Cinco delitos, cinco

La Caja, como ha quedado dicho en más de una ocasión, es como una hija para Juan Francisco García, sólo que a diferencia de lo que hizo con la suya, no sólo no le pagó nunca una boda con dinero de la Obra Social, sino que le generó unos quebrantos patrimoniales de tal calibre que desembocaron en una demoledora querella criminal que firmó el 25 de abril de 2000 Nicolás González-Cuéllar García, padre de Nicolás González-Cuéllar Serrano, el abogado que -fitetú- representa ahora a Soria en todos sus pleitos penales. En total se le atribuían a García nada menos que cinco delitos, cinco: apropiación indebida, estafa, falsedades, administración desleal y falsedad en documentos societarios. Como saben, la querella fue sobreseida tras una laboriosa e incesante presión sobre la querellante (La Caja) y sobre el comité de empresa. Y previa devolución a la entidad de una parte de los dineros quebrantados, por decirlo finamente.

La Caja, como ha quedado dicho en más de una ocasión, es como una hija para Juan Francisco García, sólo que a diferencia de lo que hizo con la suya, no sólo no le pagó nunca una boda con dinero de la Obra Social, sino que le generó unos quebrantos patrimoniales de tal calibre que desembocaron en una demoledora querella criminal que firmó el 25 de abril de 2000 Nicolás González-Cuéllar García, padre de Nicolás González-Cuéllar Serrano, el abogado que -fitetú- representa ahora a Soria en todos sus pleitos penales. En total se le atribuían a García nada menos que cinco delitos, cinco: apropiación indebida, estafa, falsedades, administración desleal y falsedad en documentos societarios. Como saben, la querella fue sobreseida tras una laboriosa e incesante presión sobre la querellante (La Caja) y sobre el comité de empresa. Y previa devolución a la entidad de una parte de los dineros quebrantados, por decirlo finamente.