Espacio de opinión de Canarias Ahora
UN MAR DE OPORTUNIDADES (ya publicad0) por
El nuevo siglo y la nueva economía que se viene forjando y que se verá reforzada cuando pase esta crisis mundial, nos tiene que abrir a los canarios otra relación distinta, otras oportunidades distintas con el que debe ser, por derecho propio e irrenunciable, nuestro mar. Muchas veces hemos creído entender que nuestra renta de situación como archipiélago atlántico estaba en nuestra tricontinentalidad y a lo mejor, hasta ahora, no hemos sido capaces de entender que esa riqueza puede radicar en algo más sencillo, en nuestra propia condición insular y por tanto de siete territorios rodeados de un inmenso océano de posibilidades. En el mar está hoy la alimentación y las fuentes energéticas del mañana. En el mar está hoy la farmacia del planeta, la nueva economía, la potente industria basada en el conocimiento que de él se puede extraer para la medicina y la producción energética. En el mar está la segunda oportunidad para una humanidad que ha agotado los recursos de todo tipo que tenía tierra adentro, sólo que esta vez para hacerlo con más visión de futuro y sostenibilidad que lo hecho hasta ahora.
Esta vez los canarios tenemos que ser capaces de rentabilizar de verdad nuestra renta de situación. Adelantarnos para que no vuelvan a ser otros los que nos tomen la cabeza y las entrañas. Sacar el valor añadido que nuestra condición de islas nos puede dar y que nuestra lentitud de reflejos nos ha negado. Buscar el beneficio a largo plazo, internacionalizarnos también para exportar y no sólo limitarnos a recoger las migajas que otros quieran ofrecernos. Ha llegado el momento de apostar decididamente por diversificar nuestra economía sí, de potenciar sectores de producción que nos hagan partícipes de la economía global y no rehenes de ella sí, pero también de pasar de las palabras a los hechos. Ha llegado el momento de que entendamos que de nada sirve tener como materias primas sólo el sol y el clima si nos hace dependientes; que hay que dar un salto cualitativo y entender que el mar puede ser fuente de trabajo y riqueza, que puede rescatar de manera creativa e inteligente a nuestro sector primario y también de multiplicar por mil las posibilidades del industrial. Ha llegado el momento de que nuestras universidades puedan convertirse en referentes mundiales a poco que seamos consecuentes con ello, que nuestros talentos pueden generar tanta riqueza como los millones de turistas que hoy siguen llegando, aunque no sepamos por cuanto tiempo más.
Telde, como Canarias, también quiere sacar el mejor partido a su renta de situación. A pocos kilómetros y minutos tanto de un Puerto como de un Aeropuerto internacionales y varios polígonos industriales, nuestra ciudad quiere y puede jugar un papel estratégico en esa nueva economía, en esas nuevas oportunidades de las que hablamos. Es en nuestra costa donde se encuentra un Campus del Mar de la ULPGC que ya está en expansión real y a su vera un Instituto canario de Ciencias Marinas que también va a recibir un fuerte espaldarazo. Es el muelle de Taliarte el que va a ver ampliado su tamaño y reorientado su rol para hacer posible su uso profesional, deportivo y social, pero también científico, tecnológico y marino. Es el lugar idóneo para ser sede de la Plataforma oceánica que ya están impulsando los Gobiernos canario, español y la Unión Europea y en conclusión el punto desde el que puede arrancar el cambio cualitativo al que nos referimos. Hablamos de futuro, pero también de presente. Hablamos de tener altura de miras, sentido de la oportunidad y una estrategia que nos coloque en mejores condiciones de ocupar otro rol en la economía global. Hablamos de que Telde se ofrece para ello. Hablamos de pensar en clave inteligente o regodearnos en la derrota, el victimismo y la mediocridad.
Aureliano Francisco Santiago Castellano
Alcalde de Telde
El nuevo siglo y la nueva economía que se viene forjando y que se verá reforzada cuando pase esta crisis mundial, nos tiene que abrir a los canarios otra relación distinta, otras oportunidades distintas con el que debe ser, por derecho propio e irrenunciable, nuestro mar. Muchas veces hemos creído entender que nuestra renta de situación como archipiélago atlántico estaba en nuestra tricontinentalidad y a lo mejor, hasta ahora, no hemos sido capaces de entender que esa riqueza puede radicar en algo más sencillo, en nuestra propia condición insular y por tanto de siete territorios rodeados de un inmenso océano de posibilidades. En el mar está hoy la alimentación y las fuentes energéticas del mañana. En el mar está hoy la farmacia del planeta, la nueva economía, la potente industria basada en el conocimiento que de él se puede extraer para la medicina y la producción energética. En el mar está la segunda oportunidad para una humanidad que ha agotado los recursos de todo tipo que tenía tierra adentro, sólo que esta vez para hacerlo con más visión de futuro y sostenibilidad que lo hecho hasta ahora.
Esta vez los canarios tenemos que ser capaces de rentabilizar de verdad nuestra renta de situación. Adelantarnos para que no vuelvan a ser otros los que nos tomen la cabeza y las entrañas. Sacar el valor añadido que nuestra condición de islas nos puede dar y que nuestra lentitud de reflejos nos ha negado. Buscar el beneficio a largo plazo, internacionalizarnos también para exportar y no sólo limitarnos a recoger las migajas que otros quieran ofrecernos. Ha llegado el momento de apostar decididamente por diversificar nuestra economía sí, de potenciar sectores de producción que nos hagan partícipes de la economía global y no rehenes de ella sí, pero también de pasar de las palabras a los hechos. Ha llegado el momento de que entendamos que de nada sirve tener como materias primas sólo el sol y el clima si nos hace dependientes; que hay que dar un salto cualitativo y entender que el mar puede ser fuente de trabajo y riqueza, que puede rescatar de manera creativa e inteligente a nuestro sector primario y también de multiplicar por mil las posibilidades del industrial. Ha llegado el momento de que nuestras universidades puedan convertirse en referentes mundiales a poco que seamos consecuentes con ello, que nuestros talentos pueden generar tanta riqueza como los millones de turistas que hoy siguen llegando, aunque no sepamos por cuanto tiempo más.