El Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) ha elaborado una programación integradora y plural para el próximo año 2008, caracterizado por ser una etapa de transición, aseguraron este martes el director en funciones, Federico Castro, y el presidente del Cabildo Grancanario, José Miguel Pérez.
Las exposiciones previstas no se circunscribirán únicamente a la sede de la calle Balcones y al centro San Antonio Abad, sino que incluye, además del Centro de Artes Plásticas, la Casa de Colón y hasta el Hospital San Martín, siempre que su estado lo permita, ya que este año comenzará a definirse su futuro.
El CAAM, agregaron, tendrá en 2008 un presupuesto de 4,5 millones de euros, un 7,5% más que el año pasado, aunque esta cuantía es susceptible de ser aumentada, sobre todo cuando estén disponibles los remanentes de proyectos no ejecutados otros años.
La programación, que Federico Castro calificó de ambiciosa y amplia, incluye apartados especiales para el mundo de la muerte y la inmigración desde el punto de vista del sueño y la esperanza.
El CAAM, explica el Cabildo de Gran Canaria, afronta una nueva etapa que estará marcada por la revisión y el análisis de sus logros, pero también por la autocrítica, por lo que se definirán nuevas líneas de actuación para modernizar su estructura y se reflexionará sobre su papel social.
8.1 Distorsiones, documentos, naderías y relatos será la primera propuesta para el mes de enero, comisariada por Alicia Murria, Gopi Sadarangani y Néstor Torrens.
Se trata de la continuidad de la propuesta 7.1 de enero pasado y el objetivo es ofrecer una aproximación a la producción artística actual de Canarias a través de creadores nacidos o residentes en las islas.
El 8 de febrero se inaugurará la muestra Juan Hidalgo, jugando con bolas, comisariada por Carlos Astiárraga.
La exposición celebra la dilatada trayectoria del octogenario artista y agrupará piezas de su serie Taco, bola y....
Viva la muerte intentará dar, por su parte, una visión distinta del fin de la vida a la de los países industriales, donde supone un escándalo, una alteración biológica.
La sociedad hace todo lo posible por ignorar la muerte y por eliminarla de su mente, pero esta exposición, prevista para primavera e integrada por piezas de la Fundación Daros de Zúrich, acercará al visitante a esta realidad.
Secunda el tema la muestra José Dámaso. La sonrisa de la muerte, que será acogida en San Antonio Abad a partir del 18 de abril, y por Arne haugen sorensen. Petite morte-grande morte en la Casa de Colón.
El Centro de Artes Plásticas acogerá, por su parte, la muestra Cristino de Vera, el gran intérprete de la soledad y el misticismo en la pintura canaria contemporánea.
Ya en julio, será inaugurada la exposición Josep Renau 1907-1982. Compromiso y cultura, que cuenta con la producción de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y la colaboración de la Universidad de Valencia.
Ese mismo mes se inaugurará la muestra Daniel Buren en San Antonio Abad, que también acogerá la exposición Sin título, que muestra los logros de la aplicación del sistema pedagógico del que fuera director del MOMA neoyorquino Philip Yanewine.
Travesía es la exposición que se prevé realizar en el antiguo Hospital San Martín, al que se le quiere dar un futuro relacionado con la cultura con una parte de exposición permanente y otra dedicada a la ciudad, citó Pérez como ejemplo, aunque la decisión final se abordará con otras instituciones como el Ayuntamiento capitalino.
La inmigración es el tema central de esta exposición, que pretende mostrar no tanto su lado dramático como la esperanza y los sueños de quienes inician este camino.
Present tense, en noviembre y comisariada por Berta Sichel, y Canarias en la modernidad: siglos XIX y XXI, serán las siguientes propuestas, aunque Pérez no descartó contar en el futuro con una muestra permanente de las creaciones canarias de estos siglos, pues el Cabildo cuenta con importantes fondos y es una de las demandas de los visitantes.
Precisamente los fondos internacionales del CAAM es el tema central de la exposición que tendrá lugar en el Instituto Cabrera Pinto de La Laguna, en Tenerife, con lo cual la programación se sale de la isla, aunque uno de los retos para los próximos años es establecer alianzas con entidades de fuera del archipiélago.