Las prioridades de la Isla

Comienza el año 2015 y en la isla de Gran Canaria vuelve, lamentablemente, a ser prioridad de miles y miles de familias que alguno de sus miembros consiga un empleo. Esa prioridad hace que muchas familias anhelen, en justicia, dejar de ser asistidas por bienestar social y puedan conseguir, a través de una remuneración económica que venga por un trabajo, solventar su día a día y sentirse realizados.

Ante esa realidad que vuelve a ser visible en este enero, llama la atención que las prioridades de la máxima institución de la Isla, el Cabildo de Gran Canaria, sean otras.

Produce decepción, decepción en mayúsculas, conocer cuáles son los números del Cabildo de la Isla y conocer que los destinos de esos números, una institución saneada y solvente económicamente, no sean las prioridades de los grancanarios.

En primer lugar es absolutamente lamentable que el Cabildo de Gran Canaria no lleve un plan de empleo social en sus presupuestos para el año 2015. Escuché del Presidente del Cabildo, y en directo, decir que el Cabildo no aportaba dinero a los planes de empleo social porque el empleo no era competencia de las administraciones locales. Se afirma que la peor de las mentiras es aquella que se monta sobre medias verdades, y siendo verdad que el empleo no es competencia directa de las administraciones locales, también lo es que todos los ayuntamientos, que son corporaciones locales como los cabildos, todos prácticamente, han destinado en el año 2014 y destinarán en el año 2015, partidas económicas para planes de empleo social. Partidas económicas que los ayuntamientos, y los cabildos, pueden materializar en convenio con el Gobierno de Canarias. Gran esfuerzo que han hecho los Ayuntamientos – y el Gobierno de Canarias, y otros Cabildos como el de Tenerife o La Palma,....- y que sin embargo no hace el Cabildo de nuestra Isla, cuando la inversión en empleo, y prioritariamente en las familias en las que ninguno de sus miembros recibe prestación económica alguna, es o debiera ser, una premisa indiscutible.

Solo por este hecho los números del Presupuesto del año 2015 del Cabildo de Gran Canaria merecen un suspenso rotundo.

Pero hay más: la prioridad de la inversión pública debe ir encaminada a los que sea socialmente más útil, más necesario y ayude de la manera más clara a las economías familiares. Es inaceptable que el Cabildo de nuestra Isla aumente de una manera desproporcionada, los gastos en protocolo y propaganda, llevándolos a casi ¡un millón de euros!, y sin embargo no aporte una ayuda económica de colaboración con los municipios para el aumento que hemos tenido que soportar, la ciudadanía y los ayuntamientos, en el tratamiento de los residuos: un aumento económico decidido por el Cabildo y que se carga sobre las ya frágiles espaldas de las familias grancanarias. El Cabildo podía perfectamente colaborar en un servicio obligatorio, y simplemente, no lo ha querido hacer.

Como no ha querido este Grupo de Gobierno del Cabildo apostar por la transparencia, la justicia y la igualdad en el reparto a la ciudadanía de la Isla de sus recursos económicos. El Norte, con este gobierno, ha perdido definitivamente la batalla. Los municipios de la Mancomunidad norteña se despueblan, por el paro y la falta de oportunidades. Y ante ello, la respuesta del gobierno insular ha sido en estos casi cuatro años, la eliminación del Plan del Norte; la eliminación de las partidas económicas y de la objetividad ( criterio de población y solidaridad) en su reparto.

Un corte en la yugular a la mitad de la Isla.

Oportunidad perdida.

Gran Canaria y su máxima institución exigen un cambio de rumbo; un viraje en el timón de las prioridades que acerque al Cabildo de Gran Canaria, de manera verdadera, a la calle. Esa calle que pide empleo social; esa calle que demanda colaboración económica para los servicios básicos, esas calles de 21 municipios que necesitan inversión pública, una inversión justa, ni arbitraria ni partidaria, que equilibre a la Isla y la haga de todos.

Una Isla que respete sus prioridades.