Piño Moreau percibe ''un deterioro muy grande'' en Hollywood

El actor y productor canario Piño Moreau, a quien Ted Demme proporcionó “el pasaporte a la felicidad” tras incluirlo en Blow, junto a Johnny Depp, percibe “un deterioro muy grande” en Hollywood porque los jóvenes ejecutivos “no arriesgan” y sacrifican el arte por los beneficios en taquilla.

Así lo manifiesta el intérprete, que reside en Los Ángeles desde hace veinte años, en una entrevista en la que anuncia su proyecto de rodar en 2009, en coproducción con Canadá y Estados Unidos, Travesía, la historia real de unos muchachos canarios que robaron un barco en 1946 para emigrar a América y estuvieron a la deriva durante tres meses.

Piño Moreau, nacido en Santa Cruz de Tenerife en 1962, confiesa que cuando llegó a Hollywood se encontró con un “círculo muy cerrado” en el mundo del cine, formado por generaciones de familias que trabajan tanto delante como detrás de las cámaras, pero que también mostraban “una creatividad increíble”.

Sin embargo ahora la industria en Hollywood tiene “una gran crisis” porque los ejecutivos de la época dorada se han retirado y su lugar lo ocupan jóvenes “muy bien formados en económicas”, pero que no se atreven a hacer algo nuevo y creativo porque sólo les preocupan los objetivos financieros.

La fómula de los remakes

“Las carteleras están llenas de La momia 4 o Rocky 554 -ironiza el actor- porque en cuanto una fórmula funciona todo son remakes. Esa magia que proporciona el cine la echo mucho de menos ahora mismo”.

Antes había en el cine historias épicas que podían “meter el dedo en la llaga, en el corazón, y hacerte llorar, emocionarte o tragar saliva, pero esas películas ya no existen porque las grandes productoras no arriesgan con material nuevo ya que prefieren ir a lo fácil, a la fórmula de algo que antes tuvo éxito”, lamenta.

Pero esta crisis artística también provoca que Hollywood acepte “incursiones” de artistas de todo el mundo, entre ellos Juan Carlos Fresnadillo, Javier Bardem o Penélope Cruz, al tiempo que genera “un gran boom” de pequeñas productoras, que ven cómo la solución a la falta de ideas no está en los grandes estudios “ni en las películas de 200 millones de dólares”.

“Ahora mismo con un buen guión y gente con creatividad y pocos medios se hacen cosas maravillosas. Mi productora, 7islandsproductions -una alusión a Canarias- ha terminado el rodaje de Trapped in perfection con muy poquito dinero”, afirma.

Además la industria está dando un giro importante y evoluciona “a un ritmo trepidante”, pues dentro de poco no se filmará en celuloide sino en alta definición digital y las películas se podrán ver “hasta en el móvil”.

El actor, que comenzó a trabajar en Los Ángeles como comentarista deportivo para la Fox TV, ha hecho doblaje de trailers y de películas y ha participado en los rodajes de Negotiator, con Samuel L. Jackson, y Blade, con Wesley Snipes, entre otros.

Sin embargo las puertas se le cerraron al principio al no pertenecer al sindicato de actores, lo que le impedía presentarse a las audiciones hasta que el fallecido Ted Demme le dio una frase “pequeñita” en Blow y sucedió “una de esas rarezas de Hollywood: el productor pagó una multa al sindicato y conseguí la tarjeta. A partir de ahí mi vida cambió radicalmente”.

Moreau, que llevaba 18 años sin rodar en Canarias, ha terminado el corto “Submundo”, del director Francisco Castro, que relata “el mundo oscuro de la cibernética”.

El corto se presentará en el Festival de Cine de Los Ángeles y Moreau se incorporó al rodaje tras terminar en Bilbao la filmación de Almas sin dueño, de Tinieblas González, en el que interpreta el papel de un guarda de seguridad.

Tinieblas contactó con Piño en Estados Unidos porque tenía interés en hacer una película internacional, rodada en inglés, y que narra una historia de ex militares y policías franquistas que acaban de guardias de seguridad en el metro, en el que vive “una criatura extraña”.

Según Moreau, Tinieblas González tiene el material necesario “para una gran película”, ahora en fase de post-producción, y que se ha vendido a Filmax para su distribución internacional con el título de “Underground”.

Pero el proyecto que ahora “obsesiona” a Piño Moreau es “Travesía”, del que acaba de terminar la última revisión del guión, escrito junto a Steve Mateo, el “chaval” de Estados Unidos que le contó la historia en un correo electrónico.

Cuando conoció a Mateo le contó que la historia era la de su padre: Tomás Castellano, un grancanario que con 17 años, junto a un amigo, robó un barco del Real Club Náutico de Las Palmas de Gran Canaria en agosto de 1946 “para evadirse de la represión” franquista.

Los muchachos no sabían navegar y el barco, el Bentayga, estuvo a la deriva durante 92 días hasta que los recogió un carguero canadiense a 300 millas de Nueva York y los dejó en Canadá.

Allí Tomás Castellano contrajo matrimonio y comenzó una nueva vida, explica Piño Moreau, quien afirma que Travesía le supone “un reto como productor porque es una historia triste con un final feliz y con un significado especial, porque quiero dedicar la película a todos los inmigrantes del mundo”.

Arriesgar la vida dejando a los seres queridos detrás pasaba en la España de los años 40 y ahora es Canarias la que recibe personas de otros continentes, precisa el productor, quien expresa su compromiso de rodar la película en las islas y en Canadá “con el presupuesto adecuado”, pues requerirá muchos efectos especiales para recrear las tormentas en el océano.

Y puestos a soñar, confiesa que su reparto ideal para Travesía estaría formado por Gael García Bernal, Javier Bardem -que nació en la capital grancanaria- Penélope Cruz y María Conchita Alonso, en una historia que presumiblemente se rodará en inglés.

Moreau anuncia que también producirá y actuará en The colour of evil, dirigida por el cineasta catalán Carlos Dueñas, que se pretende rodar en Colorado, en una mansión que acogerá “un thriller de terror sobrenatural”.