El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Tampoco en Sanidad oyen a los técnicos
No puede alegar el PP lo que siempre alega para justificar las más grandes trapisondas conocidas de su gestión en Canarias, como La Favorita, el Canódromo, Isolux... “Hemos decidido en base a los informes técnicos”. Porque ni eso existió en todos esos sablazos, ni existió en la licencia anulada de la Biblioteca del Estado ni eso existió, como publicamos hoy, en las bases del concurso de la hemodiálisis, ese que se adjudicó atendiendo solamente a los más básicos criterios de la amistad y la cercanía al partido. Porque nuestras fuentes internas nos aseguran que la secretaria general del Servicio Canario de Salud, bien por iniciativa propia o bien por indicaciones de la superioridad, decidió ignorar por completo las prescripciones de una orden de la Intervención General de la Comunidad Autónoma, dictada en 2005 precisamente para garantizar que los concursos y las contrataciones públicas se rijan por el sagrado principio del interés general y la máxima eficiencia y eficacia de cada euro que se invierte. Pero Lourdes Quesada se saltó esa norma y permitió que cualquier empresa, incluidas las dedicadas a las especulaciones urbanísticas y las compradas en la red de mercantiles de las que salió Gürtel, pudieran concursar e incluso ganar. Todavía nos sigue sorprendiendo que Bañolas mantenga al frente del Servicio Canario de Salud a los dos responsables técnicos de estas irregularidades administrativas, la señora Quesada y su superior jerárquico, Guillermo Martinón, puesto allí por indicación de José Manuel Soria.
No puede alegar el PP lo que siempre alega para justificar las más grandes trapisondas conocidas de su gestión en Canarias, como La Favorita, el Canódromo, Isolux... “Hemos decidido en base a los informes técnicos”. Porque ni eso existió en todos esos sablazos, ni existió en la licencia anulada de la Biblioteca del Estado ni eso existió, como publicamos hoy, en las bases del concurso de la hemodiálisis, ese que se adjudicó atendiendo solamente a los más básicos criterios de la amistad y la cercanía al partido. Porque nuestras fuentes internas nos aseguran que la secretaria general del Servicio Canario de Salud, bien por iniciativa propia o bien por indicaciones de la superioridad, decidió ignorar por completo las prescripciones de una orden de la Intervención General de la Comunidad Autónoma, dictada en 2005 precisamente para garantizar que los concursos y las contrataciones públicas se rijan por el sagrado principio del interés general y la máxima eficiencia y eficacia de cada euro que se invierte. Pero Lourdes Quesada se saltó esa norma y permitió que cualquier empresa, incluidas las dedicadas a las especulaciones urbanísticas y las compradas en la red de mercantiles de las que salió Gürtel, pudieran concursar e incluso ganar. Todavía nos sigue sorprendiendo que Bañolas mantenga al frente del Servicio Canario de Salud a los dos responsables técnicos de estas irregularidades administrativas, la señora Quesada y su superior jerárquico, Guillermo Martinón, puesto allí por indicación de José Manuel Soria.