''Siempre serás la misma maricona''

Con todos estos ingredientes y todos los demás que ustedes quieran añadir e imaginarse relacionados con ese mundillo tan pintoresco del diseño carnavalero y qué mala fuiste conmigo la otra vez, Mary, sitúense en los camerinos de la gala al término de ésta. Un tal Willy Díaz, diseñador radicado hace veinte años en Lanzarote pero oriundo de Gran Canaria, no aguantó más y sacó de sus entretelas lo que posiblemente sea un montón de rabia y resentimiento acumulados durante años. Díaz, promotor de saraos como Miss Lanzarote o Miss Interviú, presentó candidata y tampoco ganó, y jaleado por el cabreo del propietario de Jomatog, separó las piernas, se cuadró cual Hilda ante Fernando Méndez y le aflojó tremenda cachetada (mano abierta directa al tronco del oído) al grito verdaderamente delator de “¡siempre serás la misma maricona!” La frase es textual, se lo garantizamos. Carnaval, te quiero.

Con todos estos ingredientes y todos los demás que ustedes quieran añadir e imaginarse relacionados con ese mundillo tan pintoresco del diseño carnavalero y qué mala fuiste conmigo la otra vez, Mary, sitúense en los camerinos de la gala al término de ésta. Un tal Willy Díaz, diseñador radicado hace veinte años en Lanzarote pero oriundo de Gran Canaria, no aguantó más y sacó de sus entretelas lo que posiblemente sea un montón de rabia y resentimiento acumulados durante años. Díaz, promotor de saraos como Miss Lanzarote o Miss Interviú, presentó candidata y tampoco ganó, y jaleado por el cabreo del propietario de Jomatog, separó las piernas, se cuadró cual Hilda ante Fernando Méndez y le aflojó tremenda cachetada (mano abierta directa al tronco del oído) al grito verdaderamente delator de “¡siempre serás la misma maricona!” La frase es textual, se lo garantizamos. Carnaval, te quiero.