Salga, salga, que lo empapelo

Ocurrió la mañana de este miércoles en la antigua carretera de Tafira Alta, a la altura de la calle Rafael Rafaeli. Un automovilista se encontraba parado en el Stop de acceso colocándose el cinturón de seguridad y un número de la Guardia Civil que pasaba por allí le ordenó claramente que se incorporara a la carretera general. El ciudadano lo hizo para, acto seguido, recibir el alto del agente de Tráfico. De nada le sirvió explicar que estaba detenido en una bocacalle colocándose el cinturón, y que si se incorporó a la carretera general fue siguiendo sus órdenes. La situación se fue poniendo tensa hasta el punto de que el automovilista llegó a preguntar al agente si la cosa se reducía a que el conductor caía mal al guardia civil. Y la respuesta fue afirmativa. Buen rollito el que se respira con los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, que más parecen recaudadores del fisco, ávidos de empapelar al prójimo, que ejecutadores de la orden constitucional de servirnos y protegernos.

Ocurrió la mañana de este miércoles en la antigua carretera de Tafira Alta, a la altura de la calle Rafael Rafaeli. Un automovilista se encontraba parado en el Stop de acceso colocándose el cinturón de seguridad y un número de la Guardia Civil que pasaba por allí le ordenó claramente que se incorporara a la carretera general. El ciudadano lo hizo para, acto seguido, recibir el alto del agente de Tráfico. De nada le sirvió explicar que estaba detenido en una bocacalle colocándose el cinturón, y que si se incorporó a la carretera general fue siguiendo sus órdenes. La situación se fue poniendo tensa hasta el punto de que el automovilista llegó a preguntar al agente si la cosa se reducía a que el conductor caía mal al guardia civil. Y la respuesta fue afirmativa. Buen rollito el que se respira con los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, que más parecen recaudadores del fisco, ávidos de empapelar al prójimo, que ejecutadores de la orden constitucional de servirnos y protegernos.