Espacio de opinión de Canarias Ahora
Un puerto sin El Puerto
En las últimas semanas, hemos asistido a multitud de noticias y declaraciones de representantes públicos de esta Isla, sobre el proyecto de puerto a ejecutar en El Puerto de La Cruz, la inmensa mayoría, de instituciones no portuenses. Esta circunstancia no es casual. En su día, como concejal no adscrito, voté en contra de la cesión por parte del Ayuntamiento al Gobierno de Canarias, de la concesión sobre los terrenos del Parque Marítimo, para construir un puerto que como se ha demostrado ahora, no estaba más que en la imaginación de los responsables del Gobierno de Canarias y del Cabildo de Tenerife, es decir era una realidad virtual, inventada para mantener callados a los portuenses.
Hace dos meses escasos se volvió a repetir la votación sobre la cesión y esta vez como concejal de VxP, voté junto a mi compañera de grupo, de nuevo en contra de ella (fuimos el único grupo que lo hizo), porque como ya dije en su momento, suponía conceder un cheque en blanco a la Dirección General de Puertos del Gobierno de Canarias, para hacer en la mayor y mejor área de oportunidad de la que dispone el municipio (y probablemente cualquier municipio del Estado), el “Parque Marítimo”, lo que les viniera en gana, a cambio hacer un puerto, en el que no se iba a invertir un euro de dinero público y cuya financiación no estaba asegurada. Tampoco se concretaba qué beneficios iba a recibir el Ayuntamiento, la riqueza que se iba a crear para la ciudad y sus habitantes y no se aseguraba que cuando la concesión a la empresa adjudicataria terminara, el Ayuntamiento tendría la prioridad absoluta para obtener una nueva concesión. La razón última de nuestro rechazo era que el Ayuntamiento no estaría presente, ni tendría poder decisorio alguno en el proceso de adjudicación del nuevo puerto. El tiempo nos ha acabado dando la razón, el Ayuntamiento ha sido un convidado de piedra, la verdadera estrategia era desarrollar el parque marítimo sobre el que la empresa adjudicataria va a decidir lo que le venga en gana, permaneciendo las dudas sobre el beneficio para el Puerto y los portuenses, no se dice que pasará cuando la concesión finalice; y el puerto que se va a ejecutar es la tercera parte del originalmente planteado
Pero lo que resulta realmente inaceptable es que todo este “culebrón” se sigue desarrollando a espaldas de los portuenses, de su conocimiento y de sus intereses y de la institución que los representa, el Ayuntamiento de El Puerto de La Cruz.
No oímos nunca o casi nunca al Director General de Puertos que es el titular de la infraestructura, oímos mucho a Carlos Alonso, Vicepresidente del Cabildo y como cabeza de lista de CC a esa institución, en las próximas elecciones, empeñado en mejorar la imagen de su partido en el Norte de Tenerife y en detener la previsible sangría de votos de Coalición en esta comarca.
Oímos mucho también hasta a Manuel Domínguez, alcalde de los Realejos autoproclamado “campeón del puerto y del Norte de Tenerife” que se ha dado cuenta de que a río revuelto ganancia de pescadores y que a fuerza de repetir una y otra vez que él es el mayor defensor del muelle, sin concretar hasta el momento como (todavía nos acordamos de los fondos europeos que prometió conseguir en nombre del PP para el Puerto, en la primera reunión de la Cofradía de Pescadores) ha ido convenciendo a muchas personas de que es “the special one”, con el consiguiente previsible trasvase de votos de CC a PP en este sufrido y abandonado Norte.
Carlos Alonso dice lo que debe y no debe hacerse: “Creo que el Puerto hay que hacerlo a trozos y así se hará. El futuro de Puerto de la Cruz no está en ferris ni en cruceros. El primer elemento que va a dar una dinámica distinta al destino, sería el parque marítimo y la zona de ocio.”
