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Resucita Las Teresitas

Posiblemente a estas alturas Juan Carlos Alemán ya haya despertado de su letargo de fin de semana y haya cogido el canuto para telefonear cariñosamente al candidato socialista al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenrife, Manuel Santana, que ha reabierto la caja de los truenos de Las Teresitas para alegrar el fin de semana de fin de año a los periodistas. Habrán leído ustedes en nuestra edición de este domingo que el hombre, candidato elegante y decente donde los haya, está preocupado por la operación de Las Teresitas, consistente en urbanizar esa playa al modo y manera que el Ayuntamiento de Miguel Zerolo y sus fuerzas afines consideran que debe hacerse. La operación nace bichada porque ha estado siempre rodeada de esa bruma que últimamente preside muchas actuaciones público-empresariales en Canarias en las que se incluyen pactos y repartos más bien nocivos para la salud democrática. Todo se había tapado hasta ahora, hasta que a Manuel Santana, candidato socialista a Santa Cruz de Tenerife, le ha dado por recordar esos episodios que, en el caso concreto de su partido, supusieron quiebra de amistades y de viejas militancias (que le pregunten a Emilio Fresco). Y todo por unas migajas repartidas de aquella manera que el padre de Nacho González sabe.

Posiblemente a estas alturas Juan Carlos Alemán ya haya despertado de su letargo de fin de semana y haya cogido el canuto para telefonear cariñosamente al candidato socialista al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenrife, Manuel Santana, que ha reabierto la caja de los truenos de Las Teresitas para alegrar el fin de semana de fin de año a los periodistas. Habrán leído ustedes en nuestra edición de este domingo que el hombre, candidato elegante y decente donde los haya, está preocupado por la operación de Las Teresitas, consistente en urbanizar esa playa al modo y manera que el Ayuntamiento de Miguel Zerolo y sus fuerzas afines consideran que debe hacerse. La operación nace bichada porque ha estado siempre rodeada de esa bruma que últimamente preside muchas actuaciones público-empresariales en Canarias en las que se incluyen pactos y repartos más bien nocivos para la salud democrática. Todo se había tapado hasta ahora, hasta que a Manuel Santana, candidato socialista a Santa Cruz de Tenerife, le ha dado por recordar esos episodios que, en el caso concreto de su partido, supusieron quiebra de amistades y de viejas militancias (que le pregunten a Emilio Fresco). Y todo por unas migajas repartidas de aquella manera que el padre de Nacho González sabe.