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Cardona financia el Tívoli

Menos mal que para romper con agosto tenemos en Canarias a un alcalde como el de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona. Tras muchas indagaciones, el Partido Socialista ha descubierto que la Caja Insular de Ahorros de Canarias ha pasado de tener una Obra Social muy generosa, que contribuía al ocio, al deporte y a las necesidades sociales de la provincia, a ser receptora de las ayudas de los contribuyentes de la ciudad, aunque sea a través de Bankia o de su banco ruin, el SAREB. Siempre según la versión socialista, el Ayuntamiento va a apoquinar del dinero que no le sobra 120.000 euros para adecentar el solar del Tívoli, aquel frustrado parque de atracciones que se levanta a la entrada de la ciudad, justo frente a las potabilizadoras que el mismo alcalde está vendiendo como chatarra. Esa ocurrencia cardoniana nos ha trasladado a otra del principio de su mandato, cuando puso en manos de unos audaces jóvenes la preparación de la candidatura de la ciudad como Capital Europea de la Juventud en 2015. Entre otras propuestas, aquella candidatura incluía la recuperación de ese solar para convertirlo en “la Ciudad de la Juventud”. Decía el proyecto que en ese espacio se levantaría “un lugar donde la gestión dependa exclusivamente de los jóvenes. Una ladera completa donde ubicar a toda la juventud y donde estos de verdad adquieran el empower (sic)”. La propuesta se completaba con la implantación de experiencias gastronómicas, “pues comer queso con un buen gofio, acompañado de papas arrugadas con mojo, viendo una regata de Vela Latina, deporte autóctono de la ciudad, son valores que sólo se pueden apreciar si se vive aquí”. Como era de esperar, el delirio se frustró y Las Palmas de Gran Canaria renunció enseguida a la candidatura de Ciudad Europea de la Juventud. Ahora, sobre los rescoldos, el alcalde pretende pagar con el dinero de los contribuyentes, a los que se han subido los impuestos dos veces donde había promesas de rebajarlos, el adecentamiento de un solar que en rigor corresponde a los propietarios, como mandan las ordenanzas. Pero ya se sabe que una autoridad del PP está para cualquier cosa menos para exigirle nada a la banca. Bienvenidos a la política canaria.

Menos mal que para romper con agosto tenemos en Canarias a un alcalde como el de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona. Tras muchas indagaciones, el Partido Socialista ha descubierto que la Caja Insular de Ahorros de Canarias ha pasado de tener una Obra Social muy generosa, que contribuía al ocio, al deporte y a las necesidades sociales de la provincia, a ser receptora de las ayudas de los contribuyentes de la ciudad, aunque sea a través de Bankia o de su banco ruin, el SAREB. Siempre según la versión socialista, el Ayuntamiento va a apoquinar del dinero que no le sobra 120.000 euros para adecentar el solar del Tívoli, aquel frustrado parque de atracciones que se levanta a la entrada de la ciudad, justo frente a las potabilizadoras que el mismo alcalde está vendiendo como chatarra. Esa ocurrencia cardoniana nos ha trasladado a otra del principio de su mandato, cuando puso en manos de unos audaces jóvenes la preparación de la candidatura de la ciudad como Capital Europea de la Juventud en 2015. Entre otras propuestas, aquella candidatura incluía la recuperación de ese solar para convertirlo en “la Ciudad de la Juventud”. Decía el proyecto que en ese espacio se levantaría “un lugar donde la gestión dependa exclusivamente de los jóvenes. Una ladera completa donde ubicar a toda la juventud y donde estos de verdad adquieran el empower (sic)”. La propuesta se completaba con la implantación de experiencias gastronómicas, “pues comer queso con un buen gofio, acompañado de papas arrugadas con mojo, viendo una regata de Vela Latina, deporte autóctono de la ciudad, son valores que sólo se pueden apreciar si se vive aquí”. Como era de esperar, el delirio se frustró y Las Palmas de Gran Canaria renunció enseguida a la candidatura de Ciudad Europea de la Juventud. Ahora, sobre los rescoldos, el alcalde pretende pagar con el dinero de los contribuyentes, a los que se han subido los impuestos dos veces donde había promesas de rebajarlos, el adecentamiento de un solar que en rigor corresponde a los propietarios, como mandan las ordenanzas. Pero ya se sabe que una autoridad del PP está para cualquier cosa menos para exigirle nada a la banca. Bienvenidos a la política canaria.