El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Que hable Soria
Desde luego, menudos periodistas habitan la macaronesia, incapaces todos ellos (incluidos nosotros) de arrancar de la boca soriana una palabra de valoración de la sentencia que la semana pasada absolvió al ex concejal Marino Alduán de la acusación de meterse en la vida de la familia del presidente del PP a cuenta de una recalificación urbanística en Las Mesas. En ella, como recordarán, salió presuntamente beneficiada una hermana del entonces alcalde, José Manuel Soria, pero la jueza da por bueno lo dicho por Alduán. Pero la noticia ya no es ésa, sino el silencio soriano al que, en aplicación de su propio código político, habría que estarle exigiendo que pidiera perdón públicamente y, a continuación, abandonara la política. No le vamos a pedir peras al olmo, que somos idealistas, pero sin pasarse.
Desde luego, menudos periodistas habitan la macaronesia, incapaces todos ellos (incluidos nosotros) de arrancar de la boca soriana una palabra de valoración de la sentencia que la semana pasada absolvió al ex concejal Marino Alduán de la acusación de meterse en la vida de la familia del presidente del PP a cuenta de una recalificación urbanística en Las Mesas. En ella, como recordarán, salió presuntamente beneficiada una hermana del entonces alcalde, José Manuel Soria, pero la jueza da por bueno lo dicho por Alduán. Pero la noticia ya no es ésa, sino el silencio soriano al que, en aplicación de su propio código político, habría que estarle exigiendo que pidiera perdón públicamente y, a continuación, abandonara la política. No le vamos a pedir peras al olmo, que somos idealistas, pero sin pasarse.