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La central hidroeólica de El Hierro: 10 años enfrentando los alisios

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La central hidroeólica de El Hierro, nuestro Garoé del siglo XXI, cumple este 27 de junio 10 años desde su puesta en servicio. Este año también se conmemoran 20 años de la constitución de la empresa Gorona del Viento y 43 años desde que se plantó la “semilla” tecnológica con el objetivo de lograr el 100x100 de energía alternativa para la isla de El Hierro.

Muchas fechas, hitos y retos figuran en el historial de este proyecto hoy convertido en realidad. Si las tuviera que condensar, aquel 20 de marzo de 2007, cuando se firmaba un convenio con el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, IDEAE, por valor de 35 millones de euros; aquel 25 de agosto de 2009, fecha en la que se iniciaba el primer movimiento de tierras en la Caldera, donde hoy se encuentra el depósito superior del sistema hidroeólico; y cómo no, el 9 de agosto de 2015, con nuestros ojos puestos en aquel monitor que a las 14:25 horas nos mostraba el primer autoabastecimiento energético de El Hierro. Un sueño hecho realidad que durante dos horas y un minuto iluminaron los ojos de todos aquellos que creímos en ello, especialmente de todas las personas y colectivos que habían puesto su esfuerzo, empeño, constancia y confianza en conseguirlo; demostrando a la isla, a Canarias, y al mundo que habíamos pasado de una ambición a una consecución.

Otro acontecimiento que sin lugar a duda marcó el historial de nuestra central hidroeólica fueron aquellos 25 días seguidos en que El Hierro fue autoabastecido al cien por cien por la fuerza del viento. Ocurría entre julio y agosto de 2019. Se ponía de manifiesto con este récord que la energía 100% renovable es también 100% posible, y sólo había que seguir los pasos que nos brindaba la naturaleza de forma gratuita, y ponerlos a disposición de las nuevas tecnologías para su transformación en energía.

Vientos alisios canarios, salto de agua artificial, abrazados por la tecnología, son el inicio de un reto energético que pretende eliminar el petróleo de nuestras casas y de las actividades económicas, sustituirlo progresivamente para llevar energía eléctrica limpia y estable al sistema eléctrico insular. Además con una peculiaridad exclusiva, hacerlo en un territorio insular aislado. La tarea se inicia en la empresa pública de electricidad canaria UNELCO, y comienza así un largo camino de investigación, muestreo de datos, elección de la isla, así como del lugar adecuado para su instalación.

El camino recorrido no fue fácil. Los obstáculos político-administrativos que se tienen que sortear fueron muchos. Se trataba para algunos responsables públicos de un proyecto excesivamente ambicioso, sin antecedentes técnicos en el mundo que lo avalaran y de desproporcionado costo para atender una isla de pequeñas dimensiones y muy poco poblada. Otro factor soplaba en contra de su avance, aquel desarrollismo acelerado de la década de los 80, en la que el “oro negro”, el petróleo, se convertía en rey hegemónico de la actividad económica, desplazando y casi anulando cualquier iniciativa que tuviera que ver con las renovables, por lo que la sostenibilidad no era tenida en cuenta frente a la rentabilidad inmediata.

En el mes en que se celebra la puesta en marcha de la central hidroeólica, cuando se han superado las 10.000 horas de funcionamiento al 100x100 con más de 180.000 Mwh de producción de energía limpia y alternativa inyectada a la red, quiero tener un recuerdo, con algún lapsus propio de la memoria que me dan los años, de aquellas instituciones y personas que, con mayor o menor intensidad, participaron en el largo recorrido de uno de los proyectos más relevantes en la historia de las Islas Canarias en los últimos tiempos.

Se presenta la propuesta ante la Comisión Europea, y de manera particular a la añorada Comisaria de la Energía Loyola de Palacios, que creyó desde el primer momento en el proyecto; lo mismo que al Gobierno de España en aquel momento presidido por José Luis Rodríguez Zapatero que, en su visita a El Hierro en 2005 y posterior encuentro casual en los pasillos del Congreso de los Diputados del que formaba parte Paulino Rivero, su interacción resulto determinante.

Cito una parte de su discurso pronunciado en el Cabildo: “Quiero decir y afirmar mi apoyo pleno al proyecto 100% energías renovables. Creo que, en efecto, la isla de El Hierro tiene liderazgo y una visión de futuro. Un liderazgo sobre la necesidad imperiosa en torno a que solo habrá desarrollo si ese desarrollo es sostenible (…). Por tanto, daré instrucciones al Ministerio de Medio Ambiente para que ese proyecto cuente con el apoyo pleno y total del Gobierno de la Nación”.

