MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, ha alertado de que la crisis de la deuda pública que sufre la UE, especialmente Portugal y España, “tardará tiempo” en resolverse, por lo que auguró que las políticas de consolidación para controlar el gasto público se prolongarán en los “próximos años”.
“La deuda pública seguirá creciendo en 2010 y 2011”, vaticinó el comisario europeo de Competencia, para después insistir en que la coyuntura actual es “momento” de acometer reformas estructurales tendentes a potenciar el crecimiento. “Las crisis son el momento de acometer reformas estructurales con menores dificultades, porque son evidentes”, reflexionó Almunia durante unas jornadas organizadas por el IE Business School.
Así pues, condicionó la recuperación económica a las reformas del mercado laboral y del sistema financiero, entre otras, puesto que “no hay alternativa”. Respecto a este último, Almunia recordó que las ayudas inyectadas en las entidades financieras para evitar su quiebra fijan “límites” en actuaciones en futuras crisis, al tiempo que recordó que estos estímulos deben quedar patentes en la regulación de los mercados, en la línea del ex presidente Felipe González. “Las ayudas deben incluirse en el sistema financiero. Se debe dejar en la cuneta la codicia que precipitó la crisis”, aseguró.
El comisario europeo, que defendió la fortaleza del euro ante las presiones que sufre de los mercados, desgranó la que debe ser agenda de la UE: consolidación fiscal, regulación financiera y reformas estructurales. “No basta con reponer piezas rotas, sino que también hay que apoyarse en la crisis”, proclamó, antes de congratularse del resultado del Consejo Europeo de la semana pasada, el último bajo Presidencia española. “Se dejó de hablar de crisis de deuda para marcar la agenda”, remarcó.
DIÁLOGO SOCIAL “ENQUISTADO”.
Almunia puso en valor la reacción de la UE en el origen de la actual coyuntura y abogó por “marcar el paso” desde Europa para “coordinar” una salida hacia la recuperación, al considerar que “está a medio camino”. En este sentido, admitió que, pese a sentir “satisfacción” por la respuesta de los Veintisiete, los resultados no han sido los esperados. “Otras regiones crecen más que Europa”, reconoció.
Ante la reforma laboral aprobada por decreto, el comisario europeo reprochó el “enquistamiento” de las tesis de los sindicatos y de la patronal para negociar la transformación del mercado de trabajo, si bien quiso dejar claro que el diálogo social seguirá siendo “imprescindible”.
Por último, Almunia se opuso a reabrir un “debate institucional” en el seno de la UE para contemplar posibles sanciones a los miembros que no cumplan el objetivo de déficit del 3%, tal y como propuso la canciller alemana, Angela Merkel. “No creo que (las sanciones) sean necesarias ni prioritarias”, sentenció.