Por fin ha quedado despejada la incógnita. Doce días después de su muerte, finalmente Michael Jackson será enterrado este martes en un exclusivo cementerio de Los Angeles, sólo un par de horas antes de que comience el funeral público, que se espera que sea masivo, en el estadio Staples Center del centro de la ciudad, según informaron las autoridades.
El entierro del cantante tendrá lugar a partir de las ocho de la mañana, hora de Los Angeles (las cinco de la tarde en España), en el cementerio Forest Lawn de las afueras de Los Angeles, que se encuentra en mitad de las colinas de Hollywood y donde descansan los restos mortales de conocidas estrellas del celuloide.
Aunque en principio la familia del Rey del Pop quería que Jackson fuera enterrado en su rancho de Neverland, tal y como al parecer era también su deseo, finalmente se canceló ese proyecto por cuestiones legales. Se ponía fin así a las especulaciones sobre la posibilidad de un nuevo Graceland, donde se encuentra enterrado Elvis Presley.
La decisión no ha sido confirmada por ninguno de los miembros de la familia Jackson, pero sí lo ha adelantando en las últimas horas la concejala de la ciudad de Los Angeles Jay Perry, quien se encuentra al frente del ayuntamiento estos días porque el alcalde Antonio Villaraigosa está pasando unos días de vacaciones.
El cementerio de Forest Lawn, que se encuentra localizado cerca de algunos de los estudios más conocidos de Hollywood, ya forma parte de las típicas visitas guiadas que ofrecen a los turistas en Los Angeles, donde se pueden recorrer las tumbas de actores y actrices de la talla de Humphrey Bogart, Clark Gable o Bette Davis.
Funeral público
Será a las 10.00 horas en Los Angeles (las 19.00 horas en España) cuando comience el servicio público organizado a bombo y platillo por la familia Jackson en el estadio donde juegan los Lakers, del que se desconocen los detalles salvo que será la mejor ocasión para que los fans del artista puedan despedirse de su ídolo.
El evento estará organizado por el productor de los Grammys, Ken Ehrlich, y dirigido por Kenny Ortega, el director de los conciertos que Michael tenía planeados este verano en Londres.
El estadio multiusos tiene capacidad para acoger a unas 20.000 personas, y para el evento de hoy ya se repartieron unas 11.000 entradas gratis entre el público en general, mientras que los otros 9.000 billetes se sortearon este fin de semana entre los cientos de miles de fans que se inscribieron en la página web del estadio.
Entre los asistentes se encontrarán estrellas del mundo del espectáculo y de la música de la talla de Mariah Carey, Usher y Jennifer Hudson, que se unirán a estrellas más veteranas como Smokey Robinson, Lionel Richie y Stevie Wonder. También han confirmado su asistencia deportistas de élite como los jugadores de baloncesto Kobe Bryant y Magic Johnson, así como una de las ex parejas de Michael Jackson, Brooke Shields.
Dos personas que no asisitirán a dar su último adiós a Michael serán su ex mujer y madre de sus dos hijos mayores Debbie Rowe, así como la gran amiga del cantante, Elisabeth Taylor, quien se ve completamente incapaz de despedirse del cantante.
Como ocurre en estos casos, la picaresca también ha hecho acto de presencia en esta ocasión y son muchos los anuncios que proliferan en diferentes portales de internet ofreciendo una de las preciadas entradas para asistir al funeral por hasta 10.000 dólares, aunque las autoridades han puesto en duda la veracidad de esos anuncios.
La policía de Los Angeles llegó a pedir la semana pasada a los seguidores del artista que no consiguieran un billete que no se acerquen hoy martes a las inmediaciones del estadio y que sigan el evento por televisión, pero pese a los llamamientos la previsión es que miles de personas quieran estar lo más cerca posible del Staples Center.
Aún queda por averiguar quién será el encargado de financiar los costes del funeral, entre los que están la seguridad y otros servios, como servicios sanitarios y vallas para frenar a las masas. Aunque es difícil estimar estos costes, Dennis Zine, Concejal de la cuidad de Los Ángeles, estimó que ascenderían a unos 1,8 millones de euros.
El evento se televisará en directo en la mayoría de las cadenas estadounidenses y se retransmitirá también por internet.