Espacio de opinión de Canarias Ahora
Reivindicación inusual
No es el principal de los sucesos registrados en el presente mandato pero sí hay que añadirlo a un largo listado que parece no tener fin y que refleja un agotamiento. De ideas, de personas, de modos de gobernar. Como no es frecuente el hecho, es decir, ni que los vecinos se manifiesten por algo que les concierne directamente ni que reivindiquen la gestión pública de unas instalaciones construidas con aportaciones de todos los contribuyentes y que es una de las pocas alternativas de ocio y a Las Teresitas en la capital, hay que significar que algo se sigue moviendo en Santa Cruz de Tenerife desde el punto de vista ciudadano. Los vaivenes en la política municipal, que aún pueden deparar alguna sorpresa gorda, tienen su mejor reflejo en que, a estas alturas, los candidatos a la alcaldía aún están por definir-
A lo que íbamos. Hay que congratularse de esa iniciativa ciudadana. Y de la sensibilidad mostrada por quienes demuestran que hay cosas que duelen. Que la gente se identifique con los bienes públicos es una señal positiva. El parque marítimo santacrucero lo es y como que una parte de los usuarios ha dicho que ya está bien, que basta de experimentos con tufo a chanchullos y amiguismos, a negocietes fáciles. Esto es de todos y no es justo que unos pocos dispongan y encima se enriquezcan sin control.
Han sido tantas las situaciones de pelotazo y aprovechamiento en esta tierra labradas en impunidad, que es normal que la población empiece a reaccionar. Que lo haga así, como quedó de manifiesto en las imágenes, en defensa de lo que es patrimonio común, resulta estimulante. Es de esperar que gobernantes y responsables hayan tomado buena nota de esta actitud que rompe esquemas, porque aquí, como se sabe, estamos acostumbrados al pasotismo y la resignación.
El parque es de todos, luego cabe pedir que sea gestionado, con la fórmula legal que proceda, desde la administración pública, con transparencia, con profesionalidad, con ánimo de mejorar las instalaciones. Y se puede conseguir, claro que sí. Los vecinos que culminaron su disfrute veraniego con esa llamativa reivindicación han protagonizado un hecho merecedor de reconocimiento. Han demostrado sensibilidad y han expuesto con claridad una idea. Eso, en los tiempos que corren, se agradece.
No es el principal de los sucesos registrados en el presente mandato pero sí hay que añadirlo a un largo listado que parece no tener fin y que refleja un agotamiento. De ideas, de personas, de modos de gobernar. Como no es frecuente el hecho, es decir, ni que los vecinos se manifiesten por algo que les concierne directamente ni que reivindiquen la gestión pública de unas instalaciones construidas con aportaciones de todos los contribuyentes y que es una de las pocas alternativas de ocio y a Las Teresitas en la capital, hay que significar que algo se sigue moviendo en Santa Cruz de Tenerife desde el punto de vista ciudadano. Los vaivenes en la política municipal, que aún pueden deparar alguna sorpresa gorda, tienen su mejor reflejo en que, a estas alturas, los candidatos a la alcaldía aún están por definir-
A lo que íbamos. Hay que congratularse de esa iniciativa ciudadana. Y de la sensibilidad mostrada por quienes demuestran que hay cosas que duelen. Que la gente se identifique con los bienes públicos es una señal positiva. El parque marítimo santacrucero lo es y como que una parte de los usuarios ha dicho que ya está bien, que basta de experimentos con tufo a chanchullos y amiguismos, a negocietes fáciles. Esto es de todos y no es justo que unos pocos dispongan y encima se enriquezcan sin control.