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El freno a las renovables en Gran Canaria tiene olor a gas

Recientemente, algunos colegas de profesión se han apresurado a publicar en los medios las bondades del gas, haciéndonos entender, a través de un lenguaje técnico y complejo, lo equivocados que estamos todos aquellos que, de una manera u otra, nos oponemos frontalmente a lo que supondría un freno definitivo a la democratización del mercado eléctrico en la isla, la entrada del gas a través de la inversión en una planta regasificadora promovida por Enagás.

Para apoyar los argumentos que el grupo de trabajo de C’s hemos plasmado en nuestro programa electoral para el Cabildo de Gran Canaria, deseo poner sobre la mesa una serie de números que permitan entender al común de los mortales qué está ocurriendo en este infame mercado eléctrico canario.

La electricidad que genera la empresa que domina prácticamente la totalidad de la generación en Canarias, tiene un coste determinado en gran medida por el precio del petróleo. Durante el 2014 el coste reconocido a esta compañía, por cada kWh generado, en Canarias, fue superior a los 0,22 euros. De esta cantidad más de 0,15 fueron destinados al combustible empleado en su generación.

A estos costes de generación, que se le reconocen a esta compañía dominante, se le añade un porcentaje de beneficio industrial y es lo que esta multinacional le cobra al sistema, es decir a todos los consumidores de electricidad de España.

Como lo que pagamos los consumidores canarios en nuestros recibos es bastante inferior a esos 0,22 euros por kWh que cuesta producir la electricidad en las islas, y como desde el franquismo está establecida una tarifa eléctrica única para toda España, la diferencia la pagan conjuntamente todos los españoles y la cobra esta multinacional privada que, cuanto más caro produce en Canarias, más beneficio obtiene.

Lo escandaloso es que hay una cola de empresarios locales y foráneos deseosos de ofertar al sistema electricidad eólica a 0,082 euros por kWh (la mitad de lo que gasta la multinacional privada sólo en combustible para producir ese kWh) y que los sucesivos gobiernos de Canarias y España - por inoperancia o connivencia- han sido incapaces de crear el marco normativo y técnico para que cuando haya viento esos empresarios eólicos (públicos o privados) viertan su electricidad a 0,082 por kWh, ahorrando por lo menos esos 0,15 en combustibles, que no olvidemos pagamos todos los españoles y van a parar a las arcas de una multinacional privada.

Con este diabólico sistema de compensación, dicha empresa dominante ha creado un sistema de generación adaptado precisamente a sus propias necesidades privadas, completamente alejadas del bien público al que tenemos derecho como consumidores españoles, y que se resume en:

  • Grupos de bajo rendimiento: en torno al 46% de la electricidad en Gran Canaria se generan en ciclos de vapor con rendimientos en torno al 33%
  • Alto coste económico: en torno al 39% se genera en ciclos combinados diseñados para consumir gas natural pero que actualmente consumen gasoil (mucho más caro y contaminante que el gas natural)
  • Sistemas inflexibles: los ciclos combinados y los ciclos de vapor son extremadamente inflexibles e incompatibles con la penetración de recursos renovables
  • Altos mínimos técnicos: los ciclos combinados lo tienen en 70 MW, lo que implica trabajar en ciclo abierto, es decir, no funcionar como ciclos combinados sino como ciclos abiertos de gas, con rendimientos extremadamente bajos y un alto coste eléctrico.
  • Sistemas lentos: característica de los ciclos combinados y de vapor
  • Costes de arranque considerables: característica de los ciclos combinados y de vapor

Esto provoca un sistema eléctrico insular con costes fijos y variables muy altos e inflexible, casi diseñado ad-hoc para minimizar la penetración de renovables, el cual se pretende conservar alimentándolo ahora con gas natural.

Es importante destacar que con este estatus quo generado, la empresa dominante en el mercado eléctrico canario ha obtenido en el año 2012 una facturación de 1.900 Millones de euros, con un beneficio neto de 305 Millones de euros (16% de su facturación). Esto supone que Canarias, facturando el 2,23% de lo que factura dicha compañía, contribuye al casi 9% de los beneficios totales de una multinacional que emplea a 74.000 trabajadores y se encuentra presente en 40 países de 4 continentes.

Renovables

Es curioso que en uno de los puntos del globo con mayores recursos renovables traducidos en horas de viento e irradiación solar, la tasa actual de penetración de estas energías en el sistema de la isla es simbólica, muy por debajo de la penetración en el mercado peninsular y completamente alejada de los requerimientos de la Comunidad Europea.

