Un año sin Manolo Vieira: está creciendo la hierba por la carretera vieja

Gara Santana

7 de febrero de 2024 21:30 h

0

Canarias recibe con nostalgia y reconocimiento el primer aniversario de la muerte del humorista grancanario Manolo Viera tras un año donde no han cesado los homenajes y reconocimientos, los más grandes en cada hogar y anónimos cada día. Desde el 8 de febrero de 2023 los reconocimientos han llegado en forma de distinciones institucionales, grafitis anónimos en su barrio natal o un avión que vuela bautizado con su nombre de la compañía Binter, de la que el humorista diría que en lugar de volar “echaba por la carretera vieja”, en alusión al pequeño tamaño de las primeras aeronaves que conectaron las islas y el ruido de sus motores.

Vieira siempre contaba sobre los escenarios cómo comenzó su carrera como humorista compaginándola con su trabajo como camarero en el pub JR. Decía que contaba chistes y a la gente le gustaban, y por eso desde 1986 abrió su propia sala en la capital de la isla. Dos años después se trasladaría a otra un poco más grande: su mítica Chistera, en la esquina de la calle Juan Manuel Durán con León y Castillo, donde realizaba dos pases diarios con llenos absolutos de un público fiel que le acompañaría durante toda su trayectoria llevándole a dar el salto a la Península o incluso a cruzar el charco y actuar en Miami.

Sus espectáculos llegaron a los hogares canarios gracias a sus grabaciones en discos, casetes o DVD, mucho antes que Youtube o de las redes sociales. Y pronto su trabajo se vio reconocido: su don para hacer reír le valió en 2002 la Medalla de Oro de Canarias y en 2010 fue galardonado con el Can de Plata en Artes por el Cabildo de Gran Canaria. Recientemente, ha sido reconocido como Hijo Predilecto de Gran Canaria.

Vieira fue, ante todo, un gran contador de historias, una suerte de griot canario, que rescató del olvido la forma de ser de un pueblo, sacando de la intimidad del hogar las historias más profundas con las que la sociedad canaria se sintió identificada, incluso para explicar la idiosincracia isleña en otras latitudes. Gustaba de cantar en su sala, con voz solemne y alma de bolero, de manera que entre chiste e historia podía caer un Corazón libre de Rafael Amor.

Quienes le conocieron y trabajaron con él, no han podido olvidar su generosidad y talento. Tanto es así que hay toda una generación de humoristas, actrices y actores canarios que recuerdan cómo les abrió las puertas de su Chistera para “foguetearse”, que hoy reconocen cuánta influencia del “maestro” hay en sus formas de hacer humor. Artistas como Darío López, Delia Santana, Maestro Florido, Matías Alonso, Dani Calero, Maikol Hernández, Kike Pérez, Aarón Goméz, Víctor Lemes, Arístides Moreno, Abubukaka, Omayra Cazorla, Ignatius Farray o Yanely Hernández, entre muchos otros y otras. Ellos, los que recogen el testigo, rindieron un gran homenaje en vida a Manolo, no solo con su amistad sino con el vídeo Gracias, Maestro, de Palante Producciones, en un momento de la vida del humorista en que él ya sabía que Caronte le estaba requiriendo el adelanto para atravesar la laguna. Vieira tuvo la generosidad de regalar por aquellos meses al público su última función en su casa, Chistera, La última y nos vamos.

“Con que me recuerden, tengo”

Durante una entrevista del programa Informe Trópico de Televisión Canaria, emitido a finales de 2021, Vieira reflexionaba sobre la vejez. “Yo empecé a darme cuenta de que había cumplido años cuando cumplí 70… ¡70 años ya! Esto es así, hasta que dios quiera”. Y sobre cuál creía que sería su legado, respondía: “Yo voy a dejar los discos, si los quieren seguir comprando…”, esbozando una sonrisa, para añadir acto seguido, más serio “yo con que me recuerden, tengo”.

Y hoy le siguen recordando con cariño, admiración y gratitud. Tal como ha explicado a este periódico el actor y humorista Matías Alonso, “uno no es que no lo eche de menos, sino que como pasa con todo, se va acostumbrando a la ausencia, que se hace más evidente en los eventos donde era típico verle como en los especiales de Fin de Año, en la Fiesta del Cristo de La Laguna, en la sala Chistera, evidentemente”. Para Alonso pasar por Chistera y ver “que ese sitio nunca más abrirá sus puertas”, es lo que le hace ver “que Manolo no está”. El actor está convencido de que, en Canarias, “todos los que nos dedicamos a este bonito oficio de hacer reír a los demás, estamos en esto porque nos fijamos en Manolo de alguna manera y Manolo fue tan generoso que siempre nos brindaba el escenario de Chistera para que nos fuéramos fogueteando” cree que “desde donde esté” estará muy contento por “el buen estado del humor en Canarias”.

El cantautor Víctor Lemes describe este primer año sin Manolo Vieira como una experiencia que ha sido “como un síndrome de abstinencia”. Lemes asegura que tiene la sensación, “muy personal” de no haberle perdido del todo. “Creo que el legado de Manolo es irremplazable. No hay ni siquiera que intentar reemplazar a Manolo o sustituir a Manolo, sino que Manolo se debería quedar en el inconsciente colectivo de la sociedad canaria como una caja negra, que aunque haya habido un accidente, se quede registrada toda la información del vuelo”.

Para el humorista y presentador Dani Calero, “Manolo es el alfa y el omega en el humor canario” y confiesa que aún no ha podido borrar su número ni el chat de WhatsApp. “Y en este año con algunas cosas muy buenas a nivel profesional, lo he recordado mucho, porque era siempre de las primeras personas a las que le contaba todo”.

El paso del tiempo, podría suponer que las nuevas generaciones no tengan tan presentes las historias del humorista como las tres anteriores, pero sí disfrutan de una sociedad canaria con una forma de hacer humor propia y de historias contadas con autoestima y deben saber que ese camino lo abrió un hombre de La Isleta con todos los personajes que se sacó de la chistera.