Recuerdo también especialmente los impulsos al proyecto del que fuera presidente del Gobierno de Canarias y gran amigo, Adán Martín, y a Marisa Tejedor, consejera de Industria del Gobierno de Canarias. Por supuesto a nuestro Cabildo Insular, que al final era el órgano coordinador, supervisor y promotor de todo el largo proceso que llevó la gestación y ejecución de la central hidroeólica hasta su puesta en marcha. La colaboración de las empresas públicas de energía fue también determinante, tales como las de UNELCO, GESA y ENHER, lo mismo que las aportaciones de órganos científicos y cualificados como las escuelas de Ingenieros de Madrid y de Telecomunicaciones de Barcelona.

También detrás de las consecuciones figuran personas que participaron de manera decidida desde el embrión del proyecto hasta su puesta en marcha: Ricardo Melchior, Juan Manuel Quintero, Francisco de la Barreda, José María Plans, Ramón Rodríguez, Gonzalo Piernavieja, Antonio Gutiérrez (Toño), Enrique Jiménez Larrea, Juan Pedro Sánchez, Alfonso (IDAE); quienes desde sus respectivos puestos fueron determinantes.

Importante fue también el equipo de personas que conformaron Gorona del Viento, creado para llevar adelante este proyecto y funcionamiento posterior; lo constituyeron técnicos y administrativos de gran cualificación profesional y humana como Juan Falcón, Sergio, Rosi Ávila, Yesica, Cristina, Celia Bueno... creando un compacto equipo de trabajo coordinado por Juan Manuel Quintero, consejero-delegado.

Las personas mencionadas bien podrían encontrarse el próximo 27 de junio en la isla de El Hierro en el entorno del parque eólico y compartir y recordar vivencias pasadas en la apuesta decidida que emprendieron por la energía renovable y sostenible, en tiempos no precisamente favorables.

Ha transcurrido una década de la puesta en marcha, 10 años enfrentando los alisios, y en este periodo se ha avanzado en mejorar la respuesta del sistema eléctrico ante las fluctuaciones del viento y a las demandas variables de la red. Se ha ampliado la participación del Cabildo en la sociedad Gorona del Viento, y se ha pasado de la prudente actitud inicial del operador REE, a un mejor pulso en la gestión de la producción renovable.

Hace 43 años, la isla de El Hierro era el lugar de Canarias donde más costaba producir electricidad, y esto determina la búsqueda de soluciones alternativas al combustible fósil como fuente energética. No era fácil, en pleno desarrollo turístico-petrolero, tener ideas o propuestas con visión de medio y largo plazo, pero El Hierro inicia una andadura sostenible e imparable en energía, sin precedentes hasta aquellos momentos. La base y el pilar del proyecto es el viento, y sobre él, giran fórmulas y estudios de cómo dominarlo para convertirlo en energía estable. Un grupo de técnicos, dirigidos por el ingeniero Ricardo Melchior, emprendieron la tarea. 

Los avances han sido importantes, y lo confirman las horas al 100x100 y los megavatios producidos, pero El Hierro no debe mirarse el ombligo de lo conseguido, y sí iniciar de inmediato la segunda etapa para lograr el autoabastecimiento permanente. Lo avala la menor presencia de vientos alisios, derivado posiblemente del cambio climático, al que la isla de El Hierro no es ajena.

El viento, cuando encuentra pareja adecuada que lo pueda dominar y estabilizar, se convierte en un colaborador esencial de quienes lo guían y lo entienden: el hombre y la tecnología. Es necesario, por tanto, ampliar el almacenamiento hidráulico, aumentando la capacidad del embalse inferior, y lograr un mayor rendimiento del viento.

Otra asignatura pendiente es la incorporación al sistema hidroeólico de un parque solar y baterías de almacenamiento en la parte baja de Los Dares, cabecera de la central hidráulica, teniendo en cuenta la cercanía de la subestación de la central. También la instalación de un parque solar flotante de menor escala en la balsa inferior, para atender los consumos de los servicios auxiliares de las dos centrales.

