VALENCIA, 19 (EUROPA PRESS)
El estudio del arquitecto valenciano Santiago Calatrava ha señalado, respecto a las críticas lanzadas por el grupo de EUPV en las Corts respecto al coste de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, que en todas las obras encargadas ha facturado cantidades que “están por debajo de los porcentajes medios para proyectos similares en otros países” y, además, considerando que facturaba como arquitecto y como ingeniero, “los importes son incluso modestos”.
El estudio del autor valenciano en Zurich ha hecho público este martes un comunicado en el que responde a las críticas de los parlamentarios de Esquerra Unida Ignacio Blanco y Marina Albiol. En este escrito, se recuerda que Santiago Calatrava “ha realizado proyectos en la Comunitat Valenciana durante más de 20 años, encargados por diferentes gobiernos autonómicos de diferente signo político”.
“En algunas de estas obras --prosigue--, que ocupan un lugar preferente en la arquitectura mundial por su calidad técnica y artística, está siendo injustamente criticada la labor del arquitecto y sus colaboradores, a pesar de que todas las decisiones, desde el propio encargo inicial hasta el último de los detalles de construcción y el presupuesto asignado, son tomadas única y exclusivamente por el cliente, Ciudad de las Artes y las Ciencias SA (CACSA) y la Sociedad de Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana (SPTCV), para Valencia y Castellón respectivamente”.
Respecto al proyecto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, defiende que “ha sido ejecutado correctamente, tanto desde el punto de vista técnico como ético”. “Todas y cada una de las obras se han ajustado escrupulosamente a la normativa vigente, cumpliendo todas las obligaciones que afectan al arquitecto y su equipo técnico, que en un 95% ha estado compuesto por empresas y personas españolas”, subraya.
Asimismo, sostiene que las cantidades percibidas están “por debajo de los porcentajes medios para proyectos similares en otros países” y recalca que dichas cuantías “incluyen el pago a trabajadores, autónomos y empresas de ingeniería, diseño, acústica, etc. que complementan la labor del arquitecto realizando estudios, cálculos y diseños para completar el encargo del cliente en cada caso”. “Como no puede ser de otra manera, todos los importes facturados cumplen con rigor la normativa vigente en cuanto a obligaciones tributarias nacionales e internacionales”, agrega.
DE TRES A SIETE
Aunque el importe final del proyecto completo --que en caso de la Ciudad de las Artes y las Ciencias pasó de tres a siete construcciones, incide-- y el propio coste de cada edificio son decisión exclusiva del cliente, Calatrava aporta una serie de datos con el fin de “facilitar la comprensión del incremento del coste final”.
Así, en el caso del proyecto global de la Ciudad de las Artes y las Ciencias señala que en 1991 se encarga esta obra a Santiago Calatrava, compuesta inicialmente por tres edificios: el Planetario, el Museo de las Ciencias y la Torre de Telecomunicaciones. Este complejo de tres edificios tenía un coste previsto de 300 millones de euros.
En 1996, el gobierno autonómico, además de cambiar la Torre de Telecomunicaciones por una Ópera (Palau de les Arts) amplía el proyecto con nuevas obras y edificios: el aparcamiento, la estación de autobuses, el umbráculo, dos puentes (según se explica a continuación) y los jardines y paisaje urbanístico, que son construcciones no contempladas inicialmente y que suponen un coste adicional de 800 millones de euros. El Ágora se encarga en 2005.
Respecto al Puente de Serrería o L'Assut D'Or, comenta que hace doce años Santiago Calatrava realiza el viaducto de Monteolivete, que da continuidad al puente diseñado parcialmente por Fernández Ordóñez, puente de los Hermanos Maristas. Posteriormente se decide hacer un segundo puente que, en realidad es un puente doble (dos puentes), y que vino a solucionar dos necesidades coincidentes, de la Generalitat y del Ayuntamiento, que debían unir diferentes puntos sobre el cauce del Turia con dos puentes diferenciados.
Para solventar estas necesidades de la mejor manera, se diseñó un único puente doble, de mayor longitud (casi el doble), anchura y complejidad técnica, asociada al desnivel existente entre los diferentes terrenos que une.
En relación con el coste, conviene señalar que el Ayuntamiento necesitaba y tenía presupuestado un puente, que quedó integrado en la solución final de la propuesta de Santiago Calatrava, de cuyo coste sufragó aproximadamente la mitad (34 millones de euros). La Generalitat asumió el resto del coste en la ampliación de la Ciudad de las Artes y las Ciencias comentada en el punto anterior.
Es importante señalar --continúa-- que todas las cuestiones relacionadas con la señalización de las vías que discurren por el puente son competencia exclusiva del Ayuntamiento.
CORRECTO ÉTICA Y TÉCNICAMENTE
De igual forma, “aunque la decisión de no ejecutar o no terminar un proyecto es únicamente potestad del cliente”, se aportan los siguientes datos sobre otros trabajos que también han sido objeto de críticas y en los que la labor de Santiago Calatrava “ha sido correcta tanto desde el punto de vista ético como técnico”.
En este sentido, el estudio alude al Ágora, encargada en 2005 y del que se ha construido un 95%, tan sólo pendiente de la cubierta móvil. Aun así, explica, “está abierto y en condiciones de uso, como prueba el hecho de que se hayan celebrado numerosos eventos deportivos y sociales”.
“El edificio no está acabado por causas que sólo son atribuibles a la empresa Ciudad de las Artes y las Ciencias S.A., quien a comienzos de 2012 comunicó oficialmente su intención de acometer las actuaciones necesarias para el correcto uso del edificio y de su urbanización a excepción de los trabajos de la cubierta móvil. Esta comunicación se produce tras varios periodos de suspensión temporal de las obras ordenados por CACSA”, precisa.
Por lo que se refiere a las llamadas Torres de Calatrava, en 2005 Santiago Calatrava recibe el encargo de diseñar el Anteproyecto y el Proyecto Básico de esta obra, que hasta la fecha no se ha construido por decisión del cliente. Por la realización del proyecto completo, percibió aproximadamente el 60% del 7,5% del coste real y total de la obra, de acuerdo con el porcentaje habitual para proyectos similares.
Finalmente, apunta que por el Centro de Convenciones de Castellón Calatrava ha recibido 2,7 millones de euros. El proyecto se ha cancelado antes de pasar a la segunda fase y por tanto Santiago Calatrava no ha cobrado nada más por este concepto, a pesar de que el programa de necesidades preliminar se ha modificado y ampliado varias veces, por decisión de la SPTCV.