Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

Los pobres y los miserables

Cuando veo en el coche la temperatura de 12 grados a las 7 menos cuarto de la mañana miro afuera para asegurarme de que estoy en Las Palmas de Gran Canaria. Desde el semáforo veo unos cartones sobre un banco. También hay plásticos y un anorak. Y una mata de pelos asoma por una esquina. Entre los plásticos, los cartones, el anorak y el banco hay una persona. Sin roperos, sin mantas, sin estufas. En la calle hace mucho frío.

Cincuenta o sesenta mujeres de esta ciudad están durmiendo en algún banco. Los días que tienen suerte se quedan en una pensión. Son mujeres que ejercieron la prostitución en el último medio siglo, entre la represión del franquismo y la marginación en la democracia. Sus cuerpos dieron calor clandestino a mucha gente y hoy pasan frío en público. La burocracia institucional ha retrasado la apertura de un centro para acogerlas. La Obra Social tiene el local desde hace más de un año. Pero para abrirlo hay que tener una serie de licencias y permisos que siguen un proceso que es ajeno al frío de este invierno, ajeno a las noches duras que pasan estas mujeres, ajenos al derecho a tener un techo.

La Directora de Cáritas, Francisca Bonny, nos contaba ayer en El Correíllo que en los años de bonanza económica las instituciones no subieron el presupuesto de apoyo a las ongs. Este año el cabildo les aportó 190.000 euros para ayudas urgentes, como presupuesto extraordinario. Ni el gobierno canario ni el ayuntamiento han aumentado su apoyo. Sólo han recibido ayudas extras de los trabajadores municipales, los guagüeros y otros colectivos laborales y empresas. Dice Paqui Bonny que sería bueno que las tres instituciones se coordinaran en su lucha contra la pobreza (en su no lucha, digo yo). También están pendientes de la apertura de un centro para acoger a personas sin techo. Hay gente que se acerca a esta ong para decirles que les han propuesto un trabajo, pero que como están durmiendo en la calle no van a poder cogerlo ¿cómo voy a ir a trabajar sin ducharme, con la ropa manchada?¿Cuánto tardarán en echarme? Los comedores de Cáritas están desbordados. En los centros de acogida no cabe más gente. Hace falta un local con unos baños, unas duchas, unas camas. Eso no cuesta mucho. El ayuntamiento se comprometió hace más de una año y dice que dentro de poco estará listo. Pero mientras tanto en la calle hace mucho frío.

La pobreza es más dura en los inviernos fríos. Tenemos pobres en nuestras calles que pasan las noches tiritando. Hay pobres en la calle. Pero hay miserables en algunos despachos oficiales. Miserables en la tercera acepción del diccionario: “mezquino, el que escatima en el gasto” (en el gasto social, que para otros gastos no son miserables) . Miserables que no pasan frío. Miserables que no tienen en su agenda política atender a los que nada tienen. A los que sólo tienen cartones, plásticos y algún anorak. A los que tienen el cielo por techo y el viento frío como pared.

Juan García Luján

Cuando veo en el coche la temperatura de 12 grados a las 7 menos cuarto de la mañana miro afuera para asegurarme de que estoy en Las Palmas de Gran Canaria. Desde el semáforo veo unos cartones sobre un banco. También hay plásticos y un anorak. Y una mata de pelos asoma por una esquina. Entre los plásticos, los cartones, el anorak y el banco hay una persona. Sin roperos, sin mantas, sin estufas. En la calle hace mucho frío.

Cincuenta o sesenta mujeres de esta ciudad están durmiendo en algún banco. Los días que tienen suerte se quedan en una pensión. Son mujeres que ejercieron la prostitución en el último medio siglo, entre la represión del franquismo y la marginación en la democracia. Sus cuerpos dieron calor clandestino a mucha gente y hoy pasan frío en público. La burocracia institucional ha retrasado la apertura de un centro para acogerlas. La Obra Social tiene el local desde hace más de un año. Pero para abrirlo hay que tener una serie de licencias y permisos que siguen un proceso que es ajeno al frío de este invierno, ajeno a las noches duras que pasan estas mujeres, ajenos al derecho a tener un techo.