Arranca Artemanía

MADRID, 6 (EUROPA PRESS)

El Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid acoge hasta el próximo 15 de noviembre, la XXXIII edición de la feria de arte, antigüedades y diseños del siglo XX, Artemanía. La primera de las dos citas que anualmente tiene esta feria arranca con 26 galerías, una decena menos que la edición anterior y con piezas cuyos precios oscilan entre los 30 y el millón de euros.

La organizadora de la feria, la galerista y anticuaria Carmen Merino, destacó que aunque “la crisis económica afecta también a este sector”, las piezas que se exponen son “inversiones a largo plazo”. Además, en su opinión, “sigue habiendo muchos compradores” porque “no hay que olvidarse del alma de las personas” y muchas de estas piezas tienen “un valor sentimental que no entiende de precios”. Para la organizadora, este año el nivel de galerías españolas y francesas es “bastante alto y cuidado”.

Merino resaltó que la tendencia actual es “mezclar arte contemporáneo con antiguo”, una inclinación que siguen sobre todo las mujeres, mucho más atrevidas a la hora de combinar distintas épocas y estilos. Para Merino, “la amplitud de estilos, que van desde piezas de arqueología clásica hasta obras de jóvenes artistas, es uno de los signos distintivos de esta feria de pequeño formato desde su primera edición en 1993”.

JOYAS, MUEBLES, CUADROS

Entre las piezas más antiguas se encuentran torsos romanos del siglo I d.C., como el de la galería barcelonesa Elisena Babiele o la fuente gallega del siglo XVII de la galería madrileña Candelabro. Las joyas de art déco también tienen su representación en las galerías de Agurtutxo Iruretagoyena, con pulseras de oro de 18 kilates del siglo XIX valoradas en 150.000 euros o la pulsera de diamantes hecha a mano valorada en 100.000 euros.

Más reticentes a dar a conocer su precio son las galerías que exponen cuadros de Miró, Miralles, Tapies, Antonio Saura, Sorolla o Picasso, o el caso de un Miró, que alcanza el millón de euros. Artemanía también reúne piezas de escultura que van desde un Oteiza valorado en 240.000 euros a piezas de jóvenes artistas como la de Carlos Evangelista, Josep Bofill y Olga Capado de la galería madrileña de Marita Segovia.

Los muebles son otro de los fuertes de la feria, donde se pueden encontrar desde un altar policromado del siglo XVIII a consolas de 1973 en madera lacada de Pierre Cardin (Galería Persuadé), pasando por muebles ingleses satinados del siglo XVIII (Comentry) o una mesa para la cata de vinos de un palacio de Borgoña del siglo XIX.

MICHELÍN, COCHES Y PERROS ORIENTALES

Entre las cosas curiosas que el público se puede encontrar en la feria se encuentran los dibujos originales de Luis Bagaria realizados en los años 20 para el periódico 'El Sol'; unos perros orientales procedentes de Nápoles; una colección de más de 500 coches de época con su mueble vitrina del siglo XIX incluido; unos estudios anatómicos con función decorativa; carteles de oftalmólogos de los años 40; o un muñeco Michelín original que se situaba encima de los camiones valorado en 500 euros.

Merino comentó que, desde la pasada edición de primavera, Artemanía colaborará con la ONG Sauce de manera que la recaudación íntegra de las entradas de la presente edición será destinada a financiar diversos proyectos de esta organización sin ánimo de lucro.

El miércoles día 11 de noviembre la feria celebrará su jornada de puertas abiertas en la que no se cobrará precio de entrada para acceder al recinto. señala Íñigo Mora, director de la Artemanía.

MUJERES ECLÉCTICAS, HOMBRES CONSERVADORES

Por otra parte, la feria ha realizado una encuesta entre sus galeristas para valorar los patrones de compra de arte y antigüedades de hombres y mujeres. Según las conclusiones de este estudio, las mujeres son más negociadoras y atrevidas a la hora de pedir información sobre piezas y precios mientras que los hombres suelen compran piezas más caras, tienen más en cuenta el factor de la inversión y se muestran más tímidos a la hora de preguntar.

Los hombre suele decidir más rápido si compran o no la pieza y se dejan llevar más por sus impulsos, sin embargo las mujeres son más reflexivas, van a ver la pieza varias veces antes de decidirse, y en muchas ocasiones, prueban la pieza en su casa antes de comprarla.

Las mujeres según este estudio tienen un gusto más variado y se atreven a mezclar distintas épocas y estilos; no así los hombres que prefieren la homogeneidad de piezas a la hora de decorar y son más conservadores con respecto al tipo de pieza que escogen.

(EUROPA PRESS)