Presupuestos para todos los gustos

Largo fin de semana para el descanso, el recogimiento o para estudiarse los presupuestos de la Comunidad Autónoma de Canarias para 2014, que de todo hay y de todo tiene que haber en este valle de lágrimas. Los periódicos del Archipiélago han hecho su trabajo y han interpretado las cuentas públicas isleñas sin perder de vista el drástico hachazo provocado desde el Estado, que obliga a más ajustes y a más putadas (y perdón por lo de ajustes). A nuestro equipo le ha parecido oportuno resaltar el esfuerzo por mantener el gasto en materia social, sanitaria y educativa. Consideramos noticiable que Canarias sea por una vez y sin que sirva de precedente la única autonomía que con el actual escenario se atreva a subir esas partidas para marcar la diferencia y para que el hundimiento del personal no sea tan apoteósico. A nuestros colegas les han parecido más resaltables ?y respetable- otras cuestiones que pasamos a comentar con el necesario cariño. Por ejemplo, son notables desde el punto de vista puramente periodístico las portadas presentadas el pasado viernes por los dos periódicos de Editorial Prensa Canaria. Mientras La Provincia resaltaba un dato absolutamente objetivo pero muy puñetero (“La inversión desciende en Gran Canaria y sube en Fuerteventura”), La Opinión de Tenerife tiraba para el sentimiento nivariense con un titular de apertura a cuatro así de sencillo, a la par que elegante: “El Gobierno destina 25 millones más a Las Palmas que a la provincia tinerfeña”. Ninguna de las dos afirmaciones es falsa pero, como podrán deducir, arriman el ascua a su sardina, a donde tienen su corazoncito y sus lectores. Hagan la prueba de invertir las cabeceras con esos mismos titulares y llegarán a la conclusión de que serían imposibles. Gran Canaria tiene que perder siempre que se pueda desde la óptica de Gran Canaria, y Tenerife lo mismo desde la óptica tinerfeña. Pero observen la sutileza con la que La Opinión habla de la provincia de Las Palmas, que en el imaginario colectivo del tinerfeño se equipara automáticamente a Gran Canaria, que en realidad pierde inversión, según la fraternal cabecera del periódico en cuestión. Los otros diarios, por si lo quieren saber, salen por peteneras respecto a esta cuestión: “El presupuesto regional baja la inversión un 11% por los recortes del Estado” (Diario de Avisos) y “Canarias prima los servicios públicos” (Canarias7). A El Día no le apeteció abrir con ese asunto, que andaba ocupado en llevarse media primera página con la pastoral de don Pepito.

Largo fin de semana para el descanso, el recogimiento o para estudiarse los presupuestos de la Comunidad Autónoma de Canarias para 2014, que de todo hay y de todo tiene que haber en este valle de lágrimas. Los periódicos del Archipiélago han hecho su trabajo y han interpretado las cuentas públicas isleñas sin perder de vista el drástico hachazo provocado desde el Estado, que obliga a más ajustes y a más putadas (y perdón por lo de ajustes). A nuestro equipo le ha parecido oportuno resaltar el esfuerzo por mantener el gasto en materia social, sanitaria y educativa. Consideramos noticiable que Canarias sea por una vez y sin que sirva de precedente la única autonomía que con el actual escenario se atreva a subir esas partidas para marcar la diferencia y para que el hundimiento del personal no sea tan apoteósico. A nuestros colegas les han parecido más resaltables ?y respetable- otras cuestiones que pasamos a comentar con el necesario cariño. Por ejemplo, son notables desde el punto de vista puramente periodístico las portadas presentadas el pasado viernes por los dos periódicos de Editorial Prensa Canaria. Mientras La Provincia resaltaba un dato absolutamente objetivo pero muy puñetero (“La inversión desciende en Gran Canaria y sube en Fuerteventura”), La Opinión de Tenerife tiraba para el sentimiento nivariense con un titular de apertura a cuatro así de sencillo, a la par que elegante: “El Gobierno destina 25 millones más a Las Palmas que a la provincia tinerfeña”. Ninguna de las dos afirmaciones es falsa pero, como podrán deducir, arriman el ascua a su sardina, a donde tienen su corazoncito y sus lectores. Hagan la prueba de invertir las cabeceras con esos mismos titulares y llegarán a la conclusión de que serían imposibles. Gran Canaria tiene que perder siempre que se pueda desde la óptica de Gran Canaria, y Tenerife lo mismo desde la óptica tinerfeña. Pero observen la sutileza con la que La Opinión habla de la provincia de Las Palmas, que en el imaginario colectivo del tinerfeño se equipara automáticamente a Gran Canaria, que en realidad pierde inversión, según la fraternal cabecera del periódico en cuestión. Los otros diarios, por si lo quieren saber, salen por peteneras respecto a esta cuestión: “El presupuesto regional baja la inversión un 11% por los recortes del Estado” (Diario de Avisos) y “Canarias prima los servicios públicos” (Canarias7). A El Día no le apeteció abrir con ese asunto, que andaba ocupado en llevarse media primera página con la pastoral de don Pepito.