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Un polvo en el Sebadal

Es cierto que le di vueltas a los resultados. Que después de pasar cuatro horas de radio en directo, coordinando la intervención desde el estudio de ocho personas, con entrevistas a políticos, conexiones con las sedes de los partidos, llamadas a representantes de empresarios y sindicatos?Después de todo eso me puse a repasar los datos con la tranquilidad/esclavitud que te da que el hecho de que Internet no tiene horario de cierre de edición. Y, cuando salí a la una de la madrugada en medio de la soledad del Sebadal, tuve que ceder el paso a un coche que salía del aparcamiento que está debajo de la radio , entre dos contenedores. Dentro iba una parejita con los cristales ahumados por los vapores humanos emitidos durante un guanijey a la sombra de las antenas .Me acordé de lo caro que siguen los pisos, de que los bancos no dan crédito a estos jóvenes que no se han podido marchar de casa de sus padres y tienen que ir al Sebadal a echarse un polvo mientras yo, estúpido de mí, me devanaba los sesos para escribir un artículo sobre los resultados electorales.

Mis esfuerzos por mostrar mi preocupación por la alta abstención, que fue la primera fuerza/debilidad en Canarias y en la mayoría de los países europeos, mi interés por destacar que los votos en blanco (que suele ser un voto de castigo a los que gobiernan y a la oposición) son las séptima fuerza política en las islas, mi atrevimiento por confesar que no entendía la fiesta y las sonrisas de los protagonistas del aburrido bipartidismo cuando el PP y el PSOE perdieron votos respecto a 2004. Yo escribiendo todo eso mientras a unos metros de mí dos jóvenes estaban echándose el casquete en un coche...

¿Y qué logré con mi artículo? Pues que algunos lectores se identificaron con mis reflexiones y otros me llamaron vendido a Zapatero. El problema no es que uno esté vendido o alquilado al partido que fundó Pablo Iglesias, que al fin y al cabo esta profesión está expuesta a la crítica y lo más gratificante para un lector al que no le gustan tus opiniones es poder escribir que estás echado a perder, que te compró el poder y encima en mi periódico lo publican. El problema es que estos del PSOE siguen sin darse cuenta de que los quiero tanto, siguen sin enchufarme en alguna institución pública, sin darme un puestito en algún sitio con un horario agradable. Sólo pido un trabajito que, como mínimo, no me obligue a estar a los doce de la noche de un domingo electoral escribiendo un artículo a cien metros de un coche donde dos jóvenes disfrutan del placer de un polvo clandestino en la misma zona donde hace casi 20 años yo estuve en mi Opel Corsa con una piba mientras otros sufrían frente a su máquina de escribir. Al final va a tener razón aquel lector, si comparamos mis placenteros momentos en el Sebadal en el Opel con mi sufrimiento para parir el artículo el domingo por la noche, definitivamente doy lástima.

Juan García Luján

Es cierto que le di vueltas a los resultados. Que después de pasar cuatro horas de radio en directo, coordinando la intervención desde el estudio de ocho personas, con entrevistas a políticos, conexiones con las sedes de los partidos, llamadas a representantes de empresarios y sindicatos?Después de todo eso me puse a repasar los datos con la tranquilidad/esclavitud que te da que el hecho de que Internet no tiene horario de cierre de edición. Y, cuando salí a la una de la madrugada en medio de la soledad del Sebadal, tuve que ceder el paso a un coche que salía del aparcamiento que está debajo de la radio , entre dos contenedores. Dentro iba una parejita con los cristales ahumados por los vapores humanos emitidos durante un guanijey a la sombra de las antenas .Me acordé de lo caro que siguen los pisos, de que los bancos no dan crédito a estos jóvenes que no se han podido marchar de casa de sus padres y tienen que ir al Sebadal a echarse un polvo mientras yo, estúpido de mí, me devanaba los sesos para escribir un artículo sobre los resultados electorales.

Mis esfuerzos por mostrar mi preocupación por la alta abstención, que fue la primera fuerza/debilidad en Canarias y en la mayoría de los países europeos, mi interés por destacar que los votos en blanco (que suele ser un voto de castigo a los que gobiernan y a la oposición) son las séptima fuerza política en las islas, mi atrevimiento por confesar que no entendía la fiesta y las sonrisas de los protagonistas del aburrido bipartidismo cuando el PP y el PSOE perdieron votos respecto a 2004. Yo escribiendo todo eso mientras a unos metros de mí dos jóvenes estaban echándose el casquete en un coche...