Lo que dice El Jaber y lo que dicen de él

Es muy pesada la carga que tiene que soportar sobre sus espaldas el viceportavoz del PP en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Felipe Afonso El Jaber. Una pesada carga que podría dividirse en tres alforjas: la primera, estar en la oposición; la segunda, tener como lideresa a Pepa Luzardo, con la que compartió poder en el mandato 2003-2007, y la peor, tener que vociferar, cacarear, aullar, murmurar, ronronear y protestar por todo lo que hace el actual grupo gobernante, siempre a la espera de que, en cualquier inadecuado momento, resucite cualquier reminiscencia del pasado que lo ponga colorado. A él y a sus compañeros de mariachi. Su última excentricidad ha consistido en criticar que, mediante concurso, se haya adjudicado al ingeniero de Caminos José Francisco Henríquez la dirección de obra de su propio proyecto, adjudicado también por concurso, para el puente de la calle Obispo Romo. Su crítica ha consistido en insinuar que ha habido favoritismo por ser Henríquez “amiguito” del grupo gobernante. Y ahí se ha quedado. Las sentencias dicen cosas mucho más gordas. En negro sobre blanco y con el membrete del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

Es muy pesada la carga que tiene que soportar sobre sus espaldas el viceportavoz del PP en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Felipe Afonso El Jaber. Una pesada carga que podría dividirse en tres alforjas: la primera, estar en la oposición; la segunda, tener como lideresa a Pepa Luzardo, con la que compartió poder en el mandato 2003-2007, y la peor, tener que vociferar, cacarear, aullar, murmurar, ronronear y protestar por todo lo que hace el actual grupo gobernante, siempre a la espera de que, en cualquier inadecuado momento, resucite cualquier reminiscencia del pasado que lo ponga colorado. A él y a sus compañeros de mariachi. Su última excentricidad ha consistido en criticar que, mediante concurso, se haya adjudicado al ingeniero de Caminos José Francisco Henríquez la dirección de obra de su propio proyecto, adjudicado también por concurso, para el puente de la calle Obispo Romo. Su crítica ha consistido en insinuar que ha habido favoritismo por ser Henríquez “amiguito” del grupo gobernante. Y ahí se ha quedado. Las sentencias dicen cosas mucho más gordas. En negro sobre blanco y con el membrete del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).