El Cabildo de Gran Canaria y productores vitivinícolas de la isla se han propuesto reabrir la Bodega Insular para la próxima vendimia y de esta manera no volver a perder entre 70.000 y 100.000 kilos de uvas que este año no pudieron ser transformadas en 100.000 botellas de vino.
Para ello, los responsables de la Federación Insular de Asociaciones Vitivinícolas de Gran Canaria (Vinigran), que integran a 350 bodegueros y productores, la Denominación de Origen de Gran Canaria y el Cabildo, han constituido una gestora que será la encargada de realizar los trabajos necesarios para lograr la reapertura a finales de verano, informó el consejero de Soberanía Alimentaria, Miguel Hidalgo.
La bodega Insular, explicó, está capacitada para absorber la totalidad de la uva que se cultiva en la Isla, “pero inexplicablemente lleva ocho años cerrada, cuando es necesaria para producir vino y como punto estratégico para la promoción y distribución de los caldos”.
La gestora, que se reunirá el jueves a las siete de la tarde en la Casa del Vino de Santa Brígida, está compuesta por 15 miembros encabezados por el consejero, el presidente de Vinigran, Pedro Suárez, y el de la Denominación de Origen, Luis López, que a su vez aúna a 70 bodegas también pertenecientes a Vinigran.
El edificio de la Bodega Insular, prosiguió Hidalgo, tiene un “gran potencial” porque sus dimensiones e infraestructuras son idóneas para convertirlo en un complejo agroindustrial que abarque la elaboración no solo de vino, sino de sidras, aceite de oliva y miel, lo que se suma a su posibilidad para la comercialización de los productos.