NUEVA YORK, 10 (EUROPA PRESS)
El cantante estadounidense Solomon Burke, una de las últimas grandes leyendas del 'soul', ha fallecido a los 70 años de edad en el aeropuerto de Ámsterdam por causas todavía no anunciadas, según informan los medios holandeses.
El autoproclamado “Rey del Rock & Soul” fue nominado al Rock & Roll Hall of Fame en 2001 como reconocimiento a una larga trayectoria nunca del todo valorada por el gran público, a pesar de haber desarrollado su carrera para Atlantic, uno de los grandes sellos del género.
Burke (Philadelphia, 1940), que jamás consiguió colocar un sólo single entre el Top 20, siempre se movió a la sombra de otros gigantes, como Ray Charles, Ben E. King o Wilson Pickett, pero su legado fue esencial para el desarrollo del rock, en especial su canción más importante, 'Everybody needs somebody to love', objeto de una versión por unos jovencísimos Rolling Stones.
Precisamente tras su nominación al Hall of Fame, su carrera recibió un necesario impulso que acercó su nombre a las nuevas generaciones con el disco 'Don't Give Up on Me', que contó con un extraordinario de letristas y grandes fans, como Bob Dylan, Tom Waits, Van Morrison, Elvis Costello, Brian Wilson o Nick Lowe. El disco se alzó con el Grammy al mejor álbum de blues contemporáneo en la ceremonia de 2003.
Burke, considerado en su día por el productor de Atlantic, Jerry Wexler, como el “cantante de soul más grande de todos los tiempos”, siguió girando por todo el mundo hasta su muerte, dirigiéndose al público desde un trono dorado especialmente hecho para él, incapaz de moverse por el escenario debido a su enorme figura.
“Mientras me quede aliento para seguir cantando, lo haré, con la ayuda de Dios”, declaró a una entrevista al diario británico 'The Telegraph'. A Burke le sobreviven 21 hijos y 90 nietos, según informa la cadena estadounidense CNN.