Espacio de opinión de Canarias Ahora
No son lo mismo
No sorprende, por tanto, que a Mato la arrastrara esa dinámica, que pasara de la explicación del programa de su partido, en acto convocado para eso, precisamente, y elevara a categoría cuanto ha largado el PP durante la legislatura en su paciente construcción del “desastre Zapatero”. Yo no sé a ustedes, pero a mí la intervención de Mato, a eso iba, me confirmó la impresión de que el 20-N no ganará el PP sino que perderá el PSOE, víctima más de sus errores, que no han sido pocos, y de su incapacidad para contrarrestar la insidiosa campaña de un PP que de los aciertos del PP, que poco ha hecho para estar tan cerca de La Moncloa.
Y ya metido en valoraciones subjetivas, me pregunto si no será la derecha promotora de la idea, muy extendida, de que todos los políticos son iguales. Un convencimiento que la beneficia porque, si son lo mismo unos y otros, se destierra la vieja sabiduría de que más vale malo conocido que bueno por conocer. He procurado a averiguar a quien piensan votar los que hacen afirmación tan absoluta y siempre acaban por reconocer que a Rajoy; por diversas razones, entre otras la esperanza de que con un Gobierno del PP, el empresariado se vaciará los bolsillos en inversiones y creación de empleo. Hay, claro está, otros factores subjetivos que conspiran a favor del PP, pero para muestra basta un botón. Interesa anotar que, aun reconociendo dificultades en este momento para establecer diferencias a primera vista, no todos los políticos son iguales. Hay diferentes ideologías y modos de entender de la vida, distintas prioridades, etcétera. En este sentido, como ya se ha apuntado, hemos visto a Zapatero alejarse de los postulados socialdemócratas y desarrollar políticas neoliberales. Sin embargo, no es menos cierto que a Zapatero lo han obligado a actuar de ese modo las circunstancias sobrevenidas en un clima de crisis económica y de claro retroceso de las opciones socialdemócratas, con la izquierda calentando motores que pistonean demasiado y unos movimientos sociales en alza que desbordan las correlaciones de fuerzas tradicionales. Quiero decir que podrían los psocialistas volver por sus fueros, rectificar y recuperar su identidad extraviada, lo que en definitiva pretende Rubalcaba; y que frente a ellos Rajoy y el PP tienen el neoliberalismo en sus genes, es la razón de ser que conforma una forma de pensar y de gobernar, llegado el caso. No son, pues, lo mismo.
No sorprende, por tanto, que a Mato la arrastrara esa dinámica, que pasara de la explicación del programa de su partido, en acto convocado para eso, precisamente, y elevara a categoría cuanto ha largado el PP durante la legislatura en su paciente construcción del “desastre Zapatero”. Yo no sé a ustedes, pero a mí la intervención de Mato, a eso iba, me confirmó la impresión de que el 20-N no ganará el PP sino que perderá el PSOE, víctima más de sus errores, que no han sido pocos, y de su incapacidad para contrarrestar la insidiosa campaña de un PP que de los aciertos del PP, que poco ha hecho para estar tan cerca de La Moncloa.
Y ya metido en valoraciones subjetivas, me pregunto si no será la derecha promotora de la idea, muy extendida, de que todos los políticos son iguales. Un convencimiento que la beneficia porque, si son lo mismo unos y otros, se destierra la vieja sabiduría de que más vale malo conocido que bueno por conocer. He procurado a averiguar a quien piensan votar los que hacen afirmación tan absoluta y siempre acaban por reconocer que a Rajoy; por diversas razones, entre otras la esperanza de que con un Gobierno del PP, el empresariado se vaciará los bolsillos en inversiones y creación de empleo. Hay, claro está, otros factores subjetivos que conspiran a favor del PP, pero para muestra basta un botón. Interesa anotar que, aun reconociendo dificultades en este momento para establecer diferencias a primera vista, no todos los políticos son iguales. Hay diferentes ideologías y modos de entender de la vida, distintas prioridades, etcétera. En este sentido, como ya se ha apuntado, hemos visto a Zapatero alejarse de los postulados socialdemócratas y desarrollar políticas neoliberales. Sin embargo, no es menos cierto que a Zapatero lo han obligado a actuar de ese modo las circunstancias sobrevenidas en un clima de crisis económica y de claro retroceso de las opciones socialdemócratas, con la izquierda calentando motores que pistonean demasiado y unos movimientos sociales en alza que desbordan las correlaciones de fuerzas tradicionales. Quiero decir que podrían los psocialistas volver por sus fueros, rectificar y recuperar su identidad extraviada, lo que en definitiva pretende Rubalcaba; y que frente a ellos Rajoy y el PP tienen el neoliberalismo en sus genes, es la razón de ser que conforma una forma de pensar y de gobernar, llegado el caso. No son, pues, lo mismo.