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La oportunidad perdida de Fita

Muy emotivo el acto celebrado la tarde-noche de este lunes en el teatro Cuyás, en Las Palmas, para celebrar el 90 aniversario del Cabildo de Gran Canaria y entregar las distinciones a hijos predilectos y adoptivos, así como los canes de plata y el Roque Nublo de plata. Muy emotivo todo, como decíamos, hasta que llegó el discurso de la presidenta, María Eugenia Márquez, la presidenta que se despide, la presidenta que no se presenta a la reelección, la que abandona totalmente la carrera política. Y se equivocó porque se empeñó en hacer balance de legislatura, en relatar a los presentes una retahíla de logros e inversiones destinados a obtener una calificación de los ciudadanos. Y encima anunció que nos deja un par de regalitos color marrón, entre ellos el dichoso tren de alta velocidad (ella lo llamó ligero, a ver si nos ponemos de acuerdo). Debió haber empezado por el final, por el agradecimiento al esfuerzo de los grancanarios por hacer de la isla un espacio mejor para vivir.

Muy emotivo el acto celebrado la tarde-noche de este lunes en el teatro Cuyás, en Las Palmas, para celebrar el 90 aniversario del Cabildo de Gran Canaria y entregar las distinciones a hijos predilectos y adoptivos, así como los canes de plata y el Roque Nublo de plata. Muy emotivo todo, como decíamos, hasta que llegó el discurso de la presidenta, María Eugenia Márquez, la presidenta que se despide, la presidenta que no se presenta a la reelección, la que abandona totalmente la carrera política. Y se equivocó porque se empeñó en hacer balance de legislatura, en relatar a los presentes una retahíla de logros e inversiones destinados a obtener una calificación de los ciudadanos. Y encima anunció que nos deja un par de regalitos color marrón, entre ellos el dichoso tren de alta velocidad (ella lo llamó ligero, a ver si nos ponemos de acuerdo). Debió haber empezado por el final, por el agradecimiento al esfuerzo de los grancanarios por hacer de la isla un espacio mejor para vivir.