Canarias se ve abocada al cierre de su presupuesto de 2016 en octubre
El Gobierno de Canarias ya tiene muy claro, extremadamente claro, que, salvo que el ministro Cristóbal Montoro se saque un as de la manga (algo complicado, sin duda un milagro), la Comunidad Autónoma tendrá que echar el cerrojo a su presupuesto anual de 2016 en octubre próximo, quizá a 31 de ese mes. Así mismo lo dejó entrever la consejera de Hacienda en el Ejecutivo autonómico, la nacionalista Rosa Dávila, en una entrevista realizada este viernes en Radio Club Tenerife-Cadena Ser.
Pero es más: también es posible que eso pueda ocurrir antes, a finales de este mes (en septiembre), como parece que sí está claro para el caso de las autonomías que no cumplieron su objetivo de déficit público el año pasado, en 2015, y que en los controles del actual ejercicio vuelven a llevarlo muy mal. Esas dos opciones temporales de adelanto del cierre presupuestario en Canarias, algo que de manera ordinaria se suele hacer en diciembre, se debe a que en julio pasado el Estado ya hizo lo propio con el suyo.
Tampoco está descartado, como sostuvo Dávila en la mencionada entrevista, que el Ejecutivo autonómico se vea obligado a adelantar la decisión a este mes, lo que dependerá, y esto para ambas opciones de cierre planteadas, del resultado de la reunión solicitada por el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, con el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. Se prevé que la cita se produzca la semana próxima. En ella también estará presente Rosa Dávila.
Tras ese intercambio, se sabrá con absoluta seguridad lo que ocurrirá con Canarias y sus cuentas de este año, aunque todo apunta a que en octubre próximo, como muy tarde, la Comunidad Autónoma ya dé varias vueltas al cerrojo de su presupuesto de 2016. Esta previsión explica la preocupación manifestada estos días por Clavijo y Dávila en relación con el desvío en más de 100 millones de euros del gasto en Sanidad, al cierre de julio pasado, lo que a su vez guarda relación con la casi realidad, pendiente de confirmación (en la reunión con Montoro), de que a Canarias ya no llegarán los 400 millones de euros que aún se deben recibir con cargo a las cuentas estatales de 2016, principalmente porque el Gobierno español ya cerró su presupuesto en julio pasado y está en cumplir el déficit público. Para aclarar todas estas cuestiones y para ver vías de solución al entuerto, se ha planteado la cita urgente entre Clavijo y Montoro en Madrid.
Los problemas nunca vienen solos
En el cierre adelantado del presupuesto del Estado, realizado en julio pasado, para así cerrar el grifo del gasto y tener controlado el déficit público de la Administración central (lo que evita problemas y sanciones de la Comisión Europea) al cierre de 2016, o sea, dentro del nivel autorizado por Bruselas, ha jugado un papel central el hecho de que el Gobierno español siga en funciones tras dos elecciones generales ya celebradas.
Esta circunstancia ha impedido, por ejemplo, que se apruebe la corrección al alza de los objetivos de déficit público para el Estado y las comunidades autónomas en 2016, con subidas autorizadas de 0,4 puntos en ambos casos, lo que sin duda ha restado posibilidades de gasto a los dos modelos de administración. En el caso de Canarias, ha supuesto dejar de disponer de unos 170 millones de euros más a lo largo de este año.
En la coyuntura actual, y si Canarias cierra su presupuesto de 2016 con antelación (lo que se producirá), bien este mes o bien el próximo, los gestores públicos de la Comunidad Autónoma solo atenderán los gastos imprescindibles, el capítulo 1 (sueldos) y parte del capítulo 2 (gastos corrientes necesarios para el funcionamiento de la Administración), a lo que unirán las obligaciones de pago reconocidas al momento del cierre de las cuentas.
Todo lo demás, y aquí está el problema, de manera especial para los proveedores de servicios y productos del ámbito privado, ya deberá esperar a que se abra el próximo presupuesto, el de 2017, lo que, por mucha prisa que se meta, no será antes de finales de enero o inicios de febrero del año próximo.