Espacio de opinión de Canarias Ahora
El independentismo como entretenimiento
Puede ocurrir que el independentismo no sea ninguna de las dos cosas. Se puede dar el caso de que la bandera de la soberanía nacional puede ser levantada para despistar al personal, para hablar de otras cosas. En las islas tenemos un periódico que combina la reivindicación de la descolonización de Canarias con las loas a Franco. Una forma de independentismo muy particular, sobre todo porque parece complicado imaginar la bandera rojigualda con el aguilucho rodeado de siete estrellas verdes. Pero ya casi estamos acostumbrados a que en Bananaria la realidad siempre supere a la ficción.
Parece que en Coalición Canaria se está formando una corriente soberanista que podría presentarse a la opinión pública en los próximos días. Uno de los cabecillas de esta línea sería Hilario Rodríguez, concejal de Seguridad Ciudadana de Santa Cruz de Tenerife. Rodríguez también es conocido como el hombre del tonicazo, porque en una tertulia radiofónica amenazó con darle un “tonicazo” (versión chichaguanche de la expresión “lanzar un tenique”) a un portavoz vecinal que participaba en la manifestación contra el Plan General de Ordenación del gobierno de Miguel Zerolo. El concejal de Coalición Canaria ya tenía otro antecedente de violencia verbal que podría transformarse en medalla de guerra en caso de ser elegido comandante en jefe del futuro ejército nacional canario. El concejal de Seguridad amenazó hace unos años a otro vecino que se estaba manifestando contra la violencia de la policía que dirige el propio Rodríguez. El edil le dijo al vecino “si no estuvieran estos aquí te daría un piñazo”. “Estos” eran unos periodistas que estaban grabando al concejal.
Con estos antecedentes no sabemos si lo que pretende Hilario Rodríguez al liderar una corriente de opinión independentista dentro de su partido es estar colocado en un puesto de salida para ser el futuro capitán general de las milicias del tonicazo. Fíjense que digo corriente de opinión y no corriente de pensamiento, porque a Rodríguez se le pueden aplicar muchos verbos menos el “pensar”. También puede ocurrir que nuestro héroe pasó su juventud escuchando aquellos carruseles de fútbol radiofónicos donde se repetía machaconamente el anuncio de coñac “Soberano, es cosa de hombres”, y ahora se cree que una corriente “soberanista” es un grupo de machotes que recorren los bares pidiendo bebidas para hombres.
Todavía no conocemos qué tipo de soberanismo defenderá la corriente de opinión que está formando Hilario Rodríguez dentro de su partido. A Rodríguez le molestó que en la manifestación del PGO hablase un portavoz que pronunciaba las “c”, por eso dijo en la radio: Si yo estoy en una manifestación e interviene un español como aquel, a manipularla, porque aquel era un godo, aquel era un godo, el tonicazo que le doy, primo...“. Suponemos que en las reuniones del gobierno municipal Rodríguez no aplicará el mismo rasero, porque podría tener problemas con varios concejales que pronuncian las zetas, entre ellos la primera dama de Canarias que es concejal de Zerolo.
Estoy convencido de que esta corriente independentista que se está formando dentro de Coalición Canaria servirá para asustar a los de siempre. Cuando Paulino Rivero eche al PP del gobierno volveremos a escuchar el miedo de la tropa de Soria a las siete estrellas verdes. No estamos ante ningún debate ideológico. Lo que pretende el jefe de la policía de Zerolo es aplicar la norma de la casa que ya está imponiendo el editor de cabecera del alcalde chicharrero: usar el independentismo como entretenimiento.
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Juan GarcÃa Luján
Puede ocurrir que el independentismo no sea ninguna de las dos cosas. Se puede dar el caso de que la bandera de la soberanía nacional puede ser levantada para despistar al personal, para hablar de otras cosas. En las islas tenemos un periódico que combina la reivindicación de la descolonización de Canarias con las loas a Franco. Una forma de independentismo muy particular, sobre todo porque parece complicado imaginar la bandera rojigualda con el aguilucho rodeado de siete estrellas verdes. Pero ya casi estamos acostumbrados a que en Bananaria la realidad siempre supere a la ficción.
Parece que en Coalición Canaria se está formando una corriente soberanista que podría presentarse a la opinión pública en los próximos días. Uno de los cabecillas de esta línea sería Hilario Rodríguez, concejal de Seguridad Ciudadana de Santa Cruz de Tenerife. Rodríguez también es conocido como el hombre del tonicazo, porque en una tertulia radiofónica amenazó con darle un “tonicazo” (versión chichaguanche de la expresión “lanzar un tenique”) a un portavoz vecinal que participaba en la manifestación contra el Plan General de Ordenación del gobierno de Miguel Zerolo. El concejal de Coalición Canaria ya tenía otro antecedente de violencia verbal que podría transformarse en medalla de guerra en caso de ser elegido comandante en jefe del futuro ejército nacional canario. El concejal de Seguridad amenazó hace unos años a otro vecino que se estaba manifestando contra la violencia de la policía que dirige el propio Rodríguez. El edil le dijo al vecino “si no estuvieran estos aquí te daría un piñazo”. “Estos” eran unos periodistas que estaban grabando al concejal.