El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Los personajes más adecuados
Puestos a hacer lectura de lo ocurrido, lo primero que se nos ocurre es dejar bien claro que una cadena privada de televisión puede hacer de su capa un sayo y meter como comentarista de excepción de los primeros minutos del año a Pepa Luzardo, al padre Apeles o al Lucerito del Alba. Su política comercial y su línea editorial es todita de ellos mismos. Puede ser criticable que no se incluya el preceptivo rótulo de “Publicidad” en uno de los ángulos de la pantalla cuando de un espacio contratado se trata, pero la verdad es que cantaría todavía más de lo que cantó la cosa. Porque convendrán con nosotros que no es precisamente Pepa Luzardo nuestra mejor embajadora publicitaria para atraer turismo carnavalero hacia la ciudad, y mucho menos cuando es candidata electoral y utiliza los dineros públicos para salir en la tele. Y si encima no se trae bien preparado el discurso y necesita que los presentadores le echen una manita, pues mucho menos. Nada que añadir, por la misma cualidad carnavalera, a la aparición previa de José Manuel Soria, que ni siquiera tuvo el detalle de volverse a poner el traje de rumbero para la ocasión. Dicen que para este año ha encargado un disfraz de Elvis.
Puestos a hacer lectura de lo ocurrido, lo primero que se nos ocurre es dejar bien claro que una cadena privada de televisión puede hacer de su capa un sayo y meter como comentarista de excepción de los primeros minutos del año a Pepa Luzardo, al padre Apeles o al Lucerito del Alba. Su política comercial y su línea editorial es todita de ellos mismos. Puede ser criticable que no se incluya el preceptivo rótulo de “Publicidad” en uno de los ángulos de la pantalla cuando de un espacio contratado se trata, pero la verdad es que cantaría todavía más de lo que cantó la cosa. Porque convendrán con nosotros que no es precisamente Pepa Luzardo nuestra mejor embajadora publicitaria para atraer turismo carnavalero hacia la ciudad, y mucho menos cuando es candidata electoral y utiliza los dineros públicos para salir en la tele. Y si encima no se trae bien preparado el discurso y necesita que los presentadores le echen una manita, pues mucho menos. Nada que añadir, por la misma cualidad carnavalera, a la aparición previa de José Manuel Soria, que ni siquiera tuvo el detalle de volverse a poner el traje de rumbero para la ocasión. Dicen que para este año ha encargado un disfraz de Elvis.