Espacio de opinión de Canarias Ahora
'Las Lanzas': dolor del vencido
Estimo reivindicarlo por su mayor proximidad, más ajustada a la pintura de Velázquez. También el pintor debió conocer el encuentro de Fernando y el Rey de Hungría, de Rubens, con el caballo de grupa en el mismo lado derecho, pero renunciando a las visiones del Olimpo que inundan la pintura del maestro flamenco. La idea del caballo está aquí, pero lejos de la monumentalidad que brinda Velázquez, que nos parece escuchar el golpe de sus cascos en tierra. Este lento movimiento está en el lienzo de Decio Mus y los Lictores de Rubens en la Galería Liechtestein, del que existe tapiz en el Palacio Real de Madrid. Martín Soria había propuesto grabados de Stradanus y Durero.
Más recientemente Manuela Mena lo asocia al que pinta Caravaggio de la Conversión de San Pablo en Santa María del Popolo. Pero composiciones en horizontal y el caballo en este mismo extremo existen pinturas de Gozzoli, Piero della Francesca y Peruzzi en Santa María Pace en Roma y tapicerías del siglo XVI, sin olvidar ejemplo del siglo XVII en obras de Gaspar de Crayer. Sin embargo, tanto Rubens como Velázquez pasaron de los grabados para competir con la naturaleza. Además de estas soluciones nórdicas recordamos la propuesta de don Diego Angulo, al ver en el brazo a contraluz de Velázquez, la influencia del centurión de Veronés que estaba entonces en El Escorial. Aquí está el triunfo y compresión del dolor del vencido, que resume aquel memorable encuentro.
* Matías Díaz Padrón (El Hierro, 1935) es conservador del Museo del Prado y Premio Canarias 2008 en Patrimonio Histórico e Investigación.
MatÃas DÃaz Padrón*
Estimo reivindicarlo por su mayor proximidad, más ajustada a la pintura de Velázquez. También el pintor debió conocer el encuentro de Fernando y el Rey de Hungría, de Rubens, con el caballo de grupa en el mismo lado derecho, pero renunciando a las visiones del Olimpo que inundan la pintura del maestro flamenco. La idea del caballo está aquí, pero lejos de la monumentalidad que brinda Velázquez, que nos parece escuchar el golpe de sus cascos en tierra. Este lento movimiento está en el lienzo de Decio Mus y los Lictores de Rubens en la Galería Liechtestein, del que existe tapiz en el Palacio Real de Madrid. Martín Soria había propuesto grabados de Stradanus y Durero.
Más recientemente Manuela Mena lo asocia al que pinta Caravaggio de la Conversión de San Pablo en Santa María del Popolo. Pero composiciones en horizontal y el caballo en este mismo extremo existen pinturas de Gozzoli, Piero della Francesca y Peruzzi en Santa María Pace en Roma y tapicerías del siglo XVI, sin olvidar ejemplo del siglo XVII en obras de Gaspar de Crayer. Sin embargo, tanto Rubens como Velázquez pasaron de los grabados para competir con la naturaleza. Además de estas soluciones nórdicas recordamos la propuesta de don Diego Angulo, al ver en el brazo a contraluz de Velázquez, la influencia del centurión de Veronés que estaba entonces en El Escorial. Aquí está el triunfo y compresión del dolor del vencido, que resume aquel memorable encuentro.