Investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) han participado en el desarrollo de NIRPS, un instrumento instalado recientemente en el telescopio de 3,6 metros del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés), que ya busca exoplanetas alrededor de las estrellas más frías de la Vía Láctea, desde el Observatorio de La Silla, en Chile.
El instrumento Near InfraRed Planet Searcher (NIRPS) ha realizado con éxito sus primeras observaciones. “Este increíble instrumento infrarrojo nos ayudará a encontrar los mundos habitables más cercanos a nuestro Sistema Solar”, afirma René Doyon, director del Instituto de Investigación de Exoplanetas de la Universidad de Montreal y coinvestigador principal de NIRPS. “El instrumento NIRPS se une a un número muy reducido de espectrógrafos de alto rendimiento para el infrarrojo cercano y un elemento clave para las observaciones en colaboración con las del telescopio espacial James Webb y otros observatorios terrestres”, añade François Bouchy, investigador de la Universidad de Ginebra (Suiza) y coinvestigador principal de NIRPS.
El instrumento centrará su búsqueda en los planetas rocosos, objetivos clave para entender cómo se forman y evolucionan este tipo de objetos celestes, y en los que es más probables que se pueda desarrollar vida. NIRPS buscará estos exoplanetas rocosos alrededor de estrellas enanas rojas pequeñas y frías, el tipo de estrellas más común en nuestra Vía Láctea, que tienen masas entre dos y diez veces más pequeñas que nuestro Sol.
NIRPS buscará exoplanetas mediante el método de la velocidad radial. Cuando un planeta orbita alrededor de una estrella, su atracción gravitatoria hace que esta se “tambalee” ligeramente. Al medir los sutiles cambios en la luz de la estrella, el instrumento NIRPS ayudará a medir la masa del planeta, además de otras de sus propiedades.
“NIRPS trabajará junto al instrumento HARPS, también cazador de exoplanetas, extendiendo su rango desde el visible al infrarrojo cercano, ideal para buscar exoplanetas similares a la Tierra alrededor de estrellas más rojas”, comenta Alejandro Suárez, investigador del IAC y miembro del equipo científico de NIRPS.
Otra diferencia clave entre los dos instrumentos es que NIRPS se basará en un potente sistema de óptica adaptativa, una técnica que corrige los efectos de la turbulencia atmosférica, que hace que las estrellas titilen, mejorando así su eficacia para encontrar y estudiar exoplanetas.
Los descubrimientos realizados con NIRPS y HARPS serán seguidos por algunos de los observatorios más potentes del mundo, como el Very Large Telescope de ESO y el próximo Extremely Large Telescope de Chile (para el que se están desarrollando instrumentos similares). Al trabajar conjuntamente con observatorios espaciales y terrestres, NIRPS podrá obtener pistas sobre la composición de un exoplaneta e, incluso, buscar signos de vida en su atmósfera. “NIRPS ayudará a descubrir y caracterizar planetas similares a la Tierra en el entorno solar que serán estudiados en detalle con el ELT”, concluye Jonay González, investigador del IAC y miembro del equipo científico de NIRPS.