El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
O engañan a Soria o Soria está mintiendo
Alguien está mintiendo más de la cuenta en este culebrón del bragagate, el escándalo de gastos justificados de aquella manera por los concejales y concejalas del PP en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Tras las apoteósicas meteduras de pata de Manuel Fernández y de Cristina Tavío asegurando que la presentación de facturas falsas fue un ardid para burlar la estricta ley electoral y de financiación de los partidos políticos, lo siguiente que se ha lanzado al consumo de la opinión pública es que ni la Audiencia de Cuentas ni el Tribunal de Cuentas han encontrado nada irregular en la contabilidad del grupo municipal pepero en el periodo de referencia (2003-2007). Dicen en la Audiencia de Cuentas de Canarias que tal afirmación es una falacia porque lo que hace este organismo es fiscalizar la contabilidad de la institución, y no pedir los tickets de las comidas o las facturas de taxis de cada uno de los concejales. Por lo tanto, eso que anda diciendo Soria sobre la bondad de las cuentas peperas debe ser producto de una táctica de escapatoria con las piernas más bien cortitas.
Alguien está mintiendo más de la cuenta en este culebrón del bragagate, el escándalo de gastos justificados de aquella manera por los concejales y concejalas del PP en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Tras las apoteósicas meteduras de pata de Manuel Fernández y de Cristina Tavío asegurando que la presentación de facturas falsas fue un ardid para burlar la estricta ley electoral y de financiación de los partidos políticos, lo siguiente que se ha lanzado al consumo de la opinión pública es que ni la Audiencia de Cuentas ni el Tribunal de Cuentas han encontrado nada irregular en la contabilidad del grupo municipal pepero en el periodo de referencia (2003-2007). Dicen en la Audiencia de Cuentas de Canarias que tal afirmación es una falacia porque lo que hace este organismo es fiscalizar la contabilidad de la institución, y no pedir los tickets de las comidas o las facturas de taxis de cada uno de los concejales. Por lo tanto, eso que anda diciendo Soria sobre la bondad de las cuentas peperas debe ser producto de una táctica de escapatoria con las piernas más bien cortitas.