El año de la resistencia
Una vez más, los estibadores hemos funcionado como una unidad para solventar de la mejor manera posible uno de los años más duros de la historia reciente de la humanidad. 2020, también para nuestro sector, ha quedado marcado por esta crisis sanitaria a causa de la COVID-19; ha sido un año que ha quedado vacío de proyectos y en el que nos hemos afanado para cumplir con nuestra responsabilidad social de cumplir con nuestro trabajo bajo cualquier circunstancia.
Nosotros, los estibadores, nos enorgullecemos de este compromiso inquebrantable y, de la misma manera, hablamos con satisfacción de todo el esfuerzo hecho por la comunidad portuaria, de todos nuestros compañeros, en el afán por mantener activas las instalaciones del Puerto de Santa Cruz de Tenerife, que, no olvidemos, sigue siendo una parte fundamental del motor económico de la Isla.
Entre todos, estibadores, prácticos, remolcadores, amarradores… hemos mantenido la funcionalidad del puerto, cumpliendo con nuestra responsabilidad y compromiso hacia la sociedad tinerfeña. No es un año para hablar de números, de cantidad de contenedores movidos, ha sido el año de la resistencia.
Para el futuro próximo, el Puerto de Santa Cruz de Tenerife sigue moviéndose entre las mismas necesidades y expectativas. Una vez la pandemia nos dé un respiro, esperemos que sea pronto, la Autoridad Portuaria debe impulsar la estrategia de la labor comercial para abrir nuevas vías de negocio internacional. Hay que salir buscar los tráficos para dotar a Tenerife de un volumen de movimientos que nos corresponde. Tenemos todas las posibilidades, técnicas y humanas. No hay que cesar en el intento.
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