Domínguez por su parte “reclama a las administraciones públicas implicadas que se comprometan a ampliar el puerto en el futuro”. Marcos Brito máximo representante de los habitantes de esta ciudad, dice que no podemos dejar escapar esa financiación por el bien de la población“. Los dos primeros, cargos públicos de instituciones no portuenses, con sus declaraciones, parecen tener un modelo de puerto (y de ciudad), pero diseñado sin tener en cuenta lo que sus habitantes y sus agentes económicos y sociales piensan, desean, quieren y por supuesto sin tener en cuenta al Ayuntamiento de El Puerto de La Cruz, inoperativo, fuera de juego, ninguneado. Lo que nos ofrecen Gobierno de Canarias y Cabildo de Tenerife es un producto ya hecho, un plato ya ”precocinado“ que lleva escrito en la tapa ”o lo tomas o lo dejas“, con una amenaza en el interior que dice ”no te quejes o nos llevamos la comida para otra parte“. Por su parte, las palabras de Marcos Brito demuestran que lo único que le interesa es la inversión, tener unos dineros asegurados y si se puede, la primera piedra colocada antes de las elecciones para salvar la cara. Por eso no ha defendido los intereses de la ciudad y se ha autoexcluido y con él a todo el Ayuntamiento, del proceso de concesión, por eso poco le importa lo que se vaya hacer en el Parque Marítimo y que la riqueza que se genere se reparta fundamentalmente entre los portuenses y no vaya de forma exclusiva a una empresa privada. No tiene modelo de ciudad y lo que es peor, lo que los portuenses piensan, desean y quieren, le trae sin cuidado.
Lo que es más grave, todos los políticos citados pretenden construir un puerto sin El Puerto.
En las últimas semanas, hemos asistido a multitud de noticias y declaraciones de representantes públicos de esta Isla, sobre el proyecto de puerto a ejecutar en El Puerto de La Cruz, la inmensa mayoría, de instituciones no portuenses. Esta circunstancia no es casual. En su día, como concejal no adscrito, voté en contra de la cesión por parte del Ayuntamiento al Gobierno de Canarias, de la concesión sobre los terrenos del Parque Marítimo, para construir un puerto que como se ha demostrado ahora, no estaba más que en la imaginación de los responsables del Gobierno de Canarias y del Cabildo de Tenerife, es decir era una realidad virtual, inventada para mantener callados a los portuenses.
Hace dos meses escasos se volvió a repetir la votación sobre la cesión y esta vez como concejal de VxP, voté junto a mi compañera de grupo, de nuevo en contra de ella (fuimos el único grupo que lo hizo), porque como ya dije en su momento, suponía conceder un cheque en blanco a la Dirección General de Puertos del Gobierno de Canarias, para hacer en la mayor y mejor área de oportunidad de la que dispone el municipio (y probablemente cualquier municipio del Estado), el “Parque Marítimo”, lo que les viniera en gana, a cambio hacer un puerto, en el que no se iba a invertir un euro de dinero público y cuya financiación no estaba asegurada. Tampoco se concretaba qué beneficios iba a recibir el Ayuntamiento, la riqueza que se iba a crear para la ciudad y sus habitantes y no se aseguraba que cuando la concesión a la empresa adjudicataria terminara, el Ayuntamiento tendría la prioridad absoluta para obtener una nueva concesión. La razón última de nuestro rechazo era que el Ayuntamiento no estaría presente, ni tendría poder decisorio alguno en el proceso de adjudicación del nuevo puerto. El tiempo nos ha acabado dando la razón, el Ayuntamiento ha sido un convidado de piedra, la verdadera estrategia era desarrollar el parque marítimo sobre el que la empresa adjudicataria va a decidir lo que le venga en gana, permaneciendo las dudas sobre el beneficio para el Puerto y los portuenses, no se dice que pasará cuando la concesión finalice; y el puerto que se va a ejecutar es la tercera parte del originalmente planteado