Como otras actuaciones, podrían plantearse también por el Cabildo y Gorona del Viento en estos momentos de aniversario, nuevos e importantes objetivos a corto, medio y largo plazo, que resumiría esquemáticamente en: 

- Ampliación de acciones del Cabildo en la sociedad Gorona del Viento

- Gestión y mantenimiento de la central directamente por Gorona

- Crear una empresa operadora de la distribución de energía

- Patentar el sistema hidroeólico y exportar tecnología

- Crear un centro de estudios de energía renovable con el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), IDAE y las dos Universidades canarias

- Implantación de un ciclo superior de Formación Profesional en energías renovables por parte de la Consejería de Educación. Sería el único ciclo especializado en toda Canarias. Para ello se cuenta con una Residencia de Estudiantes y las instalaciones de Gorona del Viento sería la mejor aula para las prácticas de los alumnos

- Negociar con el operador del sistema REE, para que despache la producción de energía directamente con Gorona del Viento, convirtiendo la central hidroeólica como central base

- Convenio Gorona del Viento, Red Eléctrica (REE) y Agencia Española de Meteorología (AEMET), para profundizar en registros y predicciones meteorológicas, racionalizando con datos una mayor productividad de la Central. 

-Convenio con la Universidad de La Laguna, para profundizar y aplicar la energía mareomotriz en El Hierro, en base al estudio del profesor Isidro Padrón.

-Analizar el Master de Samuel Marrero de la Universidad de Las Palmas sobre “Eficiencia Energética en La Restinga”, con participación del profesor herreño Fidel Cabrera Quintero.

Expresado metafóricamente, tenemos en Los Picos los molinos y en la Caldera el agua, que siguen diez años más tarde ejecutando el baile del viento, acompañados de su inseparable partitura musical, los alisios, y de su incondicional pareja, el agua. Ahora necesitan otra compañera de viaje, la fotovoltaica.

Canarias debate y reivindica con fuerza su sostenibilidad, el modelo de desarrollo para los próximos años, estructurado en los últimos tiempos hacia un sólo sector, el turístico. Nos planteamos un camino construido con base de hormigón y direccionado a la masificación, o, por el contrario, una senda verde y sostenible por la que caminemos juntos y participemos todos. En la dualidad de este debate, el agua y la energía se convierten cada vez más en elementos fundamentales y estratégicos de primer orden. Los acuíferos no reciben agua como en otros tiempos, y la necesaria extracción equilibrada de los recursos, necesita el complemento de la desalación, de la depuración y del reciclaje del agua.

Necesariamente esto pasa por la energía renovable. Hemos carecido de planificación, y los problemas de agua en varias islas y el toque de `arrebato energético´ es prueba de ello. El Hierro, y sus habitantes, han mantenido históricamente una lucha secular para superar las duras secuelas de la sequía, y aprendimos a superar los inconvenientes del aislamiento con las armas de la naturaleza.  Esta lucha ha marcado de forma determinante la historia y la idiosincrasia de este pueblo.

En el siglo XVI, el árbol Garoé amortiguaba nuestras sequías, al destilar sus hojas agua sobre pequeñas albercas. En el XXI, el viento mueve las palas de cinco aerogeneradores que destilan energía eléctrica y con ella dedicar nuestro esfuerzo en desalar agua. Este es nuestro nuevo y tecnológico Garoé.

Gorona, Garoé y Ganancia energética sostenible, las tres G conocidas en el mundo, que garantizan nuestro futuro y que son orgullo del pueblo herreño

La central hidroeólica de El Hierro, nuestro Garoé del siglo XXI, cumple este 27 de junio 10 años desde su puesta en servicio. Este año también se conmemoran 20 años de la constitución de la empresa Gorona del Viento y 43 años desde que se plantó la “semilla” tecnológica con el objetivo de lograr el 100x100 de energía alternativa para la isla de El Hierro.

Muchas fechas, hitos y retos figuran en el historial de este proyecto hoy convertido en realidad. Si las tuviera que condensar, aquel 20 de marzo de 2007, cuando se firmaba un convenio con el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, IDEAE, por valor de 35 millones de euros; aquel 25 de agosto de 2009, fecha en la que se iniciaba el primer movimiento de tierras en la Caldera, donde hoy se encuentra el depósito superior del sistema hidroeólico; y cómo no, el 9 de agosto de 2015, con nuestros ojos puestos en aquel monitor que a las 14:25 horas nos mostraba el primer autoabastecimiento energético de El Hierro. Un sueño hecho realidad que durante dos horas y un minuto iluminaron los ojos de todos aquellos que creímos en ello, especialmente de todas las personas y colectivos que habían puesto su esfuerzo, empeño, constancia y confianza en conseguirlo; demostrando a la isla, a Canarias, y al mundo que habíamos pasado de una ambición a una consecución.