Sin embargo, mis colegas de profesión se esmeran en repetir una y otra vez que la dificultad derivada de nuestra propia debilidad al ser red aislada y de pequeño tamaño impide, sin la entrada en escena de caros sistemas de almacenamiento, la penetración estable de estas fuentes energéticas.

Lo que no se explica en estas argumentaciones es que, sólo invirtiendo en otro tipo de plantas de generación ordinaria, como por ejemplo en ciclos diesel de alto rendimiento (46% de rendimiento frente a los 33% actuales), de un plumazo se hubiesen dejado de consumir 323.000 toneladas de gasoil, lo que supondría un ahorro de más de 240 millones de euros.

Lo interesante, además de dicho ahorro, es que con un parque de generación basado en dichos grupos diésel de alto rendimiento, se hubiera permitido una penetración renovable EN TORNO AL 40%, sin necesidad de recurrir a ningún costoso sistema de almacenaje de energía.

Conclusión

Partiendo de la base de que nuestra política energética, vital para nuestro desarrollo competitivo y para nuestra propia supervivencia (no olvidemos la alta vinculación que tiene el agua con la generación eléctrica en canarias, y sobre todo en nuestra isla de Gran Canaria, altamente dependiente de la desalación de agua de mar), no puede estar en manos de una empresa privada, independientemente de que sea nacional o italiana como es el caso, debemos exigir la modernización del actual parque de generación, con el objetivo último de democratizar el mercado eléctrico, lo que redundará en bajada de costes, mejora en eficiencia y mayor apuesta por la I+D+i, así como la entrada en escena de empresarios y emprendedores locales dispuestos a participar activamente en un mercado eléctrico que fomente la competencia.

C’s se posiciona en contra de la entrada del gas en Gran Canaria por el simple hecho de que esta inversión prevista de 300 Millones de euros, no hará más que fortalecer el estatus quo de los ciclos combinados en la isla, que junto a los antiguos e ineficientes grupos de vapor, impedirán la entrada de renovables en el sistema insular, manteniendo de esta forma un nivel de costes muy por encima de lo que realmente se lograría alcanzar con una penetración renovable del 40%.

Al mismo tiempo, para aquellos que hablan de reducción de costes y mejora medioambiental que supondría la entrada del gas en canarias, así como la necesidad de invertir en una central de bombeo reversible entre Chira y Soria, con la finalidad de permitir la penetración de renovables, sólo exponer los siguientes datos:

  • Habría que analizar los costes anuales (amortización y O&M) de la pequeña planta regasificadora prevista para Gran Canaria, con un coste de implantación aproximado de 300 M€, teniendo en cuenta en el estudio el factor de sustitución de los grupos antiguos de generación por modernos grupos diesel de alto rendimiento, que para generar el 60% de la electricidad de Gran Canaria habrían requerido 190 millones de euros en Fuel Oil o 115 millones si hubiesen usado gas natural. Es decir, 75 millones de euros de ahorro anual a los que habría que retraer los costes de mantenimiento y amortización de la nueva regasificadora.
  • Teniendo en cuenta la madurez de los sistemas eólicos actuales, y los nuevos paneles fotovoltaicos, los costes de generación que producen son, con un amplio rango, muy inferiores a los propios costes variables reconocidos actualmente por la empresa dominante en Canarias.
  • Para salvaguardar la existencia y no renovación de una planta de generación térmica actual con altísimos costes operativos, y en buena parte amortizada técnica y económicamente, los técnicos y analistas afines a la empresa dominante proponen construir una central de bombeo reversible de 150/210 MW de potencia de turbinado y 2,35 GWh de capacidad (Chira-Soria), es decir, menos del 25% del consumo eléctrico medio diario de la isla. De esta forma se podría seguir operando los ciclos combinados en base consumiendo gasoil, aunque fuera una noche muy ventosa, lo que obligaría a almacenar de forma muy cara la eólica sobrante, cuando hubiese sido más eficiente introducirlas en la red con el soporte de unos grupos diésel que pudiera a gran rendimiento ponerse en mínimos técnicos mucho más bajos que los ciclos combinados.

Recientemente, algunos colegas de profesión se han apresurado a publicar en los medios las bondades del gas, haciéndonos entender, a través de un lenguaje técnico y complejo, lo equivocados que estamos todos aquellos que, de una manera u otra, nos oponemos frontalmente a lo que supondría un freno definitivo a la democratización del mercado eléctrico en la isla, la entrada del gas a través de la inversión en una planta regasificadora promovida por Enagás.

Para apoyar los argumentos que el grupo de trabajo de C’s hemos plasmado en nuestro programa electoral para el Cabildo de Gran Canaria, deseo poner sobre la mesa una serie de números que permitan entender al común de los mortales qué está ocurriendo en este infame mercado eléctrico canario.