Espacio de opinión de Canarias Ahora
Para salir de la crisis, abandonar la austeridad
El Fondo Monetario Internacional ( FMI ) junto con el Banco Central Europeo ( BCE ) y la Comisión Europea ( CE ) forman la troika, el triunvirato que durante estos años de crisis bancaria y económica han venido imponiendo en la Unión Europea ( UE ), con mano de hierro, políticas de austeridad - mejor sería decir de ajuste estructural -, cuyas consecuencias laborales y sociales han sido devastadoras.
Ahora el FMI - que consigo mismo tiene poco de austero, como demuestra el hecho de que en la pasada cena de Navidad se gastara, para agasajar a sus más de 7.000 invitados, 380.000 euros -, acaba de reconocer en un informe titulado “ Errores en el Pronóstico de Crecimiento y Multiplicadores Fiscales”, firmado por su economista jefe O. Blanchard, que el organismo internacional se equivocó al valorar el impacto de la austeridad en los países europeos. Literalmente, “ Los pronósticos subestimaron significativamente el aumento del desempleo y la caída de la demanda interior con la consolidación fiscal”. En una palabra, el informe ha venido a reconocer el “error” de exigir tanta austeridad a los países europeos.
¿ Qué dirán el BCE y la CE ante este reconocimineto de parte? ¿ Seguirán los pasos del FMI y también ellos admitirán que la aplicación de las políticas de austeridad constituyen un error que no sólo provoca gravísimos perjuicios sociales, sino que además, son la fórmula ideal para no salir de la crisis ?
Tengo la casi completa seguridad de que ni el BCE, ni la CE imitarán el ejemplo del FMI, entonarán el mea culpa y rectificarán las antipopulares políticas de austeridad.
¿ Por qué?
Por la sencilla razón de que mientras el FMI por su dimensión mundial no está al servicio del gobierno alemán de la Canciller A. Merkel, el BCE y la CE sí lo están, como lo está a su vez la propia señora Merkel con respecto a los dueños de la banca, de las grandes empresas privadas y de las grandes fortunas de la República Federal Alemana ( RFA ).
Por consiguiente, creo que el reconocimiento por parte del FMI de que las políticas de austeridad no sacarán a la UE de la crisis, sino que la agravarán y la prolongarán, no bastará para que el BCE y la CE, bajo el control de la derecha alemana representada por la canciller Merkel, renuncien también a seguir aplicando la errónea receta de la austeridad.
¿ Qué pueden hacer entonces los pueblos, los ciudadanos, los trabajadores, los pequeños empresarios, víctimas de esta política de austeridad que sólo beneficia a los banqueros a los grandes empresarios y a las grandes fortunas de la UE?
Exigir, mediante la movilización ciudadana general, el abandono de las políticas de austeridad, con sus reformas laborales, verdaderos regalos para los patronos, con sus recortes sociales que privan a las clases populares y a las clases medias de los indispensables servicios públicos de sanidad, educación, atención a la dependencia y que apuntan, incluso, a la privatización de las pensiones públicas.
2013 debe ser el año en el que la totalidad de los sindicatos, empezando por la Confederación Europea de Sindicatos ( CES ), las asambleas populares, las cumbres sociales y en Europa la Alter Summit o Cumbre Alternativa organicen la lucha ciudadana para exigir al BCE a la CE y a todos y cada uno de los gobiernos de los Estados que componen la UE, el abandono inmediato de las erróneas políticas de austeridad.
Ni un Presupuesto General más bajo la sombra de las políticas neoliberales de austeridad.
Ha llegado el momento de que los gobiernos, empezando por el de la UE y siguiendo por los de todos los Estados que la constituyen, cambien sus políticas económicas, situando la creación del empleo como la primera de sus prioridades y poniendo en práctica todas las medidas fiscales, financieras, económicas y laborales que pongan fin al espectáculo indecente de que mientras las clases populares y las clases medias se empobrecen con la crisis, los dueños de las grandes empresas y de bancos y las grandes fortunas se enriquecen aún más.
El Fondo Monetario Internacional ( FMI ) junto con el Banco Central Europeo ( BCE ) y la Comisión Europea ( CE ) forman la troika, el triunvirato que durante estos años de crisis bancaria y económica han venido imponiendo en la Unión Europea ( UE ), con mano de hierro, políticas de austeridad - mejor sería decir de ajuste estructural -, cuyas consecuencias laborales y sociales han sido devastadoras.
Ahora el FMI - que consigo mismo tiene poco de austero, como demuestra el hecho de que en la pasada cena de Navidad se gastara, para agasajar a sus más de 7.000 invitados, 380.000 euros -, acaba de reconocer en un informe titulado “ Errores en el Pronóstico de Crecimiento y Multiplicadores Fiscales”, firmado por su economista jefe O. Blanchard, que el organismo internacional se equivocó al valorar el impacto de la austeridad en los países europeos. Literalmente, “ Los pronósticos subestimaron significativamente el aumento del desempleo y la caída de la demanda interior con la consolidación fiscal”. En una palabra, el informe ha venido a reconocer el “error” de exigir tanta austeridad a los países europeos.