BARCELONA, 24 (EUROPA PRESS)
El mundo de las letras aplaude con entusiasmo que el Premio Cervantes 2010 haya ido a parar a manos de Ana María Matute. Sus compañeros destacan su temprana vocación, su autoexigencia y su gran calidad como narradora. Tampoco falta quien apunta que con este galardón se ha saldado una deuda que no se habría contraído si se tratara de un hombre
NO PUBLICÓ CUALQUIER COSA
El escritor catalán Josep Maria Castellet, galardonado la semana pasada con el Premio Nacional de las Letras, se ha mostrado “muy contento” y ha valorado de Matute especialmente su contención: “No publicaba cualquier cosa, si no tenía una cosa decente no la publicaba”, ha dicho.
En declaraciones Europa Press, Castellet ha destacado también que Matute fue de las pioneras en tratar la cuestión de género en la literatura castellana. Castellet, “seguidor” de toda su obra, conoce a Matute desde 1947 --“somos compañeros de generación”--, ha apuntado, aunque ha confesado que nunca han llegado a ser “amigos íntimos”. La ha definido como una mujer “inteligente y muy sensible”.
El también catalán Josep Maria Espinàs se ha mostrado muy contento de que el Premio Cervantes 2010 haya recaído en Ana María Matute, y ha destacado que la escritora ha sabido sacar partido literario a “sus recuerdos, su vida y sobre todo su infancia”.
En declaraciones a Europa Press, Espinàs ha alabado la obra de Matute, y ha resaltado que es una de las pocas personas que es capaz de “sobreponerse a la insatisfacción vital” y usar su vida como fuente de inspiración para sus libros. Además, ha dicho que es una persona totalmente apasionada por la escritura.
UNA DEUDA PENDIENTE
Juan José Millás ha asegurado que, “en cierto modo, el jurado del Premio Cervantes tenía una deuda” con la catalana, que se ha alzado con el galardón en reconocimiento a su trayectoria. En declaraciones a Europa Press, el escritor destaca que Ana María Matute “es una gran escritora” y que el Cervantes 2010 se convertirá en “uno de esos premios que no discutirá nadie, que hará feliz a todo el mundo”, debido al reconocido talento de la autora.
“¿Qué podría decir? Yo me alegro mucho de que se lo hayan dado. Está viva, y está muy alegre, porque hace poco la vi y es una mujer con una vitalidad tremenda. Afortunadamente le va a dar tiempo a disfrutar lo suficiente del Cervantes”, ha concluido Juan José Millás.
Por su parte, la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, ha señalado que “a Matute se le dedicarán siempre muchas páginas en cualquier historia de nuestra literatura”.
“Después de tantos años constituye una inmensa alegría que el premio recaiga de nuevo en una mujer. Lo echábamos en falta, y mucho. Pero, además, Ana María Matute es autora de una obra excepcional, una de las cumbres de la narrativa española del último medio siglo”, ha destacado Caffarel.
SI HUBIERA SIDO UN HOMBRE...
La escritora Soledad Puértolas, quien ingresó este domingo en la Real Academia Española (RAE), se ha mostrado feliz y contenta al conocer la noticia. “Es una alegría y una satisfacción para quienes la admiramos y conocemos y no se podía pasar esta oportunidad”, ha subrayado la autora.
Para Puértolas, el problema es que las mujeres “somos muy invisibles”. “A la hora de recordar los nombres de las personas que están haciendo cosas, acuden siempre a la cabeza nombres de hombres. Hay una cierta tendencia a no caer en la cuenta de las mujeres que están ahí”, ha señalado la escritora.
En esta misma línea, la escritora catalana Rosa Regàs ha asegurado que si “Ana María Matute hubiera sido un hombre en lugar de una mujer haría muchos años que le habrían dado el galardón”. “Es un reconocimiento excesivamente tardío”, lamenta la autora que denuncia que la labor literaria de las mujeres “está profunda e insuficientemente valorada” en España, a pesar de la “revolución soterrada, incruenta y pacífica” de las escritoras nacionales.