Guillotina al estado de bienestar

Ante este mal provocado por la avaricia e irresponsabilidad delincuente, solo existen radicales soluciones: amplios recortes en todos los derechos sociales en el estado de bienestar, que hemos creado en este, nuestro país (que cogió tarde el tren de los progresos sociales y del trabajo en abundancia, a pesar de que viajamos en tercera clase, hasta ahora), en la Vieja Europa, tan evolucionada (pero nada solidaria socialmente). Ya no les basta a los administradores, que disponen del dinero de todos, con una simple tijera, ahora emplean la guillotina, para que sean más activos los desmantelamientos de los servicios sociales públicos. Muy neoliberal y conservador. Que es esta la doctrina política que nos están imponiendo en el mundo occidental, en un trágala. Ya la puso en práctica la Sra. Thatcher, con el radical neoliberalismo (sin confundirlo con el liberalismo progresista), en las décadas de 1980 y 1990, anulando todos los servicios y prestaciones sociales, en el que fuera país modélico (como también es modelo este sistema, para la derecha de los 'populares'). Pero creció su poderío belicista; y los explotadores, más ricachones.

Con la reforma del artículo 135 de la Constitución española, por obra y gracia de los dos grandes partidos políticos nacionales, aprobada hace días en las Cortes, se pone coto al gasto social en general. Siguiendo las presiones y dictados de los mercados internacionales de Alemania, Francia y el Banco Central Europeo. Aún a sabiendas del riesgo, que como país, se asoma al abismo de la intervención por dicho Banco, por parte de los regentes de la economía europea, por los préstamos que se le hacen a España, para la compra de deuda pública, la cual se financia a altos índices de casi impagables intereses. Nos exigen estas medidas 'dolorosas, necesarias', para 'un futuro mejor'. ¿Para quienes? Aviados estamos, si no tenemos, al menos, un puesto de trabajo para tan solo subsistir y básicas prestaciones sociales. Aunque entre en vigor en 2020, estaremos en un claro retroceso en el estado de bienestar, desde ahora, en todo lo que concierne a servicios sociales igualitarios, justicia social, desempleo, educación, sanidad, y todo lo relativo a la igualdad social de apoyos a los más desfavorecidos en el organigrama social.

Reforma ´técnica', como dicen, que conlleva, por ley Constitucional un tope máximo de gastos, por lo que los partidos que ocupen el Palacio de la Moncloa, como Gobierno de turno, se encontrarán con las manos atadas a realizar deudas superiores a sus poderes económicos establecidos por esta ley orgánica. E igual en las CC. AA. Por lo que se creará indisolublemente, un estado de prestaciones sociales bajo mínimos, privatizaciones, desempleo mayoritario, precariedad laboral (quien acceda al trabajo remunerado) con contratos esclavizados, despido libre (o lo más similar, sin así llamarse), etc. Porque el mundo capitalista neoliberal nos impone, y que pone en práctica este Gobierno, para no dejarnos en la cuneta de las migajas económicas, que podamos percibir. Ya están actuando las Autonomías. Gobernadas por las derechas, con guillotinar la sanidad y la educación. Cataluña ha dado cerrojazo a todos los ambulatorios nocturnos de urgencia, por lo que nadie tiene el derecho a ponerse enfermo, y si lo hace se trasladará al hacinado central, de la capital de la provincia.

La consigna está cumplida, con el artículo modificado, a gusto de los depredadores de la vorágine económica, para que no pierdan sus gigantescas ganancias. Pero ¿por qué hay que hacer esta variación en el artículo 135? Cuando lleguen (¿??) tiempos mejores, para una economía en la que participemos todos, debamos hacer otra reforma de la Constitución para incrementar los gastos. Es que no basta, con el firme compromiso de poner coto a unos deudores gastos estatales, por el Gobierno de turno que maneje las bridas del Estado. Hay que hacerlo por ley, por la desconfianza de los Estados capitostes europeos, en este atroz sistema capitalista, fracasado a nivel mundial, en estas salvajes fórmulas, de ahogar a los menos pudientes con sus canallescas finanzas.

Desconozco y preocupa, hacia dónde vamos con estas necedades medidas económicas, en un mundo densamente poblado. Este latente genocidio, que se está produciendo en todo el universo desarrollado (porque el llamado tercer mundo, parece condenado a vivir, desde que nacen, en la más triste de las miserias y el hambre). Obvio es, que las noticias que sucesivamente se están produciendo, para la aplicación de doctrinas sociales más racionales en la igualdad, trabajo, y tantos derechos cívicos que se requieren en una vida dignamente vivible, que están reverberando en callejeras manifestaciones, van solidificando día tras día, con ejemplos de los indignados del 15M en Madrid y otras ciudades del mundo: Atenas, Israel, París, etc, (aunque aún sin revueltas violentas), y otros volcanes sociales, todavía sin explotar.

Teo Mesa

Ante este mal provocado por la avaricia e irresponsabilidad delincuente, solo existen radicales soluciones: amplios recortes en todos los derechos sociales en el estado de bienestar, que hemos creado en este, nuestro país (que cogió tarde el tren de los progresos sociales y del trabajo en abundancia, a pesar de que viajamos en tercera clase, hasta ahora), en la Vieja Europa, tan evolucionada (pero nada solidaria socialmente). Ya no les basta a los administradores, que disponen del dinero de todos, con una simple tijera, ahora emplean la guillotina, para que sean más activos los desmantelamientos de los servicios sociales públicos. Muy neoliberal y conservador. Que es esta la doctrina política que nos están imponiendo en el mundo occidental, en un trágala. Ya la puso en práctica la Sra. Thatcher, con el radical neoliberalismo (sin confundirlo con el liberalismo progresista), en las décadas de 1980 y 1990, anulando todos los servicios y prestaciones sociales, en el que fuera país modélico (como también es modelo este sistema, para la derecha de los 'populares'). Pero creció su poderío belicista; y los explotadores, más ricachones.

Con la reforma del artículo 135 de la Constitución española, por obra y gracia de los dos grandes partidos políticos nacionales, aprobada hace días en las Cortes, se pone coto al gasto social en general. Siguiendo las presiones y dictados de los mercados internacionales de Alemania, Francia y el Banco Central Europeo. Aún a sabiendas del riesgo, que como país, se asoma al abismo de la intervención por dicho Banco, por parte de los regentes de la economía europea, por los préstamos que se le hacen a España, para la compra de deuda pública, la cual se financia a altos índices de casi impagables intereses. Nos exigen estas medidas 'dolorosas, necesarias', para 'un futuro mejor'. ¿Para quienes? Aviados estamos, si no tenemos, al menos, un puesto de trabajo para tan solo subsistir y básicas prestaciones sociales. Aunque entre en vigor en 2020, estaremos en un claro retroceso en el estado de bienestar, desde ahora, en todo lo que concierne a servicios sociales igualitarios, justicia social, desempleo, educación, sanidad, y todo lo relativo a la igualdad social de apoyos a los más desfavorecidos en el organigrama social.