Espacio de opinión de Canarias Ahora
Las consecuencias del golpe militar en Honduras
Zelaya Rosales es un político de derechas, del Partido Liberal de Honduras, y su mandato como presidente termina el 27 de enero de 2010, es decir, que solamente le quedaba medio año al frente del ejecutivo. Zelaya Rosales viendo la realidad cruda de Honduras, fue cambiando en sus convicciones políticas, y giró hacia posiciones de centro-izquierda en los últimos años.
Lo que intentó Zelaya Rosales fue simplemente una encuesta no vinculante al pueblo de Honduras para plantear un cambio en la Constitución. Era solamente una encuesta encima no vinculante. Sin embargo en muchos medios de desinformación he leido repetidamente que intentaba perpetuarse en el poder. Otra falacia más de medios que tienen negocios en América Latina, como es el caso flagrante de El País.
Tengo la esperanza de que Zelaya Rosales vuelva a la presidencia de Honduras. Sé que es difícil, pero si los militares hondureños se salen con la suya, mal lo tienen de nuevo otros presidentes de toda el área de América Latina. Y eso es peligroso, diría que se producirían situaciones revolucionarias al radicalizarse las masas populares que beneficiarían a Castro y Chaves. Obama lo sabe, pero vamos a ver como reconduce la situación, y si realmente la CIA no ha estado detrás del golpismo de los militares hondureños.
Zelaya Rosales es un político de derechas, del Partido Liberal de Honduras, y su mandato como presidente termina el 27 de enero de 2010, es decir, que solamente le quedaba medio año al frente del ejecutivo. Zelaya Rosales viendo la realidad cruda de Honduras, fue cambiando en sus convicciones políticas, y giró hacia posiciones de centro-izquierda en los últimos años.
Lo que intentó Zelaya Rosales fue simplemente una encuesta no vinculante al pueblo de Honduras para plantear un cambio en la Constitución. Era solamente una encuesta encima no vinculante. Sin embargo en muchos medios de desinformación he leido repetidamente que intentaba perpetuarse en el poder. Otra falacia más de medios que tienen negocios en América Latina, como es el caso flagrante de El País.