Espacio de opinión de Canarias Ahora
La depresión de Juan Negrín
El próximo 13 de febrero se cumplirán 116 años del nacimiento del único canario que ha llegado a ser presidente del gobierno español. Durante un mitin en las elecciones generales de 2004, Mariano Rajoy declaró “todos los años paso las vacaciones en Canarias, por tanto seré el primer presidente canario que tendrá España”. La ocurrencia de Rajoy provocó el aplauso de los simpatizantes peperos, pero no ocasionó ninguna polémica periodística ni política. No me imagino a Rajoy pisoteando la memoria y la existencia del Lehendakari José Antonio Aguirre en un mitin en Bilbao , o dando una rueda de prensa en Barcelona soltando alguna ocurrencia que en la práctica significase eliminar de la historia de Cataluña al presidente Lluís Companys. Pero en Canarias seguimos padeciendo las consecuencias de una transición política que se administró como un jarabe cargado de represión y amnesia. Por eso la tontería histórica de Rajoy pudo pasar desapercibida.
Aunque Rajoy no lo sepa, Juan Negrín fue uno de los intelectuales y políticos más importantes del siglo XX. Como científico tuvo el reconocimiento de Santiago Ramón y Cajal y, además, fue profesor de otro Premio Nobel: Severo Ochoa. Pero dejó los laboratorios por la política. Se mantuvo como presidente del gobierno español a pesar de la guerra, la dictadura y las presiones internacionales. Su exilio en París y Londres fue un camino lleno de obstáculos. Siempre le movió la misma obsesión: la democracia debía volver a España con el sistema republicano, no se debía pactar un cambio de sistema ni con los fascistas ni con los monárquicos. Frente a las críticas de Prieto (que logró expulsar a Negrín del PSOE un año antes de su muerte) o los desprecios que le hacían los gobiernos de Francia y Gran Bretaña, Juan Negrín siguió moviéndose con el lema “resistir, resistir y resistir”. Pero tanta guerra exterior también le provocó una guerra interior. Lo acaba de contar una nieta suya, Carmen Negrín, que vive en París y tiene en su casa un tesoro histórico: documentos y cuadernos donde su abuelo escribió sus vivencias políticas en primera persona. Carmen dice que cada vez que lee los papeles de su abuelo se da cuenta de que el político canario vivió como un trauma la guerra y el exilio. Según la nieta de Negrín: “El exilio, la guerra y las acusaciones le dolieron terriblemente. Obviamente murió de una depresión, eso es seguro.”
La familia de Negrín está dispuesta a entregar al gobierno español todos los documentos. Sería bueno que antes por lo menos el ejecutivo español devuelva a la familia de Negrín la nacionalidad española que le retiró el régimen franquista. Oficialmente Carmen Negrín es apátrida por obra y gracia del Caudillo. No sé lo que pasará el próximo 9 de marzo, pero supongamos que accede a La Moncloa ese gallego que se disfraza de canario en los mítines, después de comer los aguacates que el alcalde de Mogán le trae del “Paraíso”. Existe esa posibilidad. Entonces imagine usted la escena: Carmen Negrín llega a La Moncloa y le dice a Rajoy “ aquí le traigo los documentos oficiales y personales del ex presidente del gobierno de la República Juan Negrín”. Supongo que Rajoy debería responderle: “perdone, señora Negrín, no me intente engañar, su abuelo no pudo ser presidente esos años que usted dice, porque el único presidente y caudillo era Francisco Franco. Además, ¿cómo me voy a fiar de alguien que fue profesor de Severo Ochoa, si en ese hospital había unos médicos que se dedicaban a asesinar a los pacientes hasta que Esperanza Aguirre los despidió?”. Habrá que estar pendientes, porque Juan Negrín podría volver a deprimirse desde su tumba en Père Lachaise, junto al Muro de los Federados fusilados de la Comuna de París.
Juan GarcÃa Luján
El próximo 13 de febrero se cumplirán 116 años del nacimiento del único canario que ha llegado a ser presidente del gobierno español. Durante un mitin en las elecciones generales de 2004, Mariano Rajoy declaró “todos los años paso las vacaciones en Canarias, por tanto seré el primer presidente canario que tendrá España”. La ocurrencia de Rajoy provocó el aplauso de los simpatizantes peperos, pero no ocasionó ninguna polémica periodística ni política. No me imagino a Rajoy pisoteando la memoria y la existencia del Lehendakari José Antonio Aguirre en un mitin en Bilbao , o dando una rueda de prensa en Barcelona soltando alguna ocurrencia que en la práctica significase eliminar de la historia de Cataluña al presidente Lluís Companys. Pero en Canarias seguimos padeciendo las consecuencias de una transición política que se administró como un jarabe cargado de represión y amnesia. Por eso la tontería histórica de Rajoy pudo pasar desapercibida.
Aunque Rajoy no lo sepa, Juan Negrín fue uno de los intelectuales y políticos más importantes del siglo XX. Como científico tuvo el reconocimiento de Santiago Ramón y Cajal y, además, fue profesor de otro Premio Nobel: Severo Ochoa. Pero dejó los laboratorios por la política. Se mantuvo como presidente del gobierno español a pesar de la guerra, la dictadura y las presiones internacionales. Su exilio en París y Londres fue un camino lleno de obstáculos. Siempre le movió la misma obsesión: la democracia debía volver a España con el sistema republicano, no se debía pactar un cambio de sistema ni con los fascistas ni con los monárquicos. Frente a las críticas de Prieto (que logró expulsar a Negrín del PSOE un año antes de su muerte) o los desprecios que le hacían los gobiernos de Francia y Gran Bretaña, Juan Negrín siguió moviéndose con el lema “resistir, resistir y resistir”. Pero tanta guerra exterior también le provocó una guerra interior. Lo acaba de contar una nieta suya, Carmen Negrín, que vive en París y tiene en su casa un tesoro histórico: documentos y cuadernos donde su abuelo escribió sus vivencias políticas en primera persona. Carmen dice que cada vez que lee los papeles de su abuelo se da cuenta de que el político canario vivió como un trauma la guerra y el exilio. Según la nieta de Negrín: “El exilio, la guerra y las acusaciones le dolieron terriblemente. Obviamente murió de una depresión, eso es seguro.”