Espacio de opinión de Canarias Ahora
Agricultura sostenible: un cambio necesario
El concepto de Desarrollo Sostenible se utilizó por primera vez en el informe Nuestro Futuro Común, comúnmente conocido como Informe Brundtland, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas y publicado en 1987. En dicho documento se define el desarrollo sostenible como: “un desarrollo capaz de satisfacer las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de satisfacción de las necesidades de las futuras generaciones”. Este informe sirvió como referencia de que el avance y crecimiento social tenía un coste medioambiental elevado.
En el terreno agrícola se debe señalar que la agricultura convencional se caracteriza por la persecución de una alta productividad dejando a un lado los posibles impactos negativos que se puedan generar al medio. Esto hace que se replantee la conveniencia de mantener el modelo convencional en favor de otros que tengan un menor impacto como puede ser la aplicación de una agricultura sostenible.
La agricultura sostenible se basa en realizar una serie de labores diferentes a las que se utilizan en la agricultura convencional para conseguir el objetivo final, que es producir una cantidad suficiente de productos para satisfacer las necesidades humanas, pero para llegar a ese objetivo toma un camino más respetuoso con el medio ambiente. Un ejemplo de agricultura sostenible consiste en aplicar productos de origen natural, utilizar energía de origen renovable, aplicar abonos naturales y utilizar eficientemente el agua, entre otros.
Aplicar técnicas de sostenibilidad en los cultivos tiene varios aspectos positivos, el primero de ellos es la obtención de unos productos agrícolas más saludables para los consumidores, por ejemplo, sin restos de productos fitosanitarios. Otro factor importante es la conservación y no agotamiento de los recursos naturales de los que disponemos actualmente, de esta manera no se comprometerá el futuro agrícola de las siguientes generaciones. También debemos mencionar que los productos catalogados como sostenibles reportan un mayor valor añadido, es decir, poseen unas características adicionales con respecto a los productos convencionales lo que hace que sean más atractivos y además permite una diferenciación en el mercado respecto al resto de productos.
Hasta el año 2016, España era el país europeo con mayor consumo de pesticidas pese a las medidas incluidas en el Plan de Acción Nacional (PAN) de 2012 orientadas a su reducción. En concreto, Canarias es la Comunidad Autónoma con un mayor consumo de pesticidas, siendo para el periodo de 2012 a 2016 el consumo de 69,5 kg/ha de media, frente a los 5,3 kg/ha de media para el resto de España. Se debe matizar que existen diferentes cifras para el mismo insumo, pero se han tenido en cuenta las proporcionadas por la Aduana de Canarias. Esto debe hacer reflexionar si el modelo convencional es el más favorable no solo para el presente, sino también para el futuro agrario de Canarias, se debe dar un giro importante a todos los niveles y comenzar a apostar por una agricultura más sostenible.
El concepto de Desarrollo Sostenible se utilizó por primera vez en el informe Nuestro Futuro Común, comúnmente conocido como Informe Brundtland, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas y publicado en 1987. En dicho documento se define el desarrollo sostenible como: “un desarrollo capaz de satisfacer las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de satisfacción de las necesidades de las futuras generaciones”. Este informe sirvió como referencia de que el avance y crecimiento social tenía un coste medioambiental elevado.
En el terreno agrícola se debe señalar que la agricultura convencional se caracteriza por la persecución de una alta productividad dejando a un lado los posibles impactos negativos que se puedan generar al medio. Esto hace que se replantee la conveniencia de mantener el modelo convencional en favor de otros que tengan un menor impacto como puede ser la aplicación de una agricultura sostenible.