El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
La intérprete no la puso Cultura
Resultó casi calamitosa la actuación de la intérprete que actuó para la Radiotelevisión Pública de Canarias durante el acto de designación de la capital europea de la cultura 2016, título que, por si no lo saben, recayó en Donostia-San Sebastián. Lo publicamos aquí en su momento pero atribuyendo la contratación de esa profesional al Ministerio de Cultura. Así se nos informó desde la Televisión Canaria y así lo verificamos al sintonizar, por ejemplo, la Cadena Ser, que emitía la misma señal de audio que la cadena pública regional, y por lo tanto, la voz de la misma traductora. Pero nos han comunicado que nos hicieron caer involuntariamente en un error: no fue el Ministerio de Cultura quien puso a esa traductora, sino la empresa Videoreport, responsable de los servicios informativos de la Televisión Canaria, que la contrató a través de no se sabe muy bien qué empresa de servicios presuntamente especializada en estos menesteres. Y no costó barata la traductora, sino unos 400 euros por un papelón que haría recomendable que haga primero unas buenas prácticas antes de volver a intentarlo. Dicho sea sin acritud, que todos fuimos inexpertos y atrevidos alguna vez.
Resultó casi calamitosa la actuación de la intérprete que actuó para la Radiotelevisión Pública de Canarias durante el acto de designación de la capital europea de la cultura 2016, título que, por si no lo saben, recayó en Donostia-San Sebastián. Lo publicamos aquí en su momento pero atribuyendo la contratación de esa profesional al Ministerio de Cultura. Así se nos informó desde la Televisión Canaria y así lo verificamos al sintonizar, por ejemplo, la Cadena Ser, que emitía la misma señal de audio que la cadena pública regional, y por lo tanto, la voz de la misma traductora. Pero nos han comunicado que nos hicieron caer involuntariamente en un error: no fue el Ministerio de Cultura quien puso a esa traductora, sino la empresa Videoreport, responsable de los servicios informativos de la Televisión Canaria, que la contrató a través de no se sabe muy bien qué empresa de servicios presuntamente especializada en estos menesteres. Y no costó barata la traductora, sino unos 400 euros por un papelón que haría recomendable que haga primero unas buenas prácticas antes de volver a intentarlo. Dicho sea sin acritud, que todos fuimos inexpertos y atrevidos alguna vez.