El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Dos años de gestiones y trámites
Al César lo que es del César. Porque es al actual grupo de gobierno en el Cabildo a quien debe atribuirse el proyecto de generación eléctrica por medios naturales más importante que jamás se haya implantado en Gran Canaria. Soria ordenó a Pepe Jiménez a dejar aquella iniciativa en un cajón, y José Miguel Pérez ordenó abrirlo y poner en marcha tres años de gestiones que han incluido una iniciativa parlamentaria, un plan territorial, una excepción de planeamiento, una inclusión en el Plan de Corredores Eléctricos, un plan de viabilidad, un concurso y muchas negociaciones con el Ministerio de Industria. Un proyecto que, junto a operaciones como el pabellón multiusos, el saneamiento económico de la institución, la potenciación de los mercadillos agrícolas o el tren Las Palmas-Sur dejan en evidencia a los que dicen que han sido cuatro años perdidos. Es verdad, sin embargo, que Pérez se cargó la megalómana bandera por motivos de seguridad y echó por tierra iniciativas clientelares como el Gran Canaria Ballet, el Foro Vargas Llosa o los contratos de 300.000 euros al año con el periódico El Mundo. Ahí sí le damos la razón a Bravo de Laguna.
Al César lo que es del César. Porque es al actual grupo de gobierno en el Cabildo a quien debe atribuirse el proyecto de generación eléctrica por medios naturales más importante que jamás se haya implantado en Gran Canaria. Soria ordenó a Pepe Jiménez a dejar aquella iniciativa en un cajón, y José Miguel Pérez ordenó abrirlo y poner en marcha tres años de gestiones que han incluido una iniciativa parlamentaria, un plan territorial, una excepción de planeamiento, una inclusión en el Plan de Corredores Eléctricos, un plan de viabilidad, un concurso y muchas negociaciones con el Ministerio de Industria. Un proyecto que, junto a operaciones como el pabellón multiusos, el saneamiento económico de la institución, la potenciación de los mercadillos agrícolas o el tren Las Palmas-Sur dejan en evidencia a los que dicen que han sido cuatro años perdidos. Es verdad, sin embargo, que Pérez se cargó la megalómana bandera por motivos de seguridad y echó por tierra iniciativas clientelares como el Gran Canaria Ballet, el Foro Vargas Llosa o los contratos de 300.000 euros al año con el periódico El Mundo. Ahí sí le damos la razón a Bravo de Laguna.