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Profunda quiebra social

En primer lugar, llama la atención la situación de los hogares canarios con relación a la renta. Resulta preocupante que un 22,5% de los hogares de nuestra tierra tengan en 2004 rentas inferiores a 9.000 euros anuales, frente al 18,3% de media española. Y lo es aún más si comparamos los datos con el 2003, año en el que un 18% de los hogares canarios tenían rentas inferiores a los 9.000 euros: en un año se ha incrementado en 4,5 puntos, cuando en España la subida fue del 0,4. Con esos apuntes, el nivel de renta media de los hogares de Canarias era de 20.199 euros en 2004, más de 2.200 euros menos que la media estatal. Y la evolución es claramente negativa, pues en 2003 la renta media de los hogares canarios alcanzó los 19.834, un 8% inferior a la media española de aquel año; ahora el diferencial es del 10%.Canarias se sitúa así como la sexta comunidad autónoma con peores niveles de renta en sus hogares, sólo superada por Extremadura, Castilla La Mancha, Andalucía, Castilla León y Comunidad Valenciana. Por la parte alta de la tabla aparecen Navarra, con 25.217, más de 5.000 euros más que las Islas, y Madrid (27.540).Otro tanto ocurre cuando analizamos la renta media por persona, que era de 6.680 euros en 2004, 1.245 euros menos que la media estatal, lo que supone un diferencial negativo del 16%. Nos encontramos a años luz de Navarra (10.255), Madrid (9.515) o País Vasco (9.495), y sólo en mejores condiciones que Extremadura (6.229), Andalucía (6,454) y Castilla La Mancha (6.643).Asimismo, al igual que sucede en la renta media de los hogares, la que se refiere a las personas experimenta en 2004, según se recoge en el informe del Consejo Económico y Social de Canarias, una bajada con relación a 2003 de 68 euros, siendo Canarias la única Comunidad, junto a La Rioja, que retrocede, mientras que la media española subía en el mismo período 334 euros.Otros datos abundan en esa situación de precariedad: el 46,9% de los hogares canarios no se permitió vacaciones fuera de casa de al menos una semana al año (4,5 puntos más que la media estatal), o un 50,1% de los hogares no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos, frente al 33,8% estatal.Ese preocupante y progresivo alejamiento de los parámetros medios españoles que observamos en las rentas de los hogares y de las personas, tiene su concreción también en los niveles de pobreza. Tomando como base de la línea de pobreza el 60% de la mediana del ingreso mensual del conjunto de la población, los estudios concluyen que el nivel de pobreza relativa de Canarias era en 2005 del 28,5%, casi nueve puntos por encima de la media española.Y si el dato es muy malo, la comparación con años anteriores debe ser motivo de profunda reflexión para los agentes sociales y económicos, así como para los responsables políticos canarios. En 2004, la población bajo el umbral de la pobreza era del 24,1%, es decir 4,4 puntos menos, y la distancia era menor sobre la media española de entonces (19,9%). Hemos empeorado claramente.Pero si miramos un poco más atrás en el tiempo las conclusiones son aún más graves. En efecto, en 2001, con una metodología homologable con la actual, el porcentaje de pobreza relativa era del 18,6% (con una espectacular bajada respecto a 1995, en el que se alcanzaba el 27% de la población). Los últimos datos, correspondientes al 2005, señalan que se ha incrementado en diez puntos el nivel de pobreza. Canarias lejos de caminar hacia la felicidad, como prometió alguno, lo ha hecho, desgraciadamente, hacia el incremento de la pobreza y las desigualdades sociales.Es urgente, por tanto, cambiar profundamente las formas de gobernar para poner el acento en la mejora de la economía productiva y del empleo –incrementando su estabilidad y acercando nuestros sueldos privados a la media estatal, de la que hoy estamos bastante alejados-, desarrollando políticas que generen riqueza y empleo, y favorezcan el interés general y no los negocios de unos pocos. Haciendo que el desarrollo alcanzado en las últimas décadas por las Islas continúe, superando progresivamente sus actuales disfunciones. Y avanzando de forma decidida en una mejor distribución de la riqueza. Implementando adecuadas políticas de vivienda, trabajando por la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Construyendo, en definitiva, desde el mayor grado de concertación entre los agentes sociales y económicos, una Canarias más justa y equilibrada.(*)Román Rodríguez es presidente de Nueva Canarias.

