pieza dramática escrita en verso y que es considerada como parte del acervo cultural de la Isla.

Los descansaderos de muertos, aquellos lugares en los que el cortejo fúnebre tomaba respiro camino del cementerio, así como cruces e iconos capitalinos abundan entre las 138 nuevas fichas incorporadas a la carta etnográfica de Gran Canaria, informó hoy la consejera de Artesanía del Cabildo grancanario, Minerva Alonso.

La base alcanza los 10.000 registros tras las incorporaciones realizadas desde octubre de 2015, cuando el Cabildo restauró la base de datos informática, durante dos años dañada, y reactivó la introducción de nuevos bienes hasta casi 140 en tres remesas, la primera de ella realizada por universitarios en prácticas y a instancias de diversos municipios.