Espacio de opinión de Canarias Ahora
¡Mándese a mudar, señor Acebes!
Tan anacrónica, pasada en el tiempo e irrelevante es la guerra de Irak que de nuevo George Walker Bush ha vuelto a repetir ayer mismo la necesidad de quedarse en Irak para garantizar la seguridad. A pesar de todo. Le importa un pepino, tanto como al señor Acebes, que los iraquíes hayan dicho por activa y por pasiva, con la resistencia y con las encuestas, de todas las tendencias religiosas y de ninguna, que el primer paso para alcanzar un mínimo de seguridad para sus propias vidas consiste en la salida de todas las tropas extranjeras. Nadie cree ya los razonamientos del jefe de Estado más poderoso. Está derrotado, pero sigue ahogándose en el pantano y ofreciendo la imagen de un tipo firme con sus principios. En realidad, manda el apetito del petróleo y el afán por asentarse en la región con sus bases militares desde el Golfo Pérsico al Mar Caspio.Los datos abruman. Más de medio millón de civiles muertos; cuatro millones de desplazados internos y desterrados hacia otros países; los servicios públicos paralizados (Bagdad sólo dispone de electricidad entre tres y cinco horas diarias); el toque de queda permanente; 3.200 soldados gringos muertos y 22.500 heridos; los grupos paramilitares que privatizan la guerra, “contratistas” o mercenarios extranjeros asesinando y provocando la lucha entre confesiones religiosas; un 50% de desempleo; las torturas constantes y las ejecuciones extrajudiciales; el Tribunal de la Haya pensando en la posibilidad de procesar a Bush y a Blair (¿por qué no a José María Aznar?); la cantidad de atentados registrados en Bagdad llegaron a 904 a finales de 2006 y a 1047 durante las primeras semanas de 2007; acciones terroristas diarias y contra cualquier objetivo; miles de presos políticos sin juicio; el comercio paralizado en las ciudades; la producción a medio gas; las necesidades de alimentarse o conseguir medicinas crecen al tiempo que aumenta la cantidad de víctimas por la imposibilidad de adquirirlas, especialmente niños y ancianos; el 67% de los iraquíes consideran ineficaces las llamadas tareas de reconstrucción Y así hasta el infinito, hasta superar los límites para soportar el padecimiento de cualquier persona que palpa su indefensión, la de sus familiares y la de su país. ¿Qué le pasa al señor Acebes? ¿Ni siquiera ha leído la encuesta publicada ayer y realizada hace pocos días en Irak entre el diario gringo USA Today, las cadenas de televisión ABC, BBC y la alemana ARD? ¿También el atentado del 11 de marzo hay que colocarlo en el apartado de anacronismos propios del PP puesto que ETA nada tuvo que ver? ¿O intenta escabullir las responsabilidades de su partido con cortinas de humo y negarle al menos una disculpa a los ciudadanos por su participación en la guerra iraquí? Desde hace cuatro años la guerra de agresión contra Irak sigue siendo probablemente el acontecimiento clave en las relaciones internacionales. El de más urgente solución y con opciones de lograrse porque cuenta hoy con el aval de la opinión pública mundial y estadounidense, así como con la indoblegable resistencia del pueblo iraquí. Tienen que irse de Irak. Mientras este hecho no se confirme, la ocupación extranjera no sólo impedirá que los ciudadanos respiren. Seguirá corriendo la sangre. La reconstrucción será un imposible. Aumentará la desesperanza de millones de seres humanos en su futuro a lo largo y ancho de Oriente Medio. Visto lo visto, ni siquiera el PP merece un secretario general tan anacrónico como Ángel Acebes. ¿O sí?
Rafael Morales
Tan anacrónica, pasada en el tiempo e irrelevante es la guerra de Irak que de nuevo George Walker Bush ha vuelto a repetir ayer mismo la necesidad de quedarse en Irak para garantizar la seguridad. A pesar de todo. Le importa un pepino, tanto como al señor Acebes, que los iraquíes hayan dicho por activa y por pasiva, con la resistencia y con las encuestas, de todas las tendencias religiosas y de ninguna, que el primer paso para alcanzar un mínimo de seguridad para sus propias vidas consiste en la salida de todas las tropas extranjeras. Nadie cree ya los razonamientos del jefe de Estado más poderoso. Está derrotado, pero sigue ahogándose en el pantano y ofreciendo la imagen de un tipo firme con sus principios. En realidad, manda el apetito del petróleo y el afán por asentarse en la región con sus bases militares desde el Golfo Pérsico al Mar Caspio.Los datos abruman. Más de medio millón de civiles muertos; cuatro millones de desplazados internos y desterrados hacia otros países; los servicios públicos paralizados (Bagdad sólo dispone de electricidad entre tres y cinco horas diarias); el toque de queda permanente; 3.200 soldados gringos muertos y 22.500 heridos; los grupos paramilitares que privatizan la guerra, “contratistas” o mercenarios extranjeros asesinando y provocando la lucha entre confesiones religiosas; un 50% de desempleo; las torturas constantes y las ejecuciones extrajudiciales; el Tribunal de la Haya pensando en la posibilidad de procesar a Bush y a Blair (¿por qué no a José María Aznar?); la cantidad de atentados registrados en Bagdad llegaron a 904 a finales de 2006 y a 1047 durante las primeras semanas de 2007; acciones terroristas diarias y contra cualquier objetivo; miles de presos políticos sin juicio; el comercio paralizado en las ciudades; la producción a medio gas; las necesidades de alimentarse o conseguir medicinas crecen al tiempo que aumenta la cantidad de víctimas por la imposibilidad de adquirirlas, especialmente niños y ancianos; el 67% de los iraquíes consideran ineficaces las llamadas tareas de reconstrucción Y así hasta el infinito, hasta superar los límites para soportar el padecimiento de cualquier persona que palpa su indefensión, la de sus familiares y la de su país. ¿Qué le pasa al señor Acebes? ¿Ni siquiera ha leído la encuesta publicada ayer y realizada hace pocos días en Irak entre el diario gringo USA Today, las cadenas de televisión ABC, BBC y la alemana ARD? ¿También el atentado del 11 de marzo hay que colocarlo en el apartado de anacronismos propios del PP puesto que ETA nada tuvo que ver? ¿O intenta escabullir las responsabilidades de su partido con cortinas de humo y negarle al menos una disculpa a los ciudadanos por su participación en la guerra iraquí? Desde hace cuatro años la guerra de agresión contra Irak sigue siendo probablemente el acontecimiento clave en las relaciones internacionales. El de más urgente solución y con opciones de lograrse porque cuenta hoy con el aval de la opinión pública mundial y estadounidense, así como con la indoblegable resistencia del pueblo iraquí. Tienen que irse de Irak. Mientras este hecho no se confirme, la ocupación extranjera no sólo impedirá que los ciudadanos respiren. Seguirá corriendo la sangre. La reconstrucción será un imposible. Aumentará la desesperanza de millones de seres humanos en su futuro a lo largo y ancho de Oriente Medio. Visto lo visto, ni siquiera el PP merece un secretario general tan anacrónico como Ángel Acebes. ¿O sí?
Rafael Morales