Román Rodríguez (*)

En primer lugar, llama la atención la situación de los hogares canarios con relación a la renta. Resulta preocupante que un 22,5% de los hogares de nuestra tierra tengan en 2004 rentas inferiores a 9.000 euros anuales, frente al 18,3% de media española. Y lo es aún más si comparamos los datos con el 2003, año en el que un 18% de los hogares canarios tenían rentas inferiores a los 9.000 euros: en un año se ha incrementado en 4,5 puntos, cuando en España la subida fue del 0,4. Con esos apuntes, el nivel de renta media de los hogares de Canarias era de 20.199 euros en 2004, más de 2.200 euros menos que la media estatal. Y la evolución es claramente negativa, pues en 2003 la renta media de los hogares canarios alcanzó los 19.834, un 8% inferior a la media española de aquel año; ahora el diferencial es del 10%.Canarias se sitúa así como la sexta comunidad autónoma con peores niveles de renta en sus hogares, sólo superada por Extremadura, Castilla La Mancha, Andalucía, Castilla León y Comunidad Valenciana. Por la parte alta de la tabla aparecen Navarra, con 25.217, más de 5.000 euros más que las Islas, y Madrid (27.540).Otro tanto ocurre cuando analizamos la renta media por persona, que era de 6.680 euros en 2004, 1.245 euros menos que la media estatal, lo que supone un diferencial negativo del 16%. Nos encontramos a años luz de Navarra (10.255), Madrid (9.515) o País Vasco (9.495), y sólo en mejores condiciones que Extremadura (6.229), Andalucía (6,454) y Castilla La Mancha (6.643).Asimismo, al igual que sucede en la renta media de los hogares, la que se refiere a las personas experimenta en 2004, según se recoge en el informe del Consejo Económico y Social de Canarias, una bajada con relación a 2003 de 68 euros, siendo Canarias la única Comunidad, junto a La Rioja, que retrocede, mientras que la media española subía en el mismo período 334 euros.Otros datos abundan en esa situación de precariedad: el 46,9% de los hogares canarios no se permitió vacaciones fuera de casa de al menos una semana al año (4,5 puntos más que la media estatal), o un 50,1% de los hogares no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos, frente al 33,8% estatal.Ese preocupante y progresivo alejamiento de los parámetros medios españoles que observamos en las rentas de los hogares y de las personas, tiene su concreción también en los niveles de pobreza. Tomando como base de la línea de pobreza el 60% de la mediana del ingreso mensual del conjunto de la población, los estudios concluyen que el nivel de pobreza relativa de Canarias era en 2005 del 28,5%, casi nueve puntos por encima de la media española.Y si el dato es muy malo, la comparación con años anteriores debe ser motivo de profunda reflexión para los agentes sociales y económicos, así como para los responsables políticos canarios. En 2004, la población bajo el umbral de la pobreza era del 24,1%, es decir 4,4 puntos menos, y la distancia era menor sobre la media española de entonces (19,9%). Hemos empeorado claramente.Pero si miramos un poco más atrás en el tiempo las conclusiones son aún más graves. En efecto, en 2001, con una metodología homologable con la actual, el porcentaje de pobreza relativa era del 18,6% (con una espectacular bajada respecto a 1995, en el que se alcanzaba el 27% de la población). Los últimos datos, correspondientes al 2005, señalan que se ha incrementado en diez puntos el nivel de pobreza. Canarias lejos de caminar hacia la felicidad, como prometió alguno, lo ha hecho, desgraciadamente, hacia el incremento de la pobreza y las desigualdades sociales.Es urgente, por tanto, cambiar profundamente las formas de gobernar para poner el acento en la mejora de la economía productiva y del empleo –incrementando su estabilidad y acercando nuestros sueldos privados a la media estatal, de la que hoy estamos bastante alejados-, desarrollando políticas que generen riqueza y empleo, y favorezcan el interés general y no los negocios de unos pocos. Haciendo que el desarrollo alcanzado en las últimas décadas por las Islas continúe, superando progresivamente sus actuales disfunciones. Y avanzando de forma decidida en una mejor distribución de la riqueza. Implementando adecuadas políticas de vivienda, trabajando por la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Construyendo, en definitiva, desde el mayor grado de concertación entre los agentes sociales y económicos, una Canarias más justa y equilibrada.(*)Román Rodríguez es presidente de Nueva Canarias.

Román Rodríguez (*)