Espacio de opinión de Canarias Ahora
Complejo del colonizado
En las islas podríamos poner muchos ejemplos de gestores políticos que desprecian todo lo canario, que prefieren un mediocre importado que un talento isleño. Al fin y al cabo el mediocre se marchará cuando acabe su negocio y el talento nos puede dejar en evidencia, eso piensan algunos gestores. Con esto no quiero decir que todo lo canario es maravilloso y todo lo foráneo es una porquería, pero algunos mandamases canarios sí creen lo contrario. Hemos visto teatros públicos que han rechazado un musical de una compañía canaria, con música en directo, éxito de taquilla en años precedentes y esos mismos gestores luego acudieron a la presentación de una basura de la factoría Disney, a respaldar un espectáculo carísimo, sin música en directo, que provocó la alegría de hijos o sobrinos de concejales y consejeros que consiguieron entradas gratis.
La disparatada campaña de la consejería de Turismo en Islandia fue otro ejemplo claro. Para trabajar gratis repartiendo propaganda de las islas estaban los jóvenes embajadores canarios. Para dar órdenes, beber cubatas en las zonas vips de las fiestas, para organizar los viajes o convocar a los periodistas de Islandia o de otras comunidades autónomas estaba el personal peninsular de una empresa foránea amiga.
El ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria quiere hacer un banco de imágenes de la ciudad. Se trata de disponer de fotografías de los mejores rincones de la capital, de sus atardeceres, amaneceres o de sus principales citas culturales. La Sociedad de Promoción se dirigió a varios fotógrafos capitalinos y les pidió que realizaran una propuesta para realizar las 150 primeras fotografías de ese banco de imágenes que servirán para promocionar la ciudad. Algunos gráficos que cuentan con un archivo de decenas de miles de fotografías de esta ciudad se reunieron para realizar una propuesta conjunta a la concejalía de Turismo.
Lo que no sabían los fotógrafos isleños es que el ayuntamiento también comunicó su proyecto del banco de fotos a otros profesionales penisulares y extranjeros que no residen en las islas. Al final ganó un fotógrafo oriundo de Albacete, que conoce la ciudad porque alguna vez cubrió el Festival Internacional de Cine. Y fue ese profesional el elegido en una convocatoria que no fue abierta a todo el mundo. ¿Se acuerdan del concurso de la Gran Marina, de la liga de los arquitectos estrellas que eligió el PP despreciando a los isleños y que fue muy criticada por el PSOE y Nardy Barrios desde la oposión? Pues, fitetú, que acaba de pasar algo parecido. La única diferencia es que hoy gobiernan los que ayer defendían a los arquitectos isleños.
No puedo cuestionar la profesionalidad de un fotógrafo que no conozco. Viendo su fecha de nacimiento puedo decir que cuando este profesional llevaba pañales algunos fotógrafos capitalinos ya habían disparado sus cámaras en los atardeceres de la playa de las Canteras. El profesional importado tendrá que pasar unas cuantas semanas para fotografiar los rincones de la ciudad y sus principales fiestas y acontecimientos culturales. Esos gastos los pagaremos todos. Desconozco los datos económicos de la oferta presentada por el fotógrafo oriundo de Albacete y la que presentaron los gráficos isleños. Pero una de dos: o los profesionales canarios se cotizaron muy, muy alto, o el concejal de Turismo debería leerse el libro de Manuel Alemán.
Juan GarcÃa Luján
En las islas podríamos poner muchos ejemplos de gestores políticos que desprecian todo lo canario, que prefieren un mediocre importado que un talento isleño. Al fin y al cabo el mediocre se marchará cuando acabe su negocio y el talento nos puede dejar en evidencia, eso piensan algunos gestores. Con esto no quiero decir que todo lo canario es maravilloso y todo lo foráneo es una porquería, pero algunos mandamases canarios sí creen lo contrario. Hemos visto teatros públicos que han rechazado un musical de una compañía canaria, con música en directo, éxito de taquilla en años precedentes y esos mismos gestores luego acudieron a la presentación de una basura de la factoría Disney, a respaldar un espectáculo carísimo, sin música en directo, que provocó la alegría de hijos o sobrinos de concejales y consejeros que consiguieron entradas gratis.
La disparatada campaña de la consejería de Turismo en Islandia fue otro ejemplo claro. Para trabajar gratis repartiendo propaganda de las islas estaban los jóvenes embajadores canarios. Para dar órdenes, beber cubatas en las zonas vips de las fiestas, para organizar los viajes o convocar a los periodistas de Islandia o de otras comunidades autónomas estaba el personal peninsular de una empresa foránea amiga.