El Diccionario de Barrios

Ahí es nada extraer de los doscientos años de parlamentarismo español la lista de todos los representantes canarios, agruparlos por periodos con sus correspondientes biografías y la relación de los asuntos en que intervinieron. El remate de este trabajo son los anexos con los cuadros de resultados electorales, la relación por distritos y el añadido de los miembros de otras cámaras (Senado, Parlamento de Canarias y Parlamento Europeo), sin olvidar a los canarios elegidos por otras circunscripciones españolas.

Nardi Barrios no se contenta con el estricto Diccionario. Va más allá. En su primera parte recoge los debates relacionados con Canarias (el distrito forestal, el primer Instituto de Las Palmas, etcétera) y en especial los relacionados con el pleito insular. La lectura de los discursos da idea de la evolución de los planteamientos y permite constatar el anclaje en el pasado más reaccionario de cierto insularismo de pretensiones hegemónicas. A veces, leyendo los discursos, tiene uno la impresión de estar ante determinados editoriales de hoy mismo.

La autora dice, en la introducción, que pretende demostrar cómo este conflicto insular, además de estar profundamente enraizado en los ámbitos sociales, políticos, económicos y culturales de la sociedad canaria, “ha dado lugar en el Congreso de los Diputados a importantes debates, paralizaciones de iniciativas legislativas que tenían por objeto la organización político-administrativa de España”, etcétera. Creo que lo consigue al tiempo que nos da acceso a una serie de documentos útiles para historiadores, periodistas en busca de explicaciones racionales y amantes de nuestras cosas.

Es un buen regalo el que nos ha hecho a todos Nardi Barrios. En su relación de representantes parlamentarios (la “oligarquía electiva” que dice Peter Jones), no excluye a los procuradores en las Cortes franquistas. En lo que también acierta, pues no puede dejarse tamaño agujero sin que se resienta la obra.

En definitiva: un trabajo que merece ser tenido en cuenta como valiosa (y muy laboriosa) aportación documental al esclarecimiento de la historia de las islas.

Ahí es nada extraer de los doscientos años de parlamentarismo español la lista de todos los representantes canarios, agruparlos por periodos con sus correspondientes biografías y la relación de los asuntos en que intervinieron. El remate de este trabajo son los anexos con los cuadros de resultados electorales, la relación por distritos y el añadido de los miembros de otras cámaras (Senado, Parlamento de Canarias y Parlamento Europeo), sin olvidar a los canarios elegidos por otras circunscripciones españolas.

Nardi Barrios no se contenta con el estricto Diccionario. Va más allá. En su primera parte recoge los debates relacionados con Canarias (el distrito forestal, el primer Instituto de Las Palmas, etcétera) y en especial los relacionados con el pleito insular. La lectura de los discursos da idea de la evolución de los planteamientos y permite constatar el anclaje en el pasado más reaccionario de cierto insularismo de pretensiones hegemónicas. A veces, leyendo los discursos, tiene uno la impresión de estar ante determinados editoriales de hoy mismo.