MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El representante alemán en el directorio del Banco Central Europeo (BCE), Jörg Asmussen, ha asegurado que la austeridad fiscal no constituye un fin en sí misma, sino que representa una precondición necesaria para alcanzar un crecimiento sostenible, ya que la alternativa de combatir deuda con más deuda “no es una solución”.
“La consolidación fiscal genera la confianza que los consumidores e inversores necesitan. Definitivamente, sustenta tanto el crecimiento económico como el empleo. La única alternativa sería combatir la deuda con más deuda y esto no es una solución”, afirmó el banquero alemán en una conferencia pronunciada en la ciudad polaca de Sopot.
No obstante, Asmussen ha reconocido que la consolidación fiscal, a pesar de ser una condición necesaria, “no es suficiente”, por lo que el debate de austeridad frente a crecimiento “es erróneo”, ya que “son necesarios ambos”.
“Nadie está en contra del crecimiento, pero éste no puede alcanzarse mediante programas de gasto que sirven de combustible a la economía por un trimestre o dos, pero que no son más que flor de un día”, indicó el ejecutivo del BCE.
En este sentido, el banquero alemán defendió la necesidad de incrementar el potencial de crecimiento, para lo que propone un paquete compuesto por “reformas en los mercados de productos y servicios, reformas en los mercados laborales y financiación de las iniciativas de crecimiento”.
A este respecto, Asmussen destacó que algunos países han comenzado a aplicar importantes reformas estructurales, señalando en particular que España “está incrementando la flexibilidad de los contratos de empleo y haciendo frente a la dualidad de su mercado laboral”.
A FAVOR DE LOS BONOS DE PROYECTOS
Por otro lado, el representante germano en el directorio del BCE se ha mostrado abierto a la posibilidad de utilizar los denominados bonos de proyectos que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) podría emplear para financiar infraestructuras.
Sin embargo, Asmussen se mostró menos entusiasta sobre la posibilidad de reeditar las inyecciones de liquidez a largo plazo (LTRO), tal y como demandan varios gobiernos de la eurozona, puesto que “cualquier valoración de su impacto sobre la economía real sería prematuro en este momento”.
“Es verdad que los préstamos bancarios al sector privado siguen muy débiles, pero los datos disponibles hasta marzo confirman que las LTRO han reducido las presiones de desapalancamiento para las entidades, ayudando a evitar un colapso del crédito en la eurozona”, apuntó.
No obstante, el banquero alemán reconoció también que las condiciones necesarias para hacer plausibles los temores al repunte de las expectativas de inflación que podría venir ligado a la inyección de estas grandes sumas de liquidez “claramente no se cumplen en estos momentos”.