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Ensalada corrupta de Telde

Reconoció Gordillo que desde los primeros meses de la legislatura del cambio, la que iba a liberar a los teldenses de Paco Santiago y situar al municipio en la aventura del siglo XXI (que radiofónico suena esto, Andresito), desde el inicio, la concejal de Vías y Obras son amores y no buenas comisiones, María Antonia Torres, se dedicó a pedir comisiones a las empresas y a repartirlas a sus compañeros del gobierno municipal. Para referirse a los sobres que estaban llenos de dinerito constante y sonante, Torres los llamaba “tomates ” y “aguacates”. Las crónicas judiciales sobre la comparecencia de Gordillo no aclaran qué sobres tenían más dinero, si los de la fruta tropical o los de los productos hortofrutícolas. En su comparecencia Gordillo escuchó 29 pinchazos telefónicos realizados a concejales y empresarios. Cantó Gordillo que las empresas que tenían que pagar comisiones las elegían los concejales Carmelo Oliva, Toñi Torres y su marido Enrique Orts, que no era edil sino interventor municipal.

Le preguntó el juez a Gordillo si todos los tomates y aguacates iban destinados sólo a las ensaladas caseras de los concejales o si se empleó dinero también para la casa común del Partido Popular, y respondió el cantante que hubo para todo, para los ediles de la gaviota y para el Partido Popular. Supongo que aunque el PP, Soria dixit, es el partido que más militantes tiene en el mundo (no me refiero al periódico), las aportaciones de toda esa gente sencilla y trabajadora que tienen el carné de la gaviota no dan para pagar las obras en las sedes y esos gastos tan necesarios para que funcione la democracia.

Pero no quiero convertir este artículo en una crónica judicial. Me propongo hacer una aportación creativa a la gastronomía grancanaria. Por supuesto que el maestro Chela (y vecino de columna) lo haría mejor, pero uno es un atrevido y aquí estoy arriesgándome a escribir una receta. Creo que están tardando los bares y restaurantes de Telde en incorporar a su menú la Ensalada corrupta de Telde. Se trataría de un plato con aguacates de Toñi y tomates de Gordillo, todo eso con un poquito de aceite de Oliva, el de Hacienda. La sal la podría poner Orts el marido interventor. Si queremos dar una imagen de restaurante moderno, propongo dejar sobre la mesa un pequeño díptico con la foto de la musa que ha inspirado el plato, osea Toñi Torres, y una pequeña biografía.

Les aporto algunos datos biográficos de la musa de la ensalada corrupta de Telde. Doña María Antonia Torres formó parte del gobierno del Cabildo que presidía Maria Eugenia Márquez. Ante las informaciones que contaban que Toñi Torres estaba haciendo cosas feas desde su puesto en el Cabildo, la presidenta de la corporación la apartó de algunas de sus competencias. En lugar de recibir el respaldo del presidente de su partido, Fita Márquez sufrió una persecución por parte de José Manuel Soria. Márquez gozaba de gran popularidad, pero terminó tan asqueada que prefirió dedicarse a pintar cuadros que soportar a Soria en las reuniones del partido.

El siguiente capítulo fue que Soria sustituyó a Márquez en la candidatura de la corporación grancanaria y puso a Maria Antonia Torres en la lista del Ayuntamiento de Telde. Soria exigió a Francisco Valido, que venía del Centro Canario, que le diese un puesto relevante en el gobierno municipal a Toñi Torres. La mujer de Soria en Telde se sintió con las espaldas tan cubiertas por el presidente de su partido que creyó que nadie podía verla cuando se puso a apuntar en una libreta el reparto de comisiones ilegales entre el gobierno municipal. Pero la policía no es tonta, ya sabemos que si encuentra una colilla pone en el atestado que alguien ha fumado, y la poli se encontró la libreta de Toñi Torres y llegó a la conclusión de que la mujer no había perdido las mañas que la apartaron del Cabildo. El juez debió encontrar tanta porquería en la gestión de Torres, que no dudó en decretar su prisión preventiva. Pero no nos olvidemos que Toñi Torres tuvo el calor de la dirección de su partido hasta el mismo día en el que conoció el frío de la celda del Salto del Negro.

Tras la ensalada les propongo otro plato: gaviota de la Garita asada. Como postre podríamos poner un mus llamado ¡Estás bonito tú!. En el restaurante podríamos poner una zona infantil para entretener a los chiquillos desinquietos, el juez Javier García podría aportar unas play station muy modernas que requisó a los hijos de Toñi. Animo a los restaurantes a copiar esta receta, no les cobraré derechos de autor. ¡Qué aproveche! Juan García Luján

Reconoció Gordillo que desde los primeros meses de la legislatura del cambio, la que iba a liberar a los teldenses de Paco Santiago y situar al municipio en la aventura del siglo XXI (que radiofónico suena esto, Andresito), desde el inicio, la concejal de Vías y Obras son amores y no buenas comisiones, María Antonia Torres, se dedicó a pedir comisiones a las empresas y a repartirlas a sus compañeros del gobierno municipal. Para referirse a los sobres que estaban llenos de dinerito constante y sonante, Torres los llamaba “tomates ” y “aguacates”. Las crónicas judiciales sobre la comparecencia de Gordillo no aclaran qué sobres tenían más dinero, si los de la fruta tropical o los de los productos hortofrutícolas. En su comparecencia Gordillo escuchó 29 pinchazos telefónicos realizados a concejales y empresarios. Cantó Gordillo que las empresas que tenían que pagar comisiones las elegían los concejales Carmelo Oliva, Toñi Torres y su marido Enrique Orts, que no era edil sino interventor municipal.

Le preguntó el juez a Gordillo si todos los tomates y aguacates iban destinados sólo a las ensaladas caseras de los concejales o si se empleó dinero también para la casa común del Partido Popular, y respondió el cantante que hubo para todo, para los ediles de la gaviota y para el Partido Popular. Supongo que aunque el PP, Soria dixit, es el partido que más militantes tiene en el mundo (no me refiero al periódico), las aportaciones de toda esa gente sencilla y trabajadora que tienen el carné de la gaviota no dan para pagar las obras en las sedes y esos gastos tan necesarios para que funcione